Presentación (1/2)

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En un campo de batalla montañoso, marrón y devastado, cubierto de polvo y con mucha destrucción, dos guerreros con más de cien años de experiencia se enfrentaban. Tú, observando todo como el 'espectador', solo verías a los dos guerreros que se hallaban por lo menos a 30 metros de distancia separados entre sí, parados en montañas diferentes.

En primera instancia, se observaba a Juan Alex: Un hombre de 1.60 metros de estatura, cabello blanco desordenado cuyas puntas le llegaban hasta la barbilla, ojos en forma de esferas de metal gris y piel clara, vestido con una chaqueta gruesa de color blanco hecha de algodón, un pantalón blanco y zapatillas negras con blanco.

En segunda instancia, se ha aparecido Axel: Un hombre de 1.86 metros, cabello azul oscuro peinado de manera similar a Juan Alex, ojos morados intensos, piel pálida, una chaqueta de cuero marrón sin cerrar, con una camisa negra sin decoración, pantalones de cuero marrones muy oscuros y botas negras elegantes.

Axel parecía estar en mejor estado, con heridas leves y sin signos de cansancio, aunque Juan Alex lucía agotado y se mostraba con heridas muy notorias. Ambos guerreros se miraban fijamente, dando a entender al espectador que habían estado inmersos en una batalla intensa, como evidenciaba la gran destrucción que cubría el terreno, muestra del poder que habían desplegado.

─Eres un gran peleador, sin duda, Juan Alex... pero estás en una posición totalmente vulnerable. Tu brazo derecho casi sale de tu cuerpo y tu seishin se ha debilitado en gran medida.─Dijo Axel, con los brazos cruzados y una mirada autoritaria bastante aterradora.

Mientras Axel hablaba, Juan Alex lo observaba con una expresión enojada, manteniendo su guardia en alto y tratando de calmarse, sin pronunciar palabra.

─Esta dimensión es tan poderosa que desafía tus capacidades físicas. Incluso tu aguante infinito no puede soportar el gran poder que esta emana. Durante casi toda la pelea has ido perdiendo cada vez más seishin, hace rato casi te mato de un solo golpe, has perdido toda posible ventaja sobre mi... Aun tienes la opción de rendirte, y encontrar la paz contigo mismo.─Predicó Axel.

Al escuchar estas palabras de Axel, Juan Alex se sintió abrumado, indefenso, pero trató de recuperar la cordura para no perder el control.

S-sinceramente, Axel... Nunca me he rendido antes, pero tú eres... eres simplemente fuerte, eres Axel, nadie ha dado ni un poco de pelea.─Decía Juan Alex en voz baja con una leve sonrisa en el rostro, sus brazos temblaban por el esfuerzo que hacía para hablar.

Axel mantuvo un rostro inexpresivo ante las palabras de Juan Alex. El espectador percibía a Axel como un hombre de personalidad compleja, frío, distante, inexpresivo y que siempre cuestiona la realidad, apenas imaginando una sonrisa en su rostro, como si un pasado marcante lo hubiera moldeado.

"Pero yo... Puedo intentarlo una vez más. Con cada pelea que he tenido desde que era un niño, mis habilidades mejoraban, mis músculos se hacían más fuertes y capaces,─Hablaba Juan Alex mientras recordaba muchas de las peleas del pasado.─"Siento que en esta pelea aún puedo crecer un poco más... Si mi poder crece tan solo un poco más, siento que podré ganarte".─Decía mientras apretaba sus puños y levantaba la mirada hacia Axel, sonriendo.─Y prefiero que mi cuerpo se destruya por completo antes de permitir que tú lo destruyas. Pelear es lo que más disfruto en esta vida.

Vaya, Vaya─Dijo Axel, cerrando los ojos y esbozando una leve pero inesperada sonrisa, intimidando a Juan Alex, quien se sintió amenazado y asustado, reflejándolo en su rostro.

Entonces que así sea, destruyamos tu cuerpo por completo─Dijo Axel. Inmediatamente después de decir eso, con un movimiento de su brazo hacia adelante, lanzaría un enorme rayo de color negro que ante la vista del espectador, su grosor tenía el tamaño de estrellas masivas.

Juan Alex, rápidamente reaccionaría disparando una onda de energía continua de color verde y de gran grosor, se preparó para el enfrentamiento. Ambos ataques chocaron, haciendo temblar toda la dimensión por la cantidad de energía que se aniquilaba entre sí. Axel saltó y se abalanzó hacia Juan Alex a una velocidad inimaginable, atravesando ambos ataques sin efecto alguno en el. Juan Alex reaccionó rápidamente, adoptando una pose de combate y cargando su puño con energía omnipotente, emanando un brillo de color blanco, para abalanzarse también hacia Axel.

Ambos monjes guerreros chocaron sus puños, destruyendo la dimensión en la que se encontraban de una manera brutal.

Tu como espectador, sin entendías nada, solo verías millas de trillones de colores, muchas aparentes rocas volando, demasiadas cosas que tu mente no podía procesar por completo. La intensidad de la batalla lo envolvía, haciéndolo sentir como si estuviera al borde de la locura, en un instante de deslumbramiento, el observador desapareció del escenario y vería todo de color negro, sin comprender la magnitud de lo que estaba presenciando.

Seigen no nai pazu - HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora