••• Golden Boy •••

Capítulo 19

César salía de la habitación de hotel, ni bien prendió el celular le aparecieron notificaciones de llamadas así como mensajes de su novia los cuales decidió responder.

Durante la tarde, en la casa de la familia Miranda recibió la visita de Bruno una vez más. Los dos jóvenes decidieron aprovechar el día soleado, darse un chapuzón en la alberca mientras disfrutaban de los bocadillos que la señora Matilde preparaba junto a las bebidas.

— Dijiste que habías encontrado un libro digital que te gustó, hice mis investigaciones y resulta que la escritora estaba más cerca de lo que creías. —Decía Bruno al mantener sus pies dentro del agua y comer algo.— Es Ana, la mejor amiga de tu prometida.

— ¿Ana? Con razón parecía querer decirme algo cuando nos vimos en la graduación de mi hermano, esa chica tiene futuro ya la veo publicando sus libros en físico.

— Pero lo que ella escribe son romances y poemas, creí que lo tuyo eran solo libros de autoayuda.

— Siempre es bueno aprender cosas nuevas, además ella narra con exactitud como me siento... Es por eso que decidí leer sus dos libros. —Susurró al salir de la alberca, colocándose sobre la silla y tomar un poco de sol.—

— ¿Y qué opinas de ella? ¿No te resulta atractiva?

— ¿Quién? —Preguntó al mantener los ojos cerrados, se encontraba ahora en un estado de frescura extrema.—

— ¿Quién más? Estamos hablando de Ana, aunque es inexperta con los hombres creo que tú y ella harían una buena pareja. —Bruno sonrió al recostarse sobre la silla.—

— No digas tonterías.

— ¿No lo haz pensado? Ivette no siente lo mismo que tú, ya ah pasado un año y ¿Todavía tienes esperanzas? Mejor pasa la página y enamórate de alguien más.

— ¿Por qué crees que Ana y yo seríamos una buena pareja?

— A ti te gusta leer, eres un cerebrito y también carismático; ella por otro lado, es tímida, escritora y con la cabeza en las nubes... Son como el complemento perfecto,  aparte no está tan mal, es delgada pero guapa.

— ¿Ah, sí? Entonces ¿Por qué no sales con ella?

— Te estoy tratando de ayudar, soy tu mejor amigo así que quiero lo mejor para ti. —Aclaró al reincorporar la postura y apoyar los brazos sobre sus piernas.— Tú sabes que con Ivette las cosas son difíciles, ella solo te ve como un amigo o como un perro a quién acaba de adoptar, suena muy feo pero es la verdad... Ella no quiere saber nada del amor, lo único que le interesa son sus propios objetivos y solo perderás el tiempo si crees que en algún momento va a corresponderte.

— Es cierto que ella no siente lo mismo, pero no voy a utilizar a otra mujer solo para olvidarme de Ivette.

— ¿Por qué lo dices de esa forma? Solo puedes darte la oportunidad de conocerla, no quiero decir que sean pareja, puedes tener citas y eso, ya luego verás que pasa más adelante... Deja que fluyan las cosas.

                                  ∞∞∞

Al transcurrir unas semanas, Ana había recibido muchos mensajes de la persona con quién soñaba, cada noche no podía estar más que emocionada por el nuevo día en donde volvería a entablar una conversación con aquel chico contándose cosas cotidianas que hacía diariamente e incluso podía confesarle sus propios secretos que ni sus propios padres o hermanos eran conscientes así que Ana no tenía ninguna duda que Lucas sentía lo mismo y armándose de valor decidió confesarse yendo hacía la casa de la familia Miranda.