Babysitters ~CharlieBabe

o n e s h o t

Babe arquea su espalda en el momento exacto en el que siente como el miembro de Charlie golpea aquel punto dulce en su interior. Su cuerpo tiembla y sus labios entreabiertos dejan salir una serie de profundos gemidos que solo demuestran lo bien que se encuentra disfrutando del momento.

— Char-lie...ah-ahh...má-más...

— Estás tan apretado —le gruñe el menor al oído—. Ya casi...

Babe siente cerca el tan esperado orgasmo, está casi a nada de culminar y tocar el cielo por el placer...cuando repentinamente escuchan unos fuertes golpes en la puerta de la entrada de su casa que logra sacarlos de su burbuja de amor.

— Babe, debo ir a abrir —dice apenado mientras retrocede y trata de salir del interior de su novio—.

— No —frunce el ceño—. Que se vayan al diablo quienes sean los que tocan la puerta...

— Pero Babe...

Los golpes siguen sonando de manera insistente, Babe siente la ira recorrer su cuerpo, estuvo tan cerca de llegar al orgasmo que no puede creer que alguien interrumpiera ese glorioso momento.

Charlie se disculpa nuevamente con él mientras se coloca un short de manera rápida y baja corriendo las escaleras. Babe gruñe por lo bajo y agudiza su sentido del oído para poder escuchar quien es la maldita persona que acababa de llegar a arruinarle su día.

— Hola Charlie —esa es la clara voz de su cuñado Jeff—.

— ¡Jeff! ¡Alan! —escucha la voz entusiasmada de su cachorro—. ¿Qué los trae por aquí?

Babe se levanta y envuelve una toalla en su cintura para luego salir de su habitación y bajar las escaleras luciendo claramente enfadado. Coloca un gran ceño fruncido en su frente y realmente espera que sea lo suficientemente notorio para que Jeff y Alan comprendan que acababan de interrumpirlos.

— ¡Hola Babe! —le saluda Alan apenas lo ve asomarse en la entrada—.

— ¿Qué quieren? —pregunta bruscamente—.

— ¡P'Babe! —Charlie lo regaña por la rudeza con la que se dirige a los presentes—. No seas maleducado.

— Quiero que sepan que por ustedes acabo de perderme uno de los mejores orgasmos de la vida —acusa mientras señala a la parejita feliz—.

— Lo siento tanto —Jeff responde algo incómodo—. Es que tenemos un pequeño problema y necesitábamos su ayuda, porque es algo de vida o muerte.

— Hablen —dice el piloto estrella de X-Hunters mientras se cruza de brazos—.

— Lo que sucede... —empieza Alan—. Es que X-Hunters ha sido invitado a una convención privada de automóviles en Japón, donde se realizará una subasta de unos nuevos autos de carreras...

— ¿Y eso qué tiene que ver con nosotros? —Babe enarca una de sus cejas—. ¿Esperas que vayamos a representarlos?

— No, claro que no —bufa el mayor de los cuatro—. En realidad Jeff y yo tenemos que ir, porque entre los autos a subastar hay una nueva edición que deseamos adquirir para X-Hunters...

— Sigo sin entender que tiene que ver eso con Charlie y conmigo —entrecierra los ojos—.

— Bueno, lo que pasa es que es una convención donde van a ir solo adultos... —Jeff juega con sus manos—. Y no se permite la entrada de niños...ni de bebés...

Babe empieza a entender lo que está por suceder, e inmediatamente comienza a negar con la cabeza desesperado.

— No, no —les dice—. Ya sé a donde quieren llegar...