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Desde el día en el que lo conoció su vida nunca fue igual.

Elena estaba en su cama, se le notaba cansada y tenía los ojos rojos de llorar. Su cuarto estaba poco iluminado pues las persianas estaban bajadas, tenía pañuelos por todo el suelo. Me acerque a Elena, todavía estaba dormida así que la dejé tranquila, fui a su cocina le hice un poco de comida y le dejé una nota.

En la nota ponía que había sido yo quien le había preparado la comida y que me llamara cuando despertase, salí de su casa y cerré con la llave que ella me había dado y volví a mi casa. En casa puse la tele, mi padre empezaba un combate.

Ya era la final del torneo, mi padre peleaba contra Enzo Angelini, el padre de Dylan Angelini.

Empezó el combate todo iba bien, pero, antes de empezar el cuarto asalto cuando se escuchan a los boxeadores hablar.

—No me ganarás esta vez, Enzo
—Oh si que lo hare, Vicente. Y por cierto, aleja a tu hija de Dylan anda que suficiente tengo contigo.
—Si tanto te molesta aleja a tu hijo.

Entonces empezó el cuarto asalto, yo estaba sorprendida y avergonzada por lo que había dicho mi padre y Enzo. Seguro que en menos de una semana ya tendría a la prensa en la puerta, como ya había pasado unas cuantas veces.

El combate terminó, fue muy reñido pero al final Enzo Angelini ganó. Estaba frustrada, sabía que mañana tendría al idiota de Dylan Angelini burlándose de mi padre. Pero en ese momento mi móvil empezó a sonar, Elena me estaba llamando.

Llamada

Hola, Mia. Ya he visto que me has hecho la comida gracias

La voz de Elena sonaba cansada y apagada.

Si, con la llave que me diste. ¿Como estas?
Mejor, Dylan ha venido a visitarme, en realidad es majete.
No me hables de ese, Elena.
Le he dado tu número porque-
¡¿Qué le has dado que?!
Si pero no te enfades, me ha dicho que el profesor os ha puesto en un grupo o algo así.
Si pero...
Bueno, de todas formas Mia ya estoy mejor, cuando puedas mándame los apuntes.
Claro.

En ese momento me llegó un mensaje, no era de el molesto Dylan Angelini como me esperaba. Esta vez era Erik.

Erik: Mia, he escuchado que te ha tocado con Dylan para un proyecto.

Yo: Si y?

Erik: No te acerques a el

Yo: Como bien has dicho, tengo que hacer un proyecto con el

Erik: Eso no es excusa

Yo: Lo que sea me tengo que ir, adiós

Erik: Adiós, nena

Apague el móvil y lo deje en el sofá mientras me fui a la cocina, mientras me preparaba la comida pude escuchar como mi móvil no paraba de sonar.

Terminé de hacerme la comida y miré el móvil, tenía dos chats diferentes, de Alan y de un número desconocido, esto me recuerda a algo...

Entré primero al chat del desconocido.

???: Hola Mocciosa*, Soy Dylan, Elena me ha pasado tu número aunque eso ya lo debes de saber.

(*Significa: Malcriada, inmadura molesta.)

Le dejé en visto y me metí al chat de Alan.

Alan: Ya veo que Dylan Angelini ha conseguido tu número, quizá te ayude en tu venganza, como yo.

Contra Todo PronósticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora