Al día siguiente, Charles se presentó a trabajar como siempre había hecho, sin admitirse a sí mismo lo emocionado que estaba por ver a Checo. Sabía que no podían hacer nada en el trabajo, pero eso no significaba que no disfrutaba la compañía y la presencia del hombre. Había decidido guardarse la información respecto al acuerdo al que llegó con Checo, si bien sentía que por fin se había podido quitar un peso de encima, decidió que era lo mejor no decir nada, aún si se sentía incorrecto tener que ocultarle algo a Pierre, no quería arriesgarlo. Además, su amigo ya estaba lidiando con suficientes cosas por su propia cuenta, el riesgo de un corazón roto no era algo ligero, el francés había decidido tomarse unos días de ir al rancho para evitar a Yuki en lo que analizaba si hablar con el japonés e intentar reparar lo que sea que tenían era lo que de verdad quería, y por más que Pierre intentara ocultarlo, tanto Max como Charles notaban lo desanimado que se encontraba. Gracias a esto, Max estaba constantemente haciendo planes con ellos, apenas iba iniciando la semana y el neerlandés ya estaba hablando sobre el lugar que visitarían el viernes, después de todos los otros lugares que supuestamente irían a visitar el resto de los días. A Charles no le terminaba de gustar eso, ahora con su "trabajo", no tenía ni el tiempo ni la energía para salir todos los días, además, también quería encontrar un momento para pasar tiempo con Checo, y no iba a poder si tenía a Max acaparando toda su semana.
"Hazlo por Pierre.", se dijo, para deshacerse de la ligera molestia que sentía.
Dos días transcurrieron donde lo único que compartió con Sergio fueron miradas y roces, Charles por primera vez notando lo constante que había alguien acompañándolos, ni un solo momento de privacidad con el hombre mexicano se le era permitido, la desesperación que había apaciguado antes reviviendo con cada segundo que pasaba con Checo, tan cerca, pero tan lejos. Era frustrante. Lo hacía sentir como un animal enjaulado. Y sabía que Checo estaba sintiendo lo mismo. Lo sabía por cómo le miraba, hambriento, como si estuviera destinado a ver a alguien más jugar con su comida mientras él no podía hacer nada al respecto.
Le frustraba todavía más saber que Sergio, en efecto, no haría nada al respecto. El hombre era muy responsable, dolorosamente responsable, conocía las reglas y las seguía. Pero Charles era más impulsivo, sobre todo cuando se trata de obtener algo que quiere. Él siempre obtiene lo que quiere.
[...]
— Charles-
Debía detener esto- no era que le molestara en general, pero por dios, seguían en el rancho, si bien estaban en la decente privacidad de su oficina, en cualquier momento podía llegar alguien, podía atraparlos, si se trataba de alguno de sus amigos, vivirían con la burla para siempre, si se trataba de un cliente, podría perjudicar increíblemente su negocio, si se trataba de Max -
— Por favor... — la voz del monegasco no fue más que un susurro, pero Sergio lo pudo escuchar más que claro por su cercanía.
El mexicano no sabe cómo llegaron a ese punto, su espalda pegada contra la pared, el cuerpo de Charles pegado al suyo, las manos explorando su cuerpo de manera desesperada, tocando tanto como podían por encima de la ropa.
— ¿Qué pasó con- dios... con llevárnoslo lento? — Checo apenas podía aferrarse a su descendiente sentido de cordura, su voz flaqueaba con cada roce de los labios de Charles sobre su cuello.
Tenían un acuerdo, de llevárselo lento, de no hacer nada en un lugar riesgoso, de tantear poco a poco el terreno, pero parece que Charles se olvidó completamente de eso, si la manera en que sus manos se aferraron a la cintura de Sergio como si estuvieran soldadas ahí era un indicativo.
— Merde, Sergio... — a Checo le recorrió un escalofrío. Qué bien sonaba su nombre en los labios de Charles. — Olvida eso. — Leclerc continuó el camino de besos sobre su cuello, subiendo hasta el costado de su mandíbula y finalmente hasta su oreja. Esta vez fue turno de Checo se aferrarse a Charles, sus dedos enterrándose firmemente en los brazos del monegasco. — Te necesito.
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Tensiones, Competencia Y Poder | Checlerc PAUSADA
FanfictionPAUSADA " [...] Charles no sabría decir exactamente qué, pero en ese momento, su ser le gritaba que siguiera, que provocara al hombre, que le molestara más, lo que sea con tal de tener en todo momento la atención de Sergio sobre él." Dónde Sergio Pé...