Jennie enfrenta problemas que le limitan tener una buena relación con las personas. Pero cuando por accidente conoce a Lisa, una chica que no teme a demostrar lo que piensa y siente, toda su vida cambia.
Con Lisa en su vida, todo el mundo de Jennie...
"Gracias por acompañarme Rosie, ¿nos vemos en lunch?"
-Sonreí mientras salíamos del ascensor. Hoy era mi tercer día de trabajo y la verdad ya me estaba acostumbrado.
"Claro, adiós."
-Me besó la mejilla y cada quien dividió su camino y caminé a la puerta de la oficina de Jennie. Ayer la señorita Jennie no estaba en la oficina, algo mencionaron sobre que tenía una reunión o algo así, así que básicamente pasé el día en su oficina sola-
"Buenos días señorita Lisa, la señorita Jennie si está hoy, así que por favor; toque antes de entrar."
-La asistente me sonrió y yo asentí. Toqué la puerta y esperé a que Jennie respondiera-
"Puede pasar, Manoban."
-Sonreí y entré a la oficina, me dirigí directamente a su escritorio en lugar del mío. Mientras caminaba, puede ver como venía vestida, esta vez ella tenía puesto un chaleco gris, que dejaba a la vista sus hermosos hombros y sus largas manos. Tenía algunas pulseras que sinceramente se miraban de alto valor. También tenía un pantalón formal que hacía juego con el chaleco, una cadena al parecer de oro, y finalmente su cabello lacio. Su cara era natural, esta vez no tenía nada de maquillaje, y dios... es perfecta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(referencia)
Pero me distraje cuando me di cuenta que ni siquiera me estaba mirando.
"Señorita Jennie."
-Carraspeé y la miré esperando la minima atención de ella-
"¿Si?'
-Volvió a hablar sin siquiera mirarme de nuevo, con su mirada pegada en su computadora y sus dedos tecleando sin distraerse un momento, como si yo no estuviera ahí-
"Aquí está lo que me pidió."
-Finalmente dejé la carpeta que me había dado el primer día. Era demasiado trabajo, pero vamos, soy Lisa... nací con el mejor don que pude tener. Toda esas hojas de cálculo las pude terminar en un solo día, sin un solo error mientras ella no estaba ayer-
-Miré como al fin quitó la vista de su computadora y miró a la carpeta llena de hojas verdes. Arqueó una ceja, que por lo que he visto es algo común de ella, después entrecerró los ojos, como si no me creyera-
"¿Ya? solo fue un día, esas hojas de cálculo al menos me llevarían a mí 3 días."
-Ella tomó la carpeta de mala gana, como si estuviera subestimando mi trabajo, comenzó a revisarlas lentamente, concentrada en cada hoja-
"Bueno, soy demasiado rápida para estas cosas."
-Sonreí y la miré mientras seguía revisando las hojas, lentamente recorría cada número y cada letra. La oficina estaba completamente en silencio y solo el seco sonido de un reloj de manecillas que tenía en el escritorio llenaba aquel silencio-
