El auto estacionaba y la rubia no paraba de pensar en tantas cosas, había sido un día raro, comenzando desde el viaje en avión que avivó sus síntomas del embarazo, hasta preguntarse si Kayla Nicole se encontraría en la gala de caridad, Kelce se dio cuenta de ello, como normalmente hace, siendo el sujeto más observador, cuando se trataba de su esposa, odiaba que se sintiera mal.
—Si te sientes muy mal, podemos regresar, puedo inventarle cualquier cosa a Patrick— Kelce odiaba mentirle a su amigo, pero no podían decirle que esperaban un bebé, no era el momento y no tenían ese acuerdo aún.
Ella suspiró. —No, estoy bien, tan solo que ha sido un día lleno de viajes y eso me tiene algo indispuesta, pero no te apures, yo resisto muy bien, lo sabes— estaba confiada.
—Sabes que voy a estar igual de preocupado, ¿No? — no la veía tan de buenas y segura de lo que estaba diciendo, en su cara se podía notar una mezcla de sentimientos raros, muy aparte de la sintomatología diaria de una mujer gestante.
—Lo sé— puso su mano en la pierna de Travis. —Y yo te voy a decir cuando me sienta pésima, por ahora, puedo resistir la noche, estoy segura—
—Ok..., De acuerdo, puede que esto no tarde tanto, espero— tomó la mano de su esposa para depositarle un beso en ella.
El motor del auto se detuvo, el chofer estacionó discretamente en una zona donde todos los invitados podían bajar con calma de sus vehículos sin ser molestados por las demás personas, sobre todo, por la prensa, quienes sospechaban que la pareja Kelce Swift iba a llegar al lugar.
Alex abrió la puerta del lado de la rubia, tomando su mano para ayudarla a salir, tras ella, iba Travis, quien le dio la mano de igual modo para que pudieran entrar juntos, mientras caminaban, Travis estaba riendo para él mismo, pero Taylor, pudo notar eso.
—¿Por qué ríes? — volteó a verlo.
Su sonrisa era enorme. —No sé tú, a pesar de lo raro que fue todo eso, ver a Selena montada en la espalda de Kayla es una imagen que nunca voy a poder borrar de mi mente— volvió a reír.
Por supuesto que ahora cada que los Mahomes tuvieran alguna reunión de caridad, claro que se iba a acordar de aquella vez que rondaron sus fotos de ellas empapadas en la alberca junto con Kayla Nicole, un momento bochornoso que Tree tuvo que luchar por borrar un poco, ella en otro momento le hubiera causado la misma gracia que a su esposo, pero debía ser honesta, esa noche ella no se sentía bien, y parte de ese síntoma era el pensar que dicha mujer se podría encontrar ahí. —Sí...— quiso tratar de ocultar esa preocupación.
—Tay, en serio, hoy te veo mal, todavía podemos regresarnos—
—No, tranquilo, estoy bien— no iba a dejar de decir que podía con eso, aunque su cara demostraba lo contario.
Llegando al salón, Brittany los estaba esperando, con una enorme sonrisa y los brazos abiertos para recibirlos, hace algunos meses que no ha visto a Taylor, a Travis sí, porque ella también todo el tiempo está pegada a su esposo y pudo convivir con él en los esporádicos entrenamientos y salidas fugaces.
—¡Tay! — se encontraba realmente feliz de verla luego de mucho.
En automático ella cambió su cara. —¡Hola, Britt! — se abrazaron.
—Hola, Travis, ¿Cómo se encuentran?, hace tanto que no los veía juntos, cualquiera podría estar creyendo los rumores— dijo sin pensar.
—¿Rumores?, ¿Cuáles rumores? — esa palabra hizo que Taylor se descolocara peor de lo que ya estaba, a pesar de que ha podido llevar bien su vida cuando todo el mundo habla mal de ella, en ese momento, se encontraba vulnerable, el embarazo la tenía así.
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Eres mi juego final
FanfictionTaylor y Travis, después de un año de relación, se han convertido en padres de sus mellizos Evie y Charles, encontrándose con nuevos retos ante una paternidad bastante sorpresiva pero muy deseada, ¿Qué es lo que le depara a la famosa cantante y el j...