Chapter Fifteen

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El sonido de un pitido retumbaba en sus oídos y el pequeño aroma a medicamentos entraba en sus fosas nasales

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El sonido de un pitido retumbaba en sus oídos y el pequeño aroma a medicamentos entraba en sus fosas nasales.

¿Dónde estoy?. Pensó mientras trataba de abrir sus ojos, sentía sus párpados bastantes pesados y se le dificultaba, sin embargo con esfuerzo logró abrirlos.

Parpadeo varias veces tratando de enfocar su vista percatandose que el lugar estaba a oscuras, estuvo vários segundos viendo el techo descifrando en dónde estaba, hasta que volteo su cabeza hacia la izquierda y pudo descifrar que se encontraba en el hospital, después de todo, todos aquellos extraños aparatos no se encontraba en cualquier lugar.

Pudo observar la venta a varios metros, tenía la cortina corrida y se podía apreciar el cielo oscuro estrellado, dejando que la luz de la luna entrará a la habitación iluminandola una cuarta parte.

Jungkook quiso incorporarse, sin embargo una pequeña punzada en su abdomen se lo impidió soltando un pequeño gemido de dolor.

—No te muevas. — Jungkook brincó en su lugar al escuchar una voz ronca provenir del otro lado de la camilla.

Volteó y se encontró con una figura del otro lado, no lo podía distinguir por la oscuridad pero si pudo ver cómo se movía hacia él, apretó un botón de la camilla haciendo que  se moviera de una forma que él quedará sentado en la cama.

Jungkook no sabía cómo reaccionar, no podía reconocer aquella figura y mucho menos su voz, sin embargo el aroma de cacao con café de aquel extraño hacía feliz a su lobo y aparte lo hacía sentir menos enfermo de lo que se había sentido en las últimas semanas.

Cansado por aquella certidumbre busco algo en la que pudiera iluminar, encontrando una lámpara sobre un buró, jalo la pequeña cadenita prendiendo el foco iluminando más la habitación y revelando el misterioso chico frente a él.

Jungkook contuvo el aliento, frente a él se encontraba un chico bastante atractivo, estatura media, pelo rubio, labios gruesos, mandíbula refinada y una nariz de botón.

Pero lo que más llamó la atención fue aquellos ojos miel que parecían brillar tal cual mil estrellas, podía reconocerlo esa mirada a mil kilómetros de distancia.

—Tu…

—Es bueno verte despierto, estuviste muchas horas dormido, iré a avisarle al doctor que despertaste. —  el rubio se dió media vuelta dispuesto a irse pero una mano sobre su muñeca lo detuvo.

—¡Espera!— el rubio se volteo nuevamente hacia el pelinegro esperando que esté dijera algo, sin embargo Jungkook ni siquiera sabía porque había hecho esa acción, no, sí sabía, solo que le daba vergüenza— ¿Cómo te llamas?

El rubio sonrió con ternura al ver la mirada avergonzada del pelinegro— Park Jimin

Jungkook sonrió feliz, soltó la mano del contrario y lo vio marcharse, sin embargo toda su felicidad se fue cuando un recuerdo pasó por su mente

¿Yo, embarazado? [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora