Lucas era un hombre de éxito, era un reconocido científico, tenía una hermosa novia llamada Simona, casa y moto, aunque siempre quiso tener un coche azul. Aun así tenía un sueño, quería descubrir los viajes en el tiempo, y por ello mismo se abrió un canal en las redes sociales, en el que compartía diariamente sus teorías, descubrimientos y experimentos, esperando la respuesta y ayuda de gente igual de especializada o simplemente el apoyo del público. Lucas se hizo bastante famoso, empezó a salir en las noticias, en la radio, en los periódicos... Pese a ello, seguía sintiéndose vacío. Intentó centrarse 24/7 en aprender y probar, siempre con esa meta tan inalcanzable en mente. Él sabía que lo que soñaba era demasiado difícil de lograr, incluso podría ser imposible, pero lo intentaba, necesitaba ver que todos esos años de esfuerzo, todos esos videos, todos esos espectadores lograban al fin tener significado.
Sin embargo, mientras Lucas conseguía todo ese éxito y reconocimiento, su novia, en las sombras, solo lo esperaba en casa con la cena preparada y escuchaba sus penurias antes de dormir. A Simona le parecía estúpido e incluso ofensivo que Lucas se quejara de todo ese exito, poniendo como principal excusa el hecho de que probablemente nunca lograría alcanzar su objetivo. Ella pensaba que lo que importaba de ese sueño no era el final, sino todo el camino que tendría que seguir para alcanzarlo, las personas que conocería, el conocimiento que adquiriría, las bajadas y las subidas. Mientras tanto, ella era la novia de uno de los hombres más conocidos de Europa y nadie la conocía, ella solo era una espectadora más, pese a ser la persona más importante en la vida de Lucas. Él justificaba este secretismo quejándose aún más sobre la fama, advertía sobre la falta de privacidad y la férrea mentalidad que hacía falta para aguantar todos esos comentarios. Simona asentía siempre a esas quejas, aunque en el fondo pensaba que todo eran excusas, y que Lucas la quería mantener en el anonimato para ahorrarse líos.
Un lluvioso viernes 19 de marzo, Simona no pudo aguantar más, ese día, cuando Lucas llegó a casa, ella se encontraba en la puerta, repleta de maletas, y en la cocina no había ni rastro de cena. Simona se desahogó y le contó todas esas cosas que le hacían sentir tan pequeña, tan miserable, ella quería cortar con él e irse de su casa. Para Lucas todo esto fue una gran sorpresa, él nunca sospechó que ella se sintiera así, pero rápidamente se dio cuenta de todos los errores que había cometido, así que se disculpó, le prometió que le daría más reconocimiento, que pasaría más tiempo con ella y que la tendría más en cuenta. Fue difícil convencerla, sobre todo teniendo en cuenta que ya tenía todo preparado para irse, ella estaba dispuesta, pero finalmente aceptó.
Lucas le sugirió ir a su restaurante favorito, Burger King, pues ella no había hecho la cena, y él prefería pasar una noche agradable y distinta con ella, para animarla un poco. Salieron de casa entre risas. Mientras Lucas reía, se replanteaba su posición actual, se dio cuenta de lo bien que le iba en la vida y se propuso vivir la vida de otra forma, vivir al 100% cada segundo, pues cualquiera podría ser el último. Al meter su mano en el bolsillo se dio cuenta, seguía teniendo el anillo de matrimonio que un día decidió comprar para casarse con Simona. Lucas había guardado ese anillo, pensaba dárselo el día que lograra al fin descubrir los viajes en el tiempo, pero ahora lo único que le importaba era ser feliz con Simona, su sueño era ese, y ya lo estaba viviendo.
Eran las 21:37, a escasos pasos del Burger King Lucas se armó finalmente de valor, le pidió a Simona que le esperara, se arrodilló y mientras le decía cuanto le quería, sacó de su bolsillo una verde hermosa caja, Simona entendió lo que estaba pasando, lágrimas empezaron a correr por sus mejillas, fue entonces cuando Lucas sacó el anillo y le hizo la propuesta. Simona se lo pensó, pero finalmente, entre lágrimas, le dijo que sí y puso su mano sobre la suya, mientras él le colocaba el anillo. Lucas la miraba desde abajo, era la noche más feliz de su vida, pensó imposible que lograr viajar en el tiempo fuera más gratificante que eso, Simona lucia hermosa, con su mano en la suya, portando ese brillante anillo tan pequeño pero tan significativo. Se levantó para abrazarla mientras le sujetaba la mano, y fue entonces, cuando los dos estaban de pie, que un Fiat azul pasó a unos 70 Km por hora, a pocos centímetros de la cara de Lucas.
Después del susto, Lucas abrió sus ojos, Simona ya no estaba, pero seguía sintiendo su calor. El brazo de Simona, con el anillo, seguía siendo sostenido por Lucas, mientras él en completo shock apreciaba el resto del cuerpo de lo que alguno vez fue su novia y lo que algún día podría haber sido su mujer. Estaba desfigurado, casi irreconocible, su cara gracias a la fricción contra la carretera había quedado como una masa asquerosa de carne y sangre, y se lograban apreciar los huesos de la nariz. Sus dos piernas estaban separadas de su cuerpo, una de estas estaba casi rota por la mitad, la rodilla se salía por arriba. La única parte que estaba intacta era su antebrazo, que aún reposaba en la mano de Lucas, como si la última voluntad de Simona fuera darle la mano a su futuro esposo.
Pasaron meses, Lucas había caído en picado, dejó las redes, la fama, se cambió de casa y vendió su moto. Dejó todo atrás, todo menos una cosa, su sueño de viajar en el tiempo. Pese a que el sueño era el mismo, el propósito había cambiado, ahora solo deseaba regresar para salvarla. Lucas se encerró en su casa y basó su vida en descubrir los viajes en el tiempo
Al principio Lucas se maldecía diariamente, pensó que la culpa de la muerte de Simona era toda suya, si no le hubiese pedido matrimonio antes de llegar, o si no hubiesen salido, o si le hubiese tenido más en cuenta... Se torturaba con estos pensamientos, había miles de posibles escenarios en los que él seguía con ella, pero de todos ellos, a él le había tocado ese. Ahora solo quería volver atrás para salvarla.
Más meses pasaron y pronto esa culpa y arrepentimiento que sentía hacia el mismo se volvió en ira hacia el conductor de ese Fiat azul, hacia ese repugnante e irresponsable asesino que ni siquiera frenó luego de acabar con la vida de Simona. Pronto empezó a pensar en un plan para vengarse de él en su viaje al pasado, el propósito se empezaba a confundir, no se podía distinguir bien si trabajaba para volver a ver a su esposa o para volver a ver a su asesino.
Después de 3 años finalmente logró crear la máquina, aunque al hacerlo se seguía sintiendo vacío, ahora su objetivo era otro. Viajó al pasado, al ser un prototipo, la máquina le llevo unos 7 kilómetros más lejos del lugar de los hechos, pero todavía le quedaban 3 horas, era 19 de marzo a las 18:25. Empezó a prepararse, primero necesitaba llegar al sitio, pensó que caminando no le daría tiempo, así que aprovechando su pasada, pero ahora presente popularidad le pidió un coche a un grupo de fans que vinieron a pedirle fotos. Tuvo que hacerse las fotos con todos ellos, por lo que tardó bastante tiempo, cuando acabó se subió al coche y fue a una tienda de armas. Planeaba que, después de salvar a su mujer, podría seguir a ese Fiat azul y vengarse de ese asesino que aún no había cometido ningún crimen, en esa línea de tiempo. Le quedaba poco tiempo, unos 20 minutos y aún estaba a unos 2 kilómetros, pero sus ganas de vengarse parecieron ser más fuertes que las ganas de salvar a su difunta futura esposa, se autoconvenció de que le daría tiempo, de que era importante vengarse, aunque seguía mintiéndose a él mismo, seguía diciendo que lo hacía para recuperarla.
Cuando salió de la tienda eran las 21:34, quedaban tres minutos y aún estaba a 2 kilómetros. Subió rápidamente al coche y empezó a conducir hacia la entrada del Burger King, el sitio donde su vida fue arruinada. Conducía con una mano en el volante y otra en la pistola, eran ya las 21:36, iba a unos 63 Km por hora, la carretera estaba mojada. Ya era la hora, eran las 21:37 y ya se podía ver a la lejanía a su pasado yo, disfrutando la mejor noche de su vida con su futura esposa.
Mientras se acercaba a gran velocidad, miraba a todos lados, buscando un Fiat azul, buscando al asesino que iba a matar a su novia, pero no lograba ver ningún Fiat azul, de hecho, él era el único coche ahí, estaba a punto de llegar con Lucas del pasado y la aún viva Simona, y fue entonces cuando le pareció ver un coche azul a la derecha, era un SEAT.
Volvió a mirar hacia delante, Lucas se acercaba como el rayo a la entrada del Burger King, fue entonces, al ver su volante, que vio el logo de "Fiat", y se dio cuenta de que estaba conduciendo un Fiat azul. Se había distraído demasiado, ya había recorrido casi todos los metros que le separaban de su preciada Simona, pero él no se había dado cuenta, estaba demasiado ocupado buscando al culpable de ese futuro y a la vez pasado asesinato, Lucas ya se encontraba a un par de metros de Simona.
Fue entonces cuando se dio cuenta de todo, mientras conducía a unos 70 Km/hora con su Fiat azul, la atropelló.
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Venganza
Short Story"Nunca son tan peligrosos los hombres como cuando se vengan de los crímenes que ellos han cometido."