-"𝐩𝐞𝐚𝐜𝐞"ᝰ (𝗮𝗲𝗼𝗻)

- 𝜗1𝜚ᯓ

(06/04/23) 12:23 am

Desde que había recibido aquella carta, Leon no podía dejar de pensar en la pequeña posibilidad de que ella estuviera con vida, por fin, después de casi una década había comenzado a florecer un débil rayo de esperanza que colgaba de un delgado hilo entre el miedo y la ilusión de que aquella mujer de rojo se mantuviera con vida y regresara a donde una vez perteneció; a su lado.

Aún conservaba los "obsequios" (si es que así se le pueden llamar a las oportunidades de vivir que ella le otorgó) que alguna vez ella le dio el placer de obtener, gracias a ella había logrado sacar a Ashley de esa isla, gracias a ella habían podido corroborar la inocencia de Helena (y su propia inocencia) del asesinato del presidente y gracias a ella ahora estaba sumergido en su sofá con su vista borrosa y un vaso en mano el cual sólo dejaba un rastro de que alguna vez había almacenado whisky ahí.

Un partido de football americano era lo que reproducía tenuemente el televisor, nunca había sido un aficionado, pero era una gran excusa para dormir tarde y beber hasta acabar con todo el contenido de la botella.

La noche era lo más habitual que alguna vez se había experimentado en Tacoma, Washington, su ciudad actual donde su apartamento residía. El pavimento brillando de la continua lluvia que era tan habitual en épocas de primavera, el viento frío y que lograba brindarte escalofríos incluso con solo estar dentro de casa, pero aún así, esa ciudad tenía el mágico don de sentirse como casa, no era una ciudad muy importante, pero definitivamente pasarla por alto cuando se habla de Washington no es una opción. En el apartamento de Leon se tenía una bella vista al centro, una que pocas veces se permitía admirar, pero cuando se permitía atesorar esos pequeños placeres de la vida lograba recordar el porque había decidido que ese sería su hogar temporal hasta que sus cortos periodos de descanso entre misiones acabarán.

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- "Definitivamente nuevamente no es la temporada de los Steelers."- dijo un comentarista con una clara decepción en su voz, intuyendo que era un aficionado.

- "El partido está perdido Joe, no hay nada que podamos hacer." - Dijo el otro comentarista en un tono burlón hacia su compañero, el comentarista cuyo nombre era... ¿Jake? Era uno de los más importantes de su ámbito, su percepción a las bromas, la manera en que comentaba como si se tratara de un recital que había practicado noches anteriores y su capacidad de lograr que el rating se mantuviera al tope definitivamente lo había hecho destacar en su profesión. - "Jake Moody de San Francisco acaba de lograr una anotación de 29 yardas en el 4º cuarto, no hay esperanza Joe".

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Había algo en ese último "Joe" que trajo a Leon a la realidad, no sabía que era lo que había sido, si la risa que provino del comentarista después de mencionar el nombre de su compañero o de manera más común a la simpleza pero a la vez burlona naturalidad con la que ese nombre salió de sus labios, sin embargo, no hubo nada que evitara que Leon tensara las comisuras de sus labios después de escuchar los gritos de los aficionados una vez ganado el partido por los 49ers.