Capítulo 25

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Tal como lo dijo la mama de Peat salía del aeropuerto a las 7:00 en punto, encontrándose en la entrada con su esposo y su hijo esperando por ella, cuando estuvo frente a Zee le dio un saludo seco ya que según ella las demostraciones de efecto en público eran prácticas de mal gusto, desvió la vista a su hijo y solo pronunció una frase sin expresión en concreto.

Jiyeon: Tu y yo tenemos que hablar.

Recibió una afirmación silenciosa por parte de Peat, emprendieron camino a la casa, una vez en ella sin saludar a nadie de la servidumbre paso de largo hasta uno de los despachos cerrando la puerta detrás de ella.

Peat quien sabía que debía ir con ella simplemente miro a su padre quien en silencio y con una mirada tranquilizadora le daba ánimo para soportar lo que quiera que sea que su madre quisiera decirle.

Entro en el despacho y tomo asiento frente al enorme escritorio detrás del que se encontraba su madre en una silla de piel, mirándolo fijamente y de manera juzgadora.

Jiyeon: Me entere hace dos días del circo que te montaste con la familia Phakphum, a decir verdad, fácilmente hubiera dejado pasar el hecho de que no fui invitada a la ceremonia, pero la ridiculez de divorciarte es otra cosa.

Peat: Tendrá un hijo con otra mujer...

Jiyeon: ¿Y?, eso no es relevante, ¿sabes algo? – se puso de pie y camino con pasos elegantes e inmaculados hasta encontrarse a un lado de el- Estoy realmente decepcionada por tu comportamiento, que yo recuerde toda tu vida hasta el momento he tratado de hacerte entender que tus sentimientos y decisiones no son importantes, tu única preocupación debe ser mantener una imagen impecable ante todos y esto debido a una sola cosa- lo sujeto de las mejillas con rudeza innecesaria para dirigirle una mirada de desprecio- Tu maldita mala suerte de nacer en una familia de apellido importante.

Peat: No podía dejar que se burlara de mi – una sonora cachetada se hizo presente cortando las palabras en su garganta.

Jiyeon: ¡Pero hay maneras de actuar!, maldita sea, cualquier cosa menos manchar el apellido, eres una vergüenza, por suerte ya estoy a tu lado de nuevo y tendré la oportunidad de regresarte al camino de la rectitud para hacerte una persona ejemplar y todo lo que todos esperan de ti como heredero del patrimonio Pruk.

Peat: Esta bien madre, compermiso – se dirigió a la salida con las lágrimas resbalando silenciosamente por sus mejillas.

Jiyeon: Dile a tu padre que quiero hablar con él y para de llorar, tu ridícula debilidad me enferma.

Salió de ese lugar recordando esa sensación de miseria que siempre le provoco la cercanía con su madre y no pudo evitar sentir su alma agrietarse de nuevo, todo lo que en un momento creyó sanado realmente estaba cubierto por una cálida manta de falsa esperanza que le fue cruelmente arrebatada desde que se enteró del futuro hijo de Fort con esa despreciable mujer, desde con la noticia de su pequeño pensó que tendría la fuerza necesaria para hacer valer cada día por el bien de su pequeño y el suyo propio pero ahora su madre viene a ponerle los pies en la tierra y recordarle lo débil que es y el mismo lo comprueba en esos momentos por la facilidad en que se derrumba frente a ella.

Se puso de pie sabiendo que de permanecer ahí su madre saldría y las humillaciones no pararían por un buen rato por lo que reuniendo un poco de valor se aferró a su apenas abultado vientre de dos meses y medio y se encamino a buscar a su padre para hacerle llega el recado de su madre.

Una vez lo encontró le comunico los deseos de su madre y se retiró ante la atenta mirada preocupada de su padre quien, sabiendo de antemano lo que ocurrió con su pequeño, decidió dejarlo desahogarse y dirigirse lo antes posible donde lo esperaba su esposa.

Entro sin llamar y se dirigió directo a una botella de licor sirviéndose un trago como preparándose para la inminente pelea que se aproximaba.

Jiyeon: Debo pensar que te olvidaste por completo comunicarme la situación de Peat por el exagerado trabajo que tenías pendiente...

Zee: No, en realidad fue a propósito porque sabía cómo te pondrías.

Jiyeon: Osea que era mucho mejor que me enterara cuando medio planeta murmurara sobre mi familia.

Zee: Yo me encargare de eso no tienes que preocuparte de nada que quien menos sale perjudicada aquí eres tú.

Jiyeon: Zee, Zee, Zee... tan despreocupado e ingenuo como siempre, tu pequeña mente siempre imagina que con unas cuantas personas sobornadas todo se puede arreglar, pero deberías entender que las cosas no son así, tarde o temprano todo se descubrirá, aunque debo admitir que me sorprende que tu relación inmoral con esa ramera aún no se halla descubierto.

Zee: ¡Cállate!, de ninguna manera te permitiré que le faltes al respeto a Nunew, él no tiene nada que ver en esto.

Jiyeon: Claro que tiene que ver, gracias a sus malditas influencias te volviste suave con Peat y mira como termino, es una vergüenza para la familia al igual que tú.

Zee: Peat no tiene que avergonzarse de nada y Nunew lo único que hizo fue abrirme los ojos y hacerme ver el tormento en el que vivía mi hijo, yo no veo nada de malo en eso.

Jiyeon: No, claro que no, que más te puede preocupar si por debajo de la mesa, ya llenaste el apellido de barro con tus inmaduras acciones.

Zee: ¿Pero de que hablas?, sabes perfectamente que a mí nunca me intereso el que dirán y si en Nunew encontré el amor eso es algo que tu ni de broma me podrás negar.

Jiyeon: Jajaja, perdóname que me ría, pero te recuerdo que soy tu esposa y un contrato nupcial te ata a mi hasta que nuestro hijo tome posesión de la herencia total cosa que no pasará hasta que él tenga a su primogénito.

Zee: JAJAJA, pues el que ríe al último ríe mejor porque entérate que Peat está en cinta y en cuanto ese pequeño nazca tramitare el divorcio, pero por ahora te advierto que si lastimas a mi hijo física o emocionalmente me encargare de que no recibas ningún tipo de indemnización al final de nuestro matrimonio, ahora si me disculpas, tengo una cita con Nunew y no quiero hacerlo esperar.

Salió dejando a la mujer echando llamas por la boca desesperada por buscar la manera de mantener a Zee más tiempo atado a su lado.

Pensando por un rato no encontró otra opción másque deshacerse del hijo que esperaba Peat, el nacimiento de ese bastardo le significabaun estorbo enorme que necesitaba hacer a un lado si o si, pero para eso debía planificartodo a la perfección para que se entendiera como un accidente y no hubiera maneraen que ella saliera inculpada. 

Recuerdos del corazón (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora