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El gran día del debut se acercaba, algunos miembros llenos de temor, otro llenos de emoción, y otros simplemente llenos de ira. Dos de ellos en especifico.

Jisung y Hyunjin nunca se llevaron bien, pero por alguna razón a ese largucho le encantaba esparcir rumores y fingir que no sabía nada de lo que él mismo ocasionada con sus cotilleos alterados y dramatizados, realmente sabía actuar como el inocente después de básicamente arruinarle el periodo de entrenamiento a una trainee solo por inventar que era lesbiana. Este era Hyunjin, Jisung tenía sus razones para odiarlo.

— Y Chan llegó a la habitación y los separó, te juro que podía escuchar los lloriqueos de Jisung cuando Minho lo derribó.

Jisung podía escuchar la conversación, pero ni siquiera se molestó en intervenir y defender su orgullo, estaba demasiado agotado física y mentalmente como para lidiar con un hablador.
Debido a la llegada de Minho la coreografía tuvo que ser modificada, pero al ser un increíble bailarín todo fue de maravilla, ganándose el puesto del coreografo del grupo en un día. Nuevamente Jisung moría de celos y admiración, ¿como demonios ese bastardo era tan bueno en todo lo que hacía? ¿Qué lo hacía tan especial? ¿Era su talento vocal, su talento en el baile, o simplemente su físico? Porque claro, aunque Jisung lo odiaba, era innegable que Lee era físicamente muy atractivo. Jisung odiaba eso.

El ensayo transcurría con fluidez, ensayando duro y dando lo mejor de sí. Los ojos de Minho escaneando a cada miembro a través del espejo como un gato con increíbles reflejos, tanto así que notó un desperfecto casi de inmediato.

—Tienes que levantar más la mano derecha.— Minho le indicó a Jisung, su voz firme y su mirada fija en él.

Jisung rodó los ojos con irritación, ¿Cómo se atrevía a darle indicaciones?
Jisung aprovechó la oportunidad y obedeció, pero fue a su manera.
Él levantó la mano derecha exageradamente, golpeando a Minho en el costado, completamente intensional.

— ¿Así? — preguntó Jisung con una sonrisa satisfecha.

Minho suspiró de forma ruidosa y se giró hacia él, con los puños cerrados.

— No puedo creer que seas tan inútil... — Minho susurró entre dientes, frotándose las cienes con las manos en signo de irritación. — Solo levanta la mano a la maldita altura correcta.

— ¡No me digas que hacer! ¡Conozco la coreografía mejor que tú!

Ambos se olvidaron por el momento que no estaban solos, los demás miembros estaban ahí, mirandolos con expresiones de preocupación, casi como si ya supieran que estaban a punto de presenciar otra pelea. Nada nuevo, quizá les sorprendía por Minho, pero no por Jisung.

Minho sonrió y tomó la oportunidad para humillar a Jisung, justo como lo merecía, el ambiente cargado de sus aires de suficiencia mientras veía al adolescente con su respiración erratica tan rápido.

- Oh, ¿de verdad? Entonces, ¿por qué no tomas mi lugar y nos diriges a todos? ¿eh? ¡Todos, Jisung ahora tomará mi lugar!

Jisung se quedó boquiabierto. Estaba en una posición donde estaba a punto de quedar como el mayor idiota de la historia, no pensó que Minho haría algo así, que lo iba a humillar de esa forma.
Jisung suspiró y miró a Minho fijamente, se podía notar como su mandíbula se apretaba, el rechinido de sus dientes haciendo eco en la sala de prácticas.
Los demás miembros mirándolo, ¿qué lo veían? Bola de mediocres buenos para nada.

El pelinegro dio un paso al frente, empujando a Minho hombro con hombro y se posicionó en medio.

- No puede ser posible... - Bangchan susurró para sí mismo, mirando a los chicos mientras él estaba sentado en el suelo al frente.

Cheesecake. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora