Prólogo

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Hay una infinidad de Familias en Orario pero pocas de ellas tienen una especialidad o peso dentro de la ciudad laberinto.

Entre las que no tiene ninguna pero se destaca por su rareza, por no decir, que son una bola de especímenes y la anomalía de éstos en busca de un objetivo común.

¿Quién más podría ser el Dios de una familia con estas características que alguien como MiMente?

El dios de los caminos, un título tan original como inútil, dicho Dios de natalidad en Vanaheim. Éste Dios fue "criado" por Freyr, le abrió las puertas al clan de los Vanir. Y lo hizo sentir como uno más, a pesar de lo raro de sus desconocidos antecesores.

La palabra de él era muy importante para Freyr, era casi como su mano derecha, consejero de confianza, y gran amigo. Aunque él era muy jóven para que aconseje, o eso creía Freya, su hermana, celosa del cercanísimo entre su hermano y él.
Tampoco ella era del agrado de MiMente.

Claramente todo ésto era falso en cierto sentido, bueno, no todo, pero la gran parte de éso era pura mitología de humanos. En la realidad y tenkai, MiMente es un Dios más, con título sí, pero uno más, era recientemente ascendido, tenía muy poca antigüedad como divinidad, quizás mil años.

[...]

- ¿Así que quieres bajar al mundo de los humanos? Me parece repentino de tu parte. Por cierto sabes que está Freya abajo ¿no? - Un Dios hablaba con otro.

- No me importa si está ella, quiero bajar al mundo de los humanos, a la ciudad laberinto, Orario. Hace mucho que mi interés en todo del tenkai se perdió, tómalo como unas vacaciones, después de todo, soy el Dios de los Caminos, eso incluye que tendré que recorrer varios caminos, no solo el de la divinidad, ¿no? - MiMente hablaba con el otro Dios, que aún no se había presentado.

- Cómo quieras, así que quieres bajar al mundo de los humanos, y específicamente en Orario, disfruta tus vacaciones, ¡Y no mueras!

- ¡Gracias, adiós! - MiMente corría sin dirección alguna mientras se despedía.

[...]

- Asi que ésto es... Lo que necesitaba, aparecer en las afueras de la ciudad no me gusta, pero da igual, estoy cerca al fin y al cabo.

MiMente se paró y miró el paisaje, era algo bello para él, cosas que en el tenkai no habrían, solo Dioses teniendo reuniones para chismosear, y alguno que otro tratando de ver a Diosas vírgenes desnudas, sinceramente, le daba asco, nunca se llevó bien con esa clase de Dioses, cómo Hermes, pero tampoco se llevaba mal, ahora se encontraría con muchos Dioses.

Había unos cuantos que no los veía hace mucho tiempo, Ganesha como ejemplo, le causaba gracia ese Dios, era alguien que se podría tener confianza, aparte de ser realmente amigable. Hermes también no lo veía hace mucho, y lo preferiría así.
Loki también daba gracia, jugaba mucho, después de todo era un bufón siendo Dios.

- Así que esta es la puerta de Orario, Ciudad Laberinto... - MiMente miraba hacia arriba, viendo la estructura de la puerta, parecían de marmol las piedras aunque realmente no lo sean.

- ¿¡MiMente!? ¡¡¡Bajaste del tenkai!!! Abran la puerta, es un Dios - Una Deidad con máscara de elefante le abría la puerta, tenía ropajes holgados y raros, el estilo se le parecía más a Dionisio, se veía fornido de cuerpo la Divinidad con máscara.

- ¿Ganesha? Un gusto verte después de tanto tiempo, ¿Así que te encargas de la seguridad de quién entra y sale? - MiMente le daba la mano al Dios.

- Sí, pero también mi Familia se encarga de la seguridad dentro de Orario.

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⏰ Última actualización: May 21 ⏰

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