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Salgo de la habitación esperando encontrar el desastre que dejamos en el piso o al menos el olor que evidencie el encuentro sexual; nada, todo esta impecable, se siente bien tener quien limpie todo el tiempo. El congelador de carne tiene demasiadas opciones, no se quien hace compras aquí o porque compran tanto si apenas comemos en esta casa pero no voy a preocuparme por eso ahora.
Ensalada de pasta suena como una buena idea, algo que puedo preparar yo, sin ayuda de Melo, pongo a hervir los espirales, pico cebolla hasta llorar y tomo sal, paprika, pimienta, ajíes.
—Hola cielo; ¿Qué tienes en mente?—
¿Para que mierda se viste esta mujer como si estuviera en la oficina?, no ha ido en meses; se que su posición le permite trabajar de forma remota y ha logrado que la mía también, realmente fue fácil después de la pandemia, pero no se que seria de mi estatus laboral si no fuera mi supervisora, aunque no puede impedir que me despidan, camina hasta mi rodeando la isla de la cocina e inmediatamente, sin mediar palabra apaga la olla en la que hierve la pasta.
—Sácala o estará muy blanda, ¿en que le ayudo chef?— Me dice.
—¿Puedes preparar la carne? Hay vegetales... Fajitas tal vez... —No había pensado en el menú pero se que a el le gusta la carne y come vegetales. — Fajitas con vegetales, o pasta.— Digo finalmente.
Me mira con paciencia y solo se da vuelta para buscar ingredientes en el refrigerados.
—A la bestia esa, ¿aun le gusta el puerro? podemos hacer las fajitas, arroz con puerro y tu la ensalada de pasta que iniciaste, preparamos algún jugo con las frutas congeladas o le das vino... ¿Qué dices?—
¿No dijo que tenia que ser sencillo?, que sea lo que Dios quiera realmente; la veo cortar y sazonar la carne; tomo nota mental de los pasos y el proceso en general, estoy tan concentrada en como prepara el arroz cuando termina con la carne que a penas presto atención a mi ensalada; menos mal que la he preparado un millón de veces. Toma un vaso de jugo de la nevera y la manera en la que se recuesta con la cabeza entre los brazos es preocupante.
—¿Te sientes mal?— Pregunto acariciándole la espalda.
—No desayune y estoy mareada, eso y Jeff esta raro, me da pesar estar cocinando para la bestia que tienes como novio y saber que el mío salió temprano sin desayunar aunque le prepare desayuno cuando lo hice para Annett; le escribí hace para saber lo que quería comer y me dijo que comería fuera.—
Hace pausas, se toma jugo y va por mas. ¿Cómo no va a estar mareada si no come la muy loca?; debe haber perdido al menos 30 libras en lo que llevamos acá.
—Melo, que no este pegado a ti no significa que no te quiera, han tenido mucho trabajo creo y ese hombre esta enamorado; solo hay que ver como te trata.—
—No es eso; esta raro desde anoche; le conté algo y ni siquiera me mira a los ojos; intente seducirlo esta mañana, hasta me metí en el baño con el después de entrenar, normalmente no podemos estar solos dos segundos sin que se ponga sucio pero hoy solo me beso la frente el muy estúpido y salió—
Habla agregándole puerro al arroz, pero no veo razones para que se preocupe... Aunque siendo honestas, el día que me le meta al baño a Ray y salga sin tocarme me preocupare también.
—¿Paso algo? ¿Pelearon otra vez por Eduardo? Estaban bien anoche cuando llego todo meloso y preocupado.—
—Si y no, le conté algo algunas de las cosas que pase con David y creo que me ve diferente, que no me desea, nos estábamos besando y ni siquiera me tocaba... En fin, creo que eso es suficiente sal cielo, ya no le pongas mas.— Me dice quitando el salero de mis manos, no note que seguia sazonando la ensalada.
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Eros -Borrador
RomanceNo existen salidas si todas las puertas llevan al mismo lugar; Raymond Vargas sabe esto mejor que cualquiera, estar exiliado parecía la oportunidad perfecta para cambiar su vida. -Solo las partes que no le gustan- Pero desaparecer y dejar todo atrás...