Sus palabras me hicieron sentir muy feliz, era tan dulce, sus ojos brillaban como estrellas, le sonreí y en ese momento tomó mi mano. Un hombre de unos 45 años comenzó a leer el juramento, yo estaba emocionada y nerviosa
-¿Johan, aceptas a esta jovencita como tú amada y legítima esposa, para amarla y respetarla, quererla y cuidarla en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe?
-Acepto
Johan había aceptado sin siquiera pensarlo, le miré fijamente pero algo pasó, mi vista se empañó y a mí mente llegaron pensamientos muy extraños...No quiero eso para mi futuro, no quiero casarme con un hombre al que no amo...pero, realmente eso era lo que pensaba, después de todo nunca había sentido algo por nadie en mis 20 años de edad, jamás me había sentido tan felíz como lo era estando a su lado...Desperté de mis pensamientos cuando una lágrima bajó por mi mejilla y escuché a aquel hombre dirigirme la palabra...
-Señorita...¿Se encuentra bien?
-¿Jessica, ocurre algo?¿No te quieres casar?
-Yo...yo....Supuse que ya me habían preguntado si aceptaba, pero al estar perdida en mis pensamientos no les había escuchado. Levanté la vista y noté como esos hermosos ojos negros que tanto brillaban tenían una expresión totalmente diferente, estaba triste y preocupado. Entonces me apresuré en responder.
-Emm...si...acepto
-Bien...entonces, por el poder que me confiere la Santa Iglesia del reino, yo los declaro marido y mujer. Los anillos.
-Aqui tienes Johan...espero que todo salga bien
Pude escuchar lo que Thomas le decía a Johan, pero Samuel estaba frente a mí con el otro anillo...
-Jessica...que sean felices, y tranquila...él te protegerá, después de todo ya se ha enamorado antes...
Samuel me dió el anillo, dijo esas palabras y se marchó dejándome totalmente confundida. ¿Que Johan ya se había enamorado antes? ¿Que quiso decir con eso?
Intercambiamos anillos y todo continuó. Johan por respeto a mi espacio personal, en lugar de besarme en los labios, simplemente tomó con delicadeza mi mano izquierda y depositó su beso sobre ella. Todos aplaudieron y mientras salíamos del lugar los invitados lanzaban pétalos de flores y semillas de arroz sobre nosotros, ya que era un símbolo de buena fortuna.
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Vestida de Novia
ContoNo quiero eso para mi futuro, no quiero casarme con un hombre al que no amo...pero la vida no me trajo buena suerte en el amor...