Capítulo 8. Las Tres

24 8 12
                                    

—La derivada de una función mide cómo cambia el valor de la función a medida que cambia su variable independiente, proporcionando una tasa de cambio instantánea. Por ejemplo, si una función representa la posición de un objeto en función del tiempo, su derivada representa la velocidad del objeto...

Me sentía los ojos pesados mientras escuchaba a medias la clase. El maestro, con su extenso bigote que se movía con cada palabra y una gran barriga que amenazaba con romper su camisa, hablaba de forma lenta y observaba a todos alrededor como un halcón. Su mirada de furia permanente estaba siempre alerta, buscando al primero que hiciera un gesto de sueño o aburrimiento para darle una intensa reprimenda. Llevaba solo una semana estudiando en este lugar y ya me esforzaba por evitar cualquier encuentro con lo sobrenatural. Mientras intentaba mantenerme despierta, me preguntaba si la verdadera razón por la que estaba tan agotada no era el cálculo, sino las noches en vela, tratando de esquivar sombras y susurros.

Durante las noches hablaba con mi hermana menor. Me decía que todo iba bien en casa y en la escuela, y por su voz emocionada y enérgica de siempre podía comprobar que no estaba mintiendo. Pero cada vez que finalizaba la llamada y trataba de dormir, no podía evitar pensar en lo que pasaría si yo moría. ¿Sería mi hermana pequeña la siguiente? ¿El trabajo recaería en Alani Bones? No podía permitirlo, solo era una niña.

No había vuelto a ver a Scott. Max aparecía de vez en cuando para charlar, y Camille... Pasaba tiempo con ella para conocerla mejor. Me había confesado que era una bruja, igual que su abuela, pero que su poder era muy limitado. Aún no lo había desarrollado bien y, a veces, evitaba practicar por miedo a fallar. Cargaba con una gran responsabilidad sobre sus hombros, provenía de un linaje de brujas y no podía permitirse ser un fallo.

Mi mirada se dirigió de forma inconsciente hacia Dakota, que estaba sentada a mi lado. Sus ojos verdosos me observaron detenidamente, y yo no pude evitar mirarla también. ¿Qué diablos quería esa chica de mí? Ya sabía que quería que me fuera, eso lo tenía claro, pero no entendía por qué se empeñaba en meterse conmigo de forma tan descarada todo el tiempo. Dakota era presidenta del consejo estudiantil, líder de los rituales, y parecía que siempre estaba velando por el bienestar de sus compañeros. Era una buena líder, lo entendía... Y yo solo representaba una amenaza para todos ellos.

La observé tomar una nota y escribir algo rápidamente. Luego, miró al maestro para asegurarse de que no nos estaba observando y me pasó la nota. La abrí con prisa, muriendo de curiosidad:

"Hace muchos años, Avery, Aretxa y Abigail tuvieron muertes terribles, un destino tan lamentable para alguien tan joven... Te hemos dado la advertencia, huye de aquí."

Permanecí inmóvil, abrumada por un torbellino de preguntas que me embargó de repente. Los nombres resonaron de nuevo en mi mente. Por un instante, los había olvidado, pero ahora, enfrentándolos de nuevo, la confusión me envolvía. Los Bones siempre habíamos sido de Inglaterra, arraigados en nuestras tradiciones y en el paisaje de ese antiguo país. Sin embargo, estas chicas, con sus nombres grabados en una nota, habían compartido el mismo pasillo, la misma escuela, en este lejano rincón de Estados Unidos, en Florida, "El Estado del Sol". Era mi primera vez en estas tierras, lejos de casa y de todo lo que conocía. Y mi padre... Recordaba vagamente que una vez estuvo aquí por el mismo motivo que yo, para estudiar en Wonder Hall, pero el pasado de mi familia en este lugar seguía siendo un misterio envuelto en sombras.

Las preguntas atormentaban mi mente, como sombras que se deslizaban en la oscuridad. ¿Teníamos familiares americanos? ¿Por qué no lo sabía? ¿Mi madre me lo diría si preguntaba, o se preocuparía al notar que estoy indagando en la historia familiar? Suspiré, ahogada por la incertidumbre y el silencio que me rodeaba. ¿Podría ser mi padre un navegante?

El fantasma de Wonder Hall ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora