SIMPLEMENTE PERFECTO [JEGULUS]

UNICO

—Sonrían a la cámara— Rita ordenaba, debía tener la mejor foto familiar del ministro y su familia, todo el mundo mágico quería saber como una familia como ellos había perdurado por tanto tiempo ese amor, quería saber el secreto de su unión familiar, demostraban amarse y protegerse.

James sonreía sentado en el sillón individual, Regulus tenia su mano colocada en el hombro de su esposo, posaba parado; sus hijos, Harry se encontraba sentado en el brazo derecho del sillón donde su padre estaba sentado, su hermano mayor Mateo sonreía lo más que podía, se encontraba sentado en una banca alta, pero no lo suficiente para que Regulus lo sostuviera del hombro. 

—Listo— decía Skeeter, todos se empezaban a separarse, sus expresiones habían totalmente cambiado, Mateo y James era los mas visibles —. Pasa algo Ministro Potter, algo que me desee contar para que los magos sepamos— sus palabras sonaban filosas, como si quisiera hallar un error en ellos.

Regulus intervenía.

—No la hoy querida, Skeeter ¿Verdad, cariño? — Regulus miraba a su esposo.

—No, no lo hay— transmitía seguridad —No te gustaría acompañar a mi esposo a beber te de amapola, es muy bueno cuando se trata de plantas— dijo James observándola, debían tenerla vigilada.

—Me encantaría— Skeeter sonreía, siempre le había gustado probar distintos tipos de té y esta era una ocasión especial, no lo tomaría con cualquiera ni lo haría cualquier mago, sería Regulus el pocionista más famoso y esposo del ministro quien lo haría, y así también podría hacerle más preguntas del tanto amor que desbordaban la dulce pareja.

—Pues adelante entonces....

—Usted no nos acompañara— Rita analizaba sus movimientos.

—Me encantaría, pero mi hijo Mateo y yo tenemos algo importante que hablar— James sonreía y le lanzaba una mirada a su hijo para que afirmara todo, Mateo movía la cabeza —, pero Harry los puede acompañar, a él le fascina.

—Me gustaría hacerlo, si Madam Skeeter me lo permite— Harry sonaba tan cortes y educado.

Regulus sonreía, siempre se sentiría orgulloso de su hijo, todo había valido la pena con tal ver a su hijo feliz, Harry nunca lo defraudo, fue uno de los mejores estudiantes en Hogwarts y uno de los mejores Jefes del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica para la corta edad que tenía.

—Ohh... no me diga así joven Black me hace sonrojar, me encantaría tener la compañía de un joven a puesto como usted— Rita se sostenía del brazo de Harry —. Espero que nos acompañe lo antes posible Ministro Potter— volteo a mirarlo, antes de irse junto a Harry y Regulus al patio.

Desaparecían a los ojos de los dos.

—¡Kreacher! — el elfo aparecía, hacia su pequeña reverencia —mantenla vigilada, si ves algo extraño en ella síguela— miraba a Matteo, el elfo desaparecía —sígueme al despacho.

Era una orden, Matteo avanzaba a pasos rápidos al despacho de su padre, no había hecho nada que recuerde, talvez lo felicitaría por su ultimo logro, ingresaba antes que su padre al despacho escuchaba a su padre cerrar la puerta.

Cuando Matteo volteaba para verlo, lo único que recibió a cambio de su padre fue un golpe en el rostro.

—¡¿Qué fue lo que te dije, que no hicieras?! ¡Nunca entiendes! ¡Crees que tu papá y yo taparemos todos tus errores! — James gritaba palabra tras palabra, su hijo nunca sería capaz de obedecerle una sola orden —¡¡Esa chica piensa demandarnos!!¡Como pudiste abusar de ella! — lo volvía a golpear.

Matteo estaba sangrando, su padre lo seguía golpeando y él aun así no se movía.

—¡¿Qué te cuesta comportante como tu hermano?! — James dejó de golpearlo, para empezar a compararlo con su menor hijo — Harry apenas tiene veinte, y ya ocupa un cargo dentro del Ministerio, sin ayuda mía y de tu papá. Y tu que eres al lado de él ¡Nada!¡Un simple auror que no sube de rango! — lanzaba sus palabras con odio —Todos en el Ministerio están esperando que cometas un error para destruirme ¡Acaso no te importa en lo más mínimo tu familia! ¡Yo cada acción que tomo lo hago por tu bien!  — se sentía frustrado, lanzaba todo sus papeles al suelo, su hijo no se parecía en lo más mínimo a su menor hijo, una simple paría era lo que demostraba ser Matteo.