"El chico de intercambio" Shawn Mendes

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Unas cuantas horas después una azafata anuncia por megafonía el final de nuestro vuelo. Nos despertamos todos con cara de zombie. No quiero darle al tema de Shawn más importancia de la que en realidad tiene.

Bajamos del avión y esperamos a recoger nuestras maletas. Las profesoras nos preguntan si queremos desayunar por el aeropuerto o que si preferimos ir al hotel a dejar las cosas y desayunar allí más tranquilamente. La mayoría nos decantamos por el segundo plan.

Un autobús nos recoge en la puerta del aeropuerto. De camino a nuestro hotel pasamos por el centro de la ciudad. Me encanta todo lo que veo, edificios altos y viejos. Casas de colores vivos, autobuses y cabinas rojas.

Nada más llegar al hotel todos bajamos en masa, recogemos las maletas y esperamos uno por uno a que nos hagan el check in de cada habitación. Casi todas las habitaciones son de dos menos la nuestra que es de tres. Estamos todos en el mismo pasillo ya que las profesoras quieren tenernos controlados. 

Dejamos las maletas y elegimos la cama. Yo elijo la del medio y ellas las de los lados. Nos cambiamos para bajar a desayunar al restaurante y al salir nos topamos con Cameron y Aaron.

-¿Estáis en frente?

Dice Taylor y le da un beso a Aaron mientras asiente. En mi cabeza grito por lo monos que son.

No damos a penas dos pasos y de la habitación de nuestro lado salen los tres mosqueteros. Nash, Matt y como no Shawn. Que casualidad.

Cuando terminamos de desayunar las profesoras nos dicen que cojamos las cosas necesarias ya que nos vamos a hacer un poco de turismo antes de la hora de comer. Y en ese tiempo decido contarles a las gemelas lo que nos pasa a Shawn y a mi, ya que merecen saberlo.

-Sinceramente no le entiendo, no habéis tenido ninguna discusión para que el esté así. Creo que deberías hablar con el porque si te soy sincera creo que esta esperando a que le dejes.

Comenta Hellen cuando termino de hablar.

Y tiene razón, está teniendo esa actitud para que sea yo la que me canse y le deje. Pero si es él el que no quiere seguir con esto, ¿Porque no tiene el valor de dejarme?

-Pero lo mejor es que acabéis bien sabes, habla con el pero no le eches nada en cara. Si al fin y al cabo el que se va a arrepentir va a ser el Leah.

Dice Taylor.

Tiene razón, aunque haya actuado como un imbécil es mejor que acabemos bien a pesar de que a penas hablamos. Pero si el hace el intento de echarme algo en cara, yo no me voy a quedar callada.

Voy a hablar con él y dejarlo todo claro. Porque no quiero pasarme todo el viaje con miraditas cínicas y llenas de rabia. Ni por su parte, ni por la mía.

-Ahora vengo.

Salgo de la habitación  y a lo lejos veo a Shawn hablando con Alison. Se da la vuelta y anda hacía su habitación tranquilamente hasta que nota mi presencia.

-Quiero hablar contigo.

Él asiente como si sabe de que le voy a hablar.

Andamos hasta el hueco de la escalera y nos paramos allí.

-Mira Shawn que lo mejor es que lo dejemos.

Digo sin andarme con rodeos porque llevo muchas semanas quedándome a medias con este tema y quiero dejarlo claro.

-No se si habrás conocido a alguien o te habrás cansado de mi. -Hace un intento de hablar pero no le dejo.-  Pero me he cansado de estar por estar, no te guardo rencor ni malos rollos. Todo bien solo que se acabó. ¿Te parece?

He sido tan clara que hasta me siento orgullosa de mi misma, le he dicho todo lo que le quería decir de una, sin miedos, ni remordimientos. Como debía haberlo hecho mucho antes.

Parece como si le hubiese pillado por sorpresa a pesar de que ha sido el quien ha actuado como un extraño para mi durante tres semanas, esto iba a pasar tarde o temprano si seguía actuando así y encima el que se sorprende es el.

Quizás se sorprende porque quería ser el quien cortase conmigo.

-Sí, emm.

Parece que se le ha tragado la lengua el gato. Ahora no sabe ni hablar. Vamos, esto era muy probable. En realidad me fastidia que no sea capaz de admitir que quiere que lo dejemos o de negarlo si lo siente así.

-No hace falta que digas nada si no quieres, solo dime si estas de acuerdo. Sin malos rollos.

Otra vez el silencio con la mirada en el suelo, estoy siendo amable con el pidiéndole la opinión sobre algo tan mio como suyo, como nuestro. Alza la mirada y la cruza con la mía para acabar asintiendo.

-Bien pues, ya está. 

Digo como dándolo por echo, parece que esté yo más convencida que el.

-Sin malos rollos.

Vuelvo a repetir y el asiente.

Quiero que quede claro que no vamos a tener mal ambiente entre ambos.

Parece que sea como sea el destino siempre acaba llevándonos por caminos distintos.

Fin de la primera temporada.