Capitulo 3.-La noche blanca

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Esa mañana salió del hospital y estaba dispuesta a ir a casa a cambiarse y descansar un rato, aunque en realidad después planeaba regresar a monitorear a Jeon y solo hasta que despertara estaría tranquila.

Al salir del hospital, los guardias de inmediato la llevaron a casa de Min. No entendía porque y aún así no podía hacer nada, él siempre encontraba la forma de hacer lo que quería.

—Ahora vas a vivir conmigo.- Dijo Min sin titubear.

—No, se cuidarme sola y no quiero hacer algo de lo que me pueda arrepentir.

—Despues de lo sucedido no voy a correr riesgos contigo.

—No quiero vivir contigo, me molesta que me vigiles, me celes, intentes controlar mi vida. Cuando vivimos juntos te conviertes en una persona distinta y odio eso.

—Lo de esa noche no pasará de nuevo, hago esto por tu bien, aunque tampoco disfruto vivir a tu lado.

—¿PORQUE CARAJO TENIAS QUE RECORDAR ESE INCIDENTE? Si no quieres vivir conmigo entonces solo déjame ir.

Min no dijo nada más y Scarlett se fue a su habitación. Se recostó en la cama y comenzó a llorar recordando la noche donde se había entregado a Min y él había jugado con ella, ahora osaba recordárselo.

Las lágrimas no dejaban de brotar de sus ojos, había intentado reprimir ese deseo, por muchos meses había logrado hacerlo y olvidarlo. Por el estrés del trabajo, O el poco tiempo libre que tenía no había el tiempo suficiente para pensar en eso.

La noche tardo tanto como el conteo de los relojes cuando sus manecillas estan descompuestas,  en una habitación se escuchaban los sollozos de Scarlett que no se detuvieron en toda la noche y en la habitación conjunta estaba Min que lejos de expresar sus sentimientos estaba en esa solitaria habitación bebiendo botellas y más botellas de whisky.

La noche que parecía interminable había sido una pequeña prueba para ambos amigos, la hora del desayuno se había vuelto incómoda. Ambos comiendo en una enorme mesa, sentados uno frente a otro, sin hacer contacto visual, O dirigirse la palabra. Mantuvieron su postura hasta que terminaron de comer y finalmente se levantaron de la mesa y cada quien se fue por su lado.

...

Dos semanas habían pasado prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, al principio la situación de Scarlett con Min era incómoda hasta que con el paso de los días cada uno fue relajándose y finalmente la tensión se alivio. Para el último día ambos reían y disfrutaban de la compañía sin importar que llevan días encerrados en esa enorme casa.

La mañana comenzó con el desayuno, Min y Scarlett encargaron un Omegle con verduras, pan, café y jugo de naranja. Era uno de los desayunos favoritos de Scarlett y él hacia todo para complacerla. Ese día finalmente ella regresaría al hospital a trabajar, aunque Jeon ya había sido dado de alta y debía esperar dos días más para verlo, no importaba porque la espera ahora era menos, su corazón latia al pensar en verlo.

Al llegar al hospital apenas tuvo tiempo de dejar sus cosas, hacía un par de días que el invierno había entrado, las temperaturas descendían cada dia más y los casos de influenza cada vez eran más. Parecía ser que este sería un invierno bastante frío.

Los pacientes no dejaban de llegar y las habitaciones estaban cada vez más limitadas y para cuando lograron acomodar a todos la noche ya estaba en su máximo explendor.

Entonces llegaron de urgencia varias personas, Scarlett no planeaba atender a ninguno, sin embargo la idea de saber que alguien estaba en riesgo por su culpa le aterraba.

El ruido de las ambulancias era muy alto, no sabían que pasaba, cuántos eran, O lo que había sucedido y aún así todos estaba pendientes para no perderte ni un segundo. Los paramédicos bajaron al primer paciente, su abdomen sangraba demasiado y no paraba de moverse por todo el dolor que sentía.

Scarlet de inmediato lo reconoció, Jeon de nuevo estaba en urgencias, no era tiempo de preguntar nada, dejo que lo pasarán a una cama y sujeto las tijeras, comenzó a cortar la sudadera gris que estaba mancha de sangre.

Las tijeras cortaban y cada corte revelaba aún más lo bien tonificado que estaba el cuerpo de Jeon. Sus pectorales y abdomen tan tonificado no tenían ni un rastro de sangre, O heridas que hubieran causado la perdida de tanta sangre.

Scarlett al verlo así quedó hipnotizada, no sabía lo que estaba pasando, pero algo diferente se estaba despertando en ella. Trato de concentrarce en examinarlo para saber lo que ocurría, aunque era más el deseo que sentía de tocarlo en otro aspecto.

Se apartó de Jeon y pido que alguien más lo revisara, para que ella pudiera retirarse de la habitación.

Corrió de inmediato y salió del hospital, la temperatura estaba bajando cada vez más y la nieve comenzó a caer hasta convertirse en tormenta, cubrió por completo la cuidad, las calles eran blancas  y aún así Scarlett no lograba sentir ese frío. Estaba más consentrada en el deseo que ahora sentia por Jeon.

Al cabo de varios minutos Scarlett por fin decidió regresar al consultorio, su ropa estaba completamente húmeda y era obvio que debía cambiarla a menos que quisiera resfriarse. Fue a la puerta y la cerro pero olvidó poner el seguro.

Comenzó a quitarse la bata y después el uniforme, quedó en ropa interior, era lencería roja que asentaba aún más lo bien tonificado y proporcionado que era su cuerpo. Su mente fue más poderosa que comenzó tocarse pensando que eran las manos de Jeon.

Cerraba los ojos imaginando la mano de Jeon recorriendo su cuerpo, de pronto la puerta se abrió y Scarlett lo ignoro pensado que eso era mentira. Una mano comenzó a tocar sus piernas, subía lentamente hasta llegar a sus glúteos y los apretó, Scarlett no podía creer lo poderosa que era su imaginación.

Los labios de Jeon recorriendo su cuello hasta llegar a sus labios, besándola sin darle respiro alguno, su lengua jugaba con la de Scarlett, mientras su mano desabrochaba su bra y con sus dedos comenzó a deslizarlo hasta que finalmente cayó al suelo.

Scarlet abrió los ojos y lo vio, sus enormes ojos la miraban fijamente sin detener el beso, ella intento apartarse, pero el no la dejo, con sus dientes mordió su labio para que no pudiera separarse.

Jeon la sujeto de la cintura y la acercó a él, Scarlett quedó justo en el pecho de Jeon, se sentía calido y su corazón estaba acelerando. No dejaba de latir fuerte, entonces ella logro reaccionar, Jeon era real y no solo un producto de su imaginación. Esos besos, caricias y deseo por él era real. Tenían que volver a sentirlo, sentir el calor de un hombre y saber que era deseada de nuevo, no resistio más la idea de frenar el deseo y finalmente lo pidió.

—Hazme tuya.

Jeon sonreía perversamente,  la cargo para llevarla hasta el sofá y dejo que se recostara. Se desnudo mientras Scarlett no apartaba la vista de el. Ambos estaban ahí dispuestos a llegar al siguiente nivel. Ya no importaba si eran empleado y jefa. Lo único que deseaban era saciar ese deseo imparable de estar en la intimidad.

—No hagas ruido.- Dijo Jeon mientras comenzó a lamer sus dedos.

Scarlett tragó saliva y solo afirmó con la cabeza.

Jeon quitó su tanga y con sus dedos húmedos comenzó a acariciar su zona intima, el más ligero roze de sus dedos la hacía estremecer, comenzó a humedecerse.

El único testigo de lo que ocurría en esa habitación era la noche nevada y fría, la blanca noche que para todos era solo frio y soledad. Para Jeon y Scarlett era entrega y deseo mutuo.

Peligrosa Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora