Transcurría el mes de Junio con tranquilidad a la par del embarazo de aquella mujer que todos en el vecindario adoraban por ser tan respetuosa, alegre y siempre atenta. Además de hermosa y gran persona, era la esposa del hombre mas bueno que nadie había conocido, eran como la familia feliz de cualquier película familiar.
El día del nacimiento del hermoso bebé llegó y resultó ser niño, por lo que su nombre al nacer sería: Moon Taeil.
Taeil, un chiquito bajito de estatura con unas hermosas y regordetas mejillas que lo hacían ver demasiado tierno y lo que lo distinguía era su cabellito rizadito y totalmente rojito, Taeil había heredado el cabello rizado de su hermosa madre y el tono rojizo de su apuesto y gran padre.
Taeil era un chico alegre, amado y adorado por sus amigos y vecinos al igual que su familia, era hijo único por lo que consideraba a su vecino, Haechan como su hermanito menor, al cual le llevaba seis años de diferencia pero estos apenas y hacían contraste con la personalidad que ambos tenían y era tan parecida entre los dos.
A la edad de 14 años Taeil tuvo la peor noticia de lo que sería el resto de su vida. Por desgracia, en uno de los chequeos anuales de su madre descubrieron que tenía un tumor en el área del vientre, luego de distintos exámenes el resultado era positivo y la madre de Taeil sería diagnosticada con cáncer cervicouterino.
El tratamiento comenzó y la mujer recibió apoyo y mucha ayuda, sin embargo; la enfermedad ya estaba avanzada y en el momento que comenzó el tratamiento, el tumor había avanzado hasta crear lesiones en los pulmones y subir hasta el cerebro. Aquella hermosa y gran mujer falleció dos años después de comenzar el tratamiento dejando un enorme dolor en Taeil y mas que nada en su padre.
Ambos deseaban que aquello fuera una mentira y que no hubiera sucedido nada parecido, aún así la situación ya había ocurrido y aunque fuera difícil, tendrían que retomar de la mejor manera posible su vida.
Taeil dejó de comer y comenzó a dormir mucho más y aquello preocupaba a su padre ya qué tenía miedo de que le sucediera algo a su hijo y al último recuerdo que tenía de su amada.
Dos años pasaron con dificultades, Taeil fué diagnosticado con anemia y depresión, por lo que constantemente era una lucha entre tener los ánimos por el suelo y desear dormir y no saber de nadie y que su padre continuamente terminara llorando al lado de su hijo que se encontraba en un sueño profundo haciendo lo más que podía para que sus limitaciones en salud no afectaran mas a la vida de su joven hijo.
— Illie... No has comido nada y tampoco te quitaste el uniforme de la escuela, por favor baja y toma almenos un vaso con agua. — Rogaba su padre mientras su hijo apenas y podía responder por su propio cuerpo.
— Me ayudas a bañarme? Me siento muy cansado y tengo miedo caerme en la ducañha..— pidió el chico hablando con muchas pausas ya que entre medio de aquellas palabras se quedaba dormido. — Su padre sonrió con tristeza y dejó un beso en la frente de su hijo al ver como este se sentaba con la mirada perdida en algún punto de su habitación, mientras el hombre mayor tomaba la ropa y toalla de su hijo para ponerlas en el baño para después volver por su menor.
El baño transcurrió con normalidad, Taeil se apoyaba de su padre en los momentos que sentía que podía caerse y le agradecía cada vez que el mayor lo hacía mantenerse de pie.
— Hijo... Quisiera que retomes la terapia — Taeil se tensó ante aquel recuerdo amargo de haber sido abusado por su psicólogo de maner física y aprovechandose de su débil mentalidad para hacer que se odiara y creyera que nunca sería alguien digno para nadie.— papá... Es qué, yo no quiero volver..— Taeil puchereo dejando caer lágrimas mientras veía a su padre a quien se le partía el corazón sabiendo cuánto había sufrido con aquel "psicólogo".
— Illie, no vas a volver ahí, vamos a tener citas con psicólogos hasta que uno logre hacerte sentir bien, crees hacer ese esfuerzo? — Luego de estar seco y cambiado su padre lo abrazo y Taeil asintió mientras continuaba llorando en el hombro de su padre.— Quiero mejorar.. no me gusta ser una carga para ti y yo le juré a mamá que te protegería..— aquellas palabras tocaron el blando corazón del señor Moon. — Taeil, se que tu intención es mejorar y ser mi apoyo, pero ahora permíteme ayudarte de nuevo. Aunque me afecte mucho haber perdido a tu madre, me duele más no poder hacer algo por quién aún está conmigo y depende de mi. — El mayor de los dos limpió las lágrimas de su hijo y juntos fueron a la cocina para que Taeil pudiera comer un poco después de no haber ingerido nada en lo que iba de la semana.
— Cuando pintaste la cocina papá? — Taeil preguntó con un brillito en los ojos al ver que la cocina estaba pintada en colores verdes y tonalidades blancas, tal como siempre quiso y siempre le pidió a su mami. — Su padre sonrió emocionado sentandose a admirar lo bien que le había quedado. — Al inicio de semana, decidí hacer un cambio y me acordé como es que siempre quisiste ver la cocina con estos colores... Vaya que tenías razón cuando decías que tendría mas luz y se miraría mas espaciosa.
— Te quedó muy linda! — El menor sonrió feliz y con mayor entusiasmo logró terminar la mitad de lo que le había servido su padre, el cual sonrió orgulloso de su hijo.Talvez ambos sentían su corazón doler ante la pérdida. Por un momento no tuvieron ánimos ni sabían como debían seguir su vida, pero ambos avanzarían de la mano y ayudarían al otro cuando se cayera..
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Hasta el fin del mundo // Johnil.
Romance-Jamás seré feliz hasta volverte a ver, madre, no hay día que no venga a contarte mi día llorar y desahogarme en tu tumba como si tuviera recostado en tus piernas como cunado era un niño pequeño, te extraño tanto, mami.. - Aquel chico de cabellos ro...