#25 + NO SE DICE QUIERES SER MI NOVIA SINO QUIERES SER MI BOLSA DE BASURA +

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#25 + NO SE DICE QUIERES SER MI NOVIA SINO QUIERES SER MI BOLSA DE BASURA +




No puedo dejar de observarlo, la manera en que conduce el auto y frunce el ceño a causa de la demora de los autos o la manera en la que se lleva el puño a los labios y se da golpecitos en ellos es sumamente fascinante.
Se retira la gorra del cabello y una pequeña coleta queda a la vista para después retirarse la goma del cabello y dejarlo expuesto. Ese simple acto hace que sonría y que me enamore un poco más de él.

—Deja de sonreír Reynolds que me estás comenzando a dar miedo —dijo con la mirada fija en la carretera.

—No puedo dejar de sonreír —respondí y él me miró por unos segundos—. Soy feliz, soy muy felíz Aslan Levi


Le volví a mostrar mi sonrisa y eso provocó que él también sonriera, sus hoyuelos en sus mejillas se marcaban tanto que lo hacían adorable. Aslan tenía la sonrisa más hermosa del mundo.



—¿Qué...? —preguntó estacionando el auto— ¿Por qué me miras de esa manera Reynolds?

—Porque me parece que tienes la sonrisa más adorable y hermosa de todo el universo —dije guiñándole un ojo.

—Pero que dices.



Juro que lo ví sonrojar y eso me pareció más adorable y a la vez gracioso.



—Te sonrojaste, acabo de verte sonrojado —lo señalé con el dedo y me burle de él.

—Por supuesto que no Reynolds, estás loca y por eso inventas eso —me dió la espalda y yo lo jale para que me viera a la cara.

—No lo inventé y además te mirabas demasiado adorable.

—Estás loca, eso es lo que pasa Reynolds tú estás completamente loca —puso sus manos en mi cabeza y volvió a sonreír.

—Quizás lo estoy Aslan y sabes porque... —ante lo que dije él negó con la cabeza.

—¿Por qué Reynolds?...

—Creo que estoy perdiendo la cabeza, y eso lo dijo alguien que realmente estaba perdido.


Aslan volvió a sonreír y yo aproveché para robarle un beso, un beso que desde ahora era un beneficio de lo que teníamos.



—No, no y no así que no insistas corderito.

—Por favor, di que sí, di que sí ¡SI! —puse mi mejor cara de angelito y le volví a suplicar, al instante el sonrió— ¿Eso quiere decir que sí?...

—Eso quiere decir que no puedo negarte nada corderito, no puedo tratar de ser alguien fuerte cuando tú eres mi debilidad —él sonrió y sus ojos verdes se iluminaron mucho más.

—¿Entonces yo soy tu debilidad?...

Él no respondió solo me atrajó a sus brazos

—Si eres mi debilidad y sabes que...

—¿Qué? —dije mientras lo abrazaba.

—Creo que estoy perdiendo la cabeza por tu culpa.

—¿Por mi culpa? —sonreí mientras me separaba de él para verlo a la cara— ¿Y eso porqué?

—Por que cuando te estás a mi lado solo quiero que seas feliz, que sonrías. Por qué cuando estás a mi lado siento que tú eres mi oxígeno y que vivo gracias a ti; solo pienso en ti corderito, solo tu estás en mi mente y eso me da miedo.

100 Días para enamorarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora