Capítulo XIV

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Todo estaba estático; Ross había leído mi respuesta, sin embargo, habían pasado un par de minutos desde que no obtuve una contestación por su parte, lo que hacía que me sintiera impaciente por tener una respuesta de él.

Sabía que no era fácil, ya que, después de unas semanas en las que me estuvo buscando y que por fin me encontró, existiera este problema de la distancia, y créanme, yo también lo odiaba con todo el alma.

No me había salido de la conversación, así que podía ver fácilmente si me llegaba un mensaje de Ross.

Siguió pasando el tiempo, hasta que finalmente escribió una respuesta.

Ross Shor Lynch: Pensé que vivías en Los Ángeles, como al siguiente día te encontré en el bar...

Suspiré y rápidamente tecleé una respuesta.

Bella: Mi hermano es quien vive ahí, de hecho ese día iba con él y con sus amigos. Solo me quedé ese fin de semana ahí por el concierto.

Claro que sabía que las cosas se podían confundir como está ocurriendo ahora, digo, nos encontramos al otro día y era obvio que pensaría que vivía en Los Ángeles.

Ross Shor Lynch: Tenía la idea de poder encontrarnos en esta semana porque estamos en un descanso de la gira.

Ross Shor Lynch: La próxima semana nos iremos a Europa.

Auch.

Eso dolió.

¿Por qué me tenían que pasar estas cosas a mi?

Bella: ¿Qué pasará entonces?

Rápidamente respondió.

Ross Shor Lynch: No lo sé, las cosas parecían salir bien y... creo que jamás imaginé que no viviéramos en el mismo estado.

Sí, mi estado de ánimo acaba de decaer.

Bella: Supongo que era demasiado bueno para ser verdad.

Bella: De igual forma me siento muy feliz de haber podido hablar contigo y todo lo que ha pasado hasta el momento.

Tenía unas inmensas ganas de llorar, pero tenía que ser fuerte porque sabía que no todo podía ser perfecto.

Ross Shor Lynch: No te despidas.

Ross Shor Lynch: No todo está perdido.

Fruncí mi ceño, ¿de qué está hablando?

Bella: ¿Qué quieres decir?

¿Todavía hay esperanza?

Ross Shor Lynch: Hablo de que... no me daré por vencido, Bella. Tardé semanas en encontrarte y no sabes lo difícil que fue para mí porque no ha pasado ni un solo día en que no dejé de pensar en ti.

Veía mi celular sin poder creer lo que acababa de leer. No puedo asimilar que el amor de vida desde que tengo once años me acaba de decir esto, no me entra en la cabeza que esto está pasando y menos que quiere intentar algo que aún desconozco.

Bella: ¿Y qué propones que hagamos?

Ross Shor Lynch: Que nos conozcamos, hablo de que... sigamos hablando por aquí.

Abrí los ojos como platos.

¿Lo dice en serio? ¿Quiere seguir hablando conmigo?

Bella: De verdad que sigo sin creer lo que me estás diciendo.

Ross Shor Lynch: Créelo porque Bella, de verdad quiero conocerte.

Al otro día...

-No puedo creer lo que estoy escuchando- Amber aplaudió con emoción.

Eran las siete de la tarde y hace quince minutos Amber había llegado al departamento después de estar con su familia desde ayer, y como ya no podía aguantar más sobre lo que sucedió ayer con Ross, en cuanto abrió la puerta le conté.

-Si tú no lo crees, yo menos- me encontraba sentada en uno de los sillones de la sala de estar o más bien, me encontraba acostada.

-Solo me fui un día y pasó lo más interesante- negó con la cabeza y se sentó en el sillón que estaba frente al mío.

-Y lo que más esperabas- opiné y ella rió.

-Estaba en lo cierto, querida Bella- me miró con una sonrisa triunfante, a lo que yo solté un bufido.

-Yo nunca negué que tuvieras razón, pero... no sabía si ellos me iban a creer o no porque por lo que sé, varias chicas intentaron decir que eran ellas la chica bar- me crucé de brazos de una forma indignada.

-Pero era obvio que te reconocería, más por el día del bar.- se encogió de hombros- ¿Y entonces qué harán?-

-Seguiremos hablando por mensajes directos de Instagram, creo que aún no se siente lo suficiente seguro como para pasarme su número telefónico y que hablemos por mensajes de texto- y lo entendía demasiado, apenas ayer tuvimos nuestra primera conversación.

-¿Y hoy hablaron algo?- preguntó con emoción y yo reí.

-No mucho, solo me saludó y me pidió disculpas porque estaría en casa de sus padres con su familia y que esperaba que mañana pudiéramos hablar más- sonreí como enamorada al recordar su mensaje.

-Suena irreal todo esto- comentó sin dejar de sonreír.

-Es lo que yo llevo pensando todo este tiempo- suspiré.

-Suena irreal, pero es algo que está sucediendo de verdad, así que necesitas creerlo, amiga- sabía porque me decía esto.

Sigo un poco pesimista y tratando de no ilusionarme lo suficiente como para tener un corazón roto en caso de que las cosas no salgan como los dos esperamos, además, lo que siento por Ross es algo platónico, aún no estoy segura de tener sentimientos cien por ciento reales por él.

-Supongo que mientras más hablemos sabré que es real, mientras, sigo pensando que es un sueño del cual me despertaré en cualquier momento- me encogí de hombros.

-Yo sé que las cosas fluirán para bien y que así como él te conocerá, tú podrás conocerlo a él de otra manera, tendrás otro punto de vista y te darás cuenta de que si lo que sientes es solo algo platónico o se convierte en un sentimiento real- se levantó del sillón y caminó hacia el mío quitando mis piernas para que se pudiera sentar.

-Lo sé, solo necesito aclarar mi mente un poco de todo lo que ha pasado desde el día del concierto- me senté de manera correcta para así estar al lado de ella y poder recargar mi cabeza en su hombro.

-Mañana en el trabajo te vas a distraer y podrás mantener ocupada tu mente en otra cosa, además, tengo entendido que irás a ver a tu madre, ¿no?- es cierto, después del trabajo visitaría a mi madre.

-Sí, creo que estar con ella un rato por la tarde me ayudarán a despejar mi mente también-

-No te presiones, Bella- recargó su cabeza en la mía- deja que las cosas fluyan y vayan a su propio ritmo-

Look At The Stars- Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora