No quiero ser tu hermano (vinseo x Hanseok)

Capítulo 11 ¿destinados?

Lo que está destinado a suceder
siempre encontrará una forma
única para manifestarse.

Han Seok veía a través de la ventana como el menor comía la comida que le había sobrado. Han Seo comía como si fuera un perro, ya que tenía las manos amarradas y una cadena alrededor de su cuello. Era humillante para él, "hasta cuando ... .hasta cuando me dejara en paz.....hasta cuando podré ser libre" eso era todo lo que pasaba por la cabeza del menor. 

Han Seok salió al jardín donde estaba el  menor.  tenía la pinta de estar feliz, tarareaba una y otra vez, y eso a Han Seo no le gustaba, porque siempre que estaba feliz pasaba lo peor. —y dime mi querido Dongsaeng ....¿cómo fue tu noche?— dice con una sonrisa oscura. El Menor solo temblaba de miedo. 

En ese momento aparece un hombre asustado detrás de Han Seok. —¿hiciste lo que te pedí?— pregunta con una sonrisa oscura, el hombre empezó a temblar de miedo.   

—no ... .no...pudimos...— el hombre tartamudeaba de miedo. —el....es ...demasiado fuerte...señor—

—ah ... .quieres decir, que ....— se dirigió al hombre que temblaba detrás de él. —que no pudieron hacerlo— en un abrir y cerrar de ojos sus manos ya se encontraban asfixiando al hombre. —los inútiles no me sirven para nada...¿verdad? mi querido Dongsaeng— dice dirigiendo su mirada al menor, haciendo que él lo mirara con miedo. Bueno eso no era nada nuevo para los dos.     

Han Seo se sintió un poco aliviado al saber que Vincenzo se encontraba bien.

Aunque su romance no duró, se preocupaba de igual manera, el amaba a Vincenzo con todo su corazón, pero al parecer se había equivocado con él. Esta era la primera vez que se enamora, pero estaba seguro de que lo que sentía era amor verdadero.

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Minutos después Han Seok se encontraba con la señora Choi. —La próxima vez no quiero errores ... ¿entendiste?..— dice molesto mirando a la mujer.

—no se preocupe señor, mandaré a tres de mis mejores hombres— dice la mayor con la mirada al suelo.

—pero no lo hagas por ahora...esperemos unos días más.....el ratón desprevenido es más fácil de atrapar— dice con una sonrisa sarcástica

—claro señor— dice la mujer con una sonrisa 

—muy bien...ya puedes irte— dice despidiendo a la mujer

—con su permiso señor— sale de la oficina de Han Seok. Al pasar a la sala miró a través de los vidrios de la casa como el menor se encontraba encadenado al árbol, para después retirarse.  

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Ya había pasado una semana y Vincenzo ya no sabía qué hacer, en estos últimos días había estado muy inquieto, tenía la sensación de que algo le pasaba al menor, de alguna manera podía sentirlo.

—tranquilo hombre...verás que tú amado estará bien— dice Cha Young quien se encontraba con Vincenzo en la pequeña oficina. Vincenzo solo le dedico una mirada asesina.

—déjame decirte algo...si ustedes están destinados a estar juntos, entonces él volverá a ti..pase lo que pase— dice Cha Young