"Entre el humo y el alcohol"|Felipe "Pipe" González Otaño x Simón Hempe.

6

"ilusión"

Ese día me fui a acostar, escuchando como Simón hablaba con una piba, no se de que hablaban. Tampoco me interesaba sinceramente, me dolía no poder ser yo.
¿Cuál era el problema en mi? ¿No era lindo? ¿No le gustaba nada de mi? ¿No le gustaban los hombres? Seguro era eso, y si era así jamás iba a poder cambiarlo, era hora de aceptarlo.

-Que te vas a poner?. Pregunto ese rubio de ojos celestes con ese acento cordobés que tenía.

-Ni idea, es una salida común de amigos nada más. Respondí tratando de no pensar más.

-Si re, de amigos obvio. Respondió Juani.

-Que onda los pibes, que hacen?. Entro el villero, ese bajo que lo único que hacía era boludear, entro Mati.

-Se prepara para salir con Blas. Metió la pata Juani.

-Van a salir solos?. Mati se rió.

-Si, que pasa?. Hablo está vez el cordobés.

-Nada, pero es re de trolos eso, vos sos trolo Pipe?. Matías volvió a reír.

-Yo...

Lo interrumpió. Enzo interrumpió a Pipe entrando a la habitación y llevándose toda la atención de Matías con él.

-Que hacen? De que hablaban?

-De nada importante. Respondió de la nada Matías para acercarse a el y abrazarlo por la espalda.

-Eso no es de trolos Mati?. Pregunto Santi para que todos suelten una carcajada.

-Si supieran...

Dijo Enzo dejando con duda a todos pero dejando a Mati colorado, era un tomate literalmente lo era.
Enzo solo reía junto a los demás y a Matías no le quedó otra que hacer exactamente lo mismo, lo quería matar. Juani por otro lado estaba apoyando su cabeza en el hombro de Santi. Todos eran o parecían trolos, y Simón no estaba ahí para Pipe.

-Bueno Pipe quiere que lo ayuden a elegir ropa, que decís vos, Enzo?. Pregunto Juani mirándolo.

-Mm no se, para que ocasión es?. Miro al castaño.

-Una cita ahr. Rió Juani.

-Anda bobo. Se defendió el castaño.

-Bue básicamente es una salida de amigos. Respondió por ellos el cordobés.

-No se, podrías probar con algo elegante pero casual a la vez, que no sea para llamar la atención pero que sea con estilo para la ocasión. Respondió el uruguayo.

-Ay siempre pensas en todo vos, sos de otro mundo enzito. Respondió Mati dejando a los demás con ganas de estallar de la risa.

-Bueno, quién es el trolo ahora?. Susurro el ojiazul cosa que hizo reír al cordobés.

Pasaron minutos y Simón no aparecía, Pipe seguía sin saber de él. No llegaba a la habitación, lo extrañaba y lo quería volver a ver. En unos treinta minutos después decidió irse ya al restaurante al que Blas lo había invitado, era más bien un restaurante al aire libre. Típico para ir con amigos, estuvieron comiendo y divirtiéndose como niños en los juegos de la plaza de enfrente, charlando de todo un poco, si que la pasaba bien con el alto.

-Y vos cómo estás con Simón?. El alto rompió el silencio mientras esperaban los helados que ambos habían pedido.

-Qué? a que te referís?. Se hizo el que no sabía nada, claramente no quería tocar el tema, se quería olvidar del morocho por lo menos una noche.

-Digo porque parecían ser mejores amigos y de la nada no hablan. Se expresó el alto.

-Naaa, si lo hacemos.

-Seguro?. El ruido lo miro nuevamente poniendo a Pipe nervioso.

-Si, por supuesto. Dió una sonrisa totalmente fingida, cada vez lo extrañaba más.

-Bueno, "Sabes que podés contar conmigo".

Esas palabras quedaron en su cabeza, ¿Qué sentía realmente su corazón? ¿Qué sentía por Simón? ¿Qué sentía por Blas? ¿Qué pasaba por su cabeza? ¿Qué quería su corazón? Dios, eran tantas preguntas y ningúna respuesta.
La noche llegaba a su fin y cuando entró a su habitación vió a Simón durmiendo, o bueno eso creía así que trato de no hacer ruido.

-En dónde estabas?. Pregunto el morocho acercándose a él.

-La puta madre Simón!!!. Exclamó el castaño asustado, lo había tomado desprevenido.

-Que lindo sos cuando estás cagado las patas.

Claramente estaba en una, Simón estaba tomado. Cosa que Jota no les permitía, o bueno, no al menos emborracharse de esa forma. Simón había estado tomando y tal vez demasiado, más de lo permitido, no tenía duda de eso.

-Qué te pasa? Estás en pedo?, anda a dormir mejor. Respondió Pipe con cansancio.

-Dale no te pongas así ahora, con quién estabas? Con Blas, no? Seguro que también te lo comes a él. Decía totalmente cegado por el alcohol, cosa que hizo enojar a Pipe.

-Deja de joderme Simón, no tengo tiempo para tus jodas ahora, tengo sueño.

-Claro, sos un maricon de ambas formas, por qué no me decís en la cara que andas con Blas? sos un trolo de mierda.

Pipe era tranquilo, bastante pero esas palabras lo hicieron sacarse. Era un pibe y recién estaba descubriendo sus gustos, su sexualidad y lo molestaba que se metieran con eso.

-Yo soy el trolo? vos claramente no te quedas atrás, me seguiste el beso Simón. No te entiendo posta, al final vos sos más trolo que yo.

-Si? Bueno a ver si te la aguantas, Felipe.

Pipe esperaba lo peor, una piña era lo mínimo que creía que podría recibir, pero en lugar de eso pudo sentir las manos de Simón tocar su cintura, sus mejillas ardían a más no poder, estaba nervioso pero feliz y aterrado a la vez.

-Uno no elige de quién enamorarse, no es fácil. Susurro el morocho en su oído para después mirarlo a los ojos sintiendo que solo eran ellos dos.

Un beso unió sus labios, un suave pero a la vez romántico beso que dejaba ver las ganas que ambos se tenían, Pipe quería gritar de la felicidad que tenía y Simón lo único que hacía era pegarse a Pipe como si el fuera un manto que lo protegía. Las manos de Pipe subieron hasta el cuello de Simón y fue ahí cuando sintió como Simón le hablo.

-Che loco te estoy hablando, que te pasa? dónde estabas? jota te ve entrar a las dos de la mañana y te mata.

Genial, todo fue parte de su imaginación, que vida la que tenía Pipe. Que hombre Simón Hempe en pijama, y que cara de boludo tenía Pipe.

-Nada, salí a caminar, vos estás bien? no tomaste?. Lo miraba de pie a cabeza.

-Ni loco tomaría, al menos no en el proceso, jota nos mata. Que te pasa pipon? seguro que está todo bien entre nosotros después de eso?.

-Si, Saimon.

Una ilusión, una imaginación, todo fue producto de su cabeza. Simón le dió una sonrisa tan linda y tierna que Pipe moría por abrazarlo y darle un buen beso. Lastimosamente Simón ya le había dejado las cosas claras y le gustará o no, tenía que aceptarlo. Por más doloroso que sea.