He muerto, de eso estoy completamente seguro. Nadie puede sobrevivir a un accidente de tráfico a más de doscientos kilómetros por hora. (La bebida y la falta de carnet de conducir son peores compañeras de lo que pensáis) Por lo que encontrarme estirado en una cuna de bebés es una gran sorpresa. Más aún cuando por la ventana puedo ver una versión del monte rushmore que conozco muy bien.
"Mierda. ¿De verdad he reencarnado al mundo de Naruto?"
Y con eso empezó mi nueva vida, en el mundo de mi serie anime favorita.
- - -
Han pasado casi cuatro años desde que estoy en este mundo, y sinceramente creo que soy el protagonista de alguna especie de fanfic de wattpad. Primer signo, mi nombre es exactamente el mismo, Roger, un nombre occidental, mientras que todos a mi alrededor usan nombres japoneses o que suenan a japonés. Segundo signo, no puedo ir a ningún sitio sin encontrarme con alguien importante de la serie.
Ya sean los doce de Konoha, los jounin, el Hokage o los jefes de clanes.
Si me hacen una prueba de chakra y resulta que tengo una cantidad descomunal junto con un muy buen control sobre esta, me quedará claro que soy el estupido arquetipo de protagonista de fanfic mal hecho.
Al menos espero que sí lo soy, mi historia sea, o parezca, interesante.
Ahora mismo me encuentro jugando en el parque... Bueno, más que jugando mirando a los niños jugar mientras considero mis futuras opciones. ¿Romper el canon y solucionar los problemas antes de que aparezcan? ¿Crear un harem con las chicas sexys? ¿Vivir como civil toda mi vida y alejarme lo más posible de los protas? ... Bueno teniendo en cuenta de que me los encuentro constantemente, la última es imposible.
Al final acabé por decidirme por la primera opción. Si salir con una mujer ya me causaba problemas, varias sería un infierno. Aparte de que desconocía cómo de aceptado estaba el poliamor en esta sociedad.
Justo cuando acabe de pensar, mi nueva madre, la cual me importa más bien poco, al punto de que ni se cual es su nombre, me agarró del hombro y me dijo que nos íbamos a casa. Parpadeé y miré hacia el parque, viendo como todo el resto de padres hacían lo mismo con sus respectivos descendientes. Solo se me ocurría una razón para ello, así que empecé a buscar una mata de pelo amarilla.
Y en un extremo del parque vi al querido protagonista de la serie. No fue muy difícil engañar a mi madre para que me dejara ir. Parece que aún no se había dado cuenta de lo extraño de mi comportamiento. Espero que sea por despistada o idiota y no por el poder del guion. Odiaría estar en una historia tan vaga.
Me acerqué a Naruto, este estaba sentado en un columpio mientras miraba a la nada.
—¿Quieres jugar?
El rubio me miró sorprendido y rápidamente sonrió.
—¡Pues claro!
Hay que decir que me lo pasé bien jugando, el tipo de diversión que tendría un adulto jugando con un niño pequeño. Pero fue divertida la hora o hora y media que estuvimos jugando.
—Debería de volver a casa, mi familia se puede preocupar.
—Oh, vale. Gracias por jugar conmigo.
¿Tenía que sonar tan triste a la hora de despedirse?
—¿Mañana seguimos jugando?
El rubio me sonrió y asintió varias veces.
Listo, relación completamente orgánica creada con Naruto, ahora solo tenía que intentar hacerme amigo Sasuke, los vínculos formados en la academia lo harían tomar un conjunto diferente de decisiones. Espero que eso sea suficiente para evitar su deserción.
Pero para eso todavía quedaban dos años, así que tiempo al tiempo.
- - -
Bueno dos años pasan bastante rápido, casi parece que haya habido un salto de tiempo... Espera, si mi teoría sobre que soy el prota de un fanfic es cierta, tal vez sea así. Tampoco es como que pueda hacer nada para solucionarlo o probarlo, así que... Si, vamos a hacer un resumen de mi día a día.
Ir a la academia, explicar a Naruto lo que Iruka está instruyendo, bromear con Naruto, socializar con otros compañeros, intentar que Hinata hable con Naruto, hacerse amigo de Sasuke mientras Hinata tartamudea un hola... La vida escolar promedia.
Hasta que de golpe dejé de ver a la policía militar por las calles, entonces supe que el evento canónico había ocurrido. (Inserte aquí meme de Miguel O'Hara) Solo quedaba un Uchiha en Konoha.
—Mmm, ¿porque Obito odiaría tanto a su clan? ¿Tal vez lo relacione con la muerte de Rin?
—¿Qué murmuras Roger?
—Nada, Naruto, nada. ¿Sabes dónde está Sasuke?
El rubio negó con la cabeza.
Claramente iba a faltar a varios dias, ¿quien podría regresar a la rutina con total normalidad despues del asesinato de todo su familia? Solo los psicópatas.
Suspiro y vuelvo a prestar atención a Iruka.
Hay que decir que es de lejos el mejor maestro que he tenido. Enseña técnicas de asesinato a niños pequeños y hacia que pareciese un juego. Solo unos pocos lo podrían lograr con la naturalidad que tenía mi Sensei.
- - -
Cuando Sasuke volvió a la Academia su aura ya destellaba con ese aire EMOtivo. Al momento supe que mi trabajo estaba por empezar.
—¡Sasuke-kun! ¡Quieres que vayamo...!
La fangirl sin importancia fue apartada por Naruto, mientras yo me acerque a Sasuke. Hay que decir que en el año y medio que llevábamos de Academia, (a la cual entramos con cinco años) Naruto se había aferrado a mí como si fuera lo único seguro en su vida, por lo que era bastante fácil de manipular para que obedeciera las órdenes que le daba.
Y para que entrenara conmigo. Tengo que felicitar a quien sea que hizo el manual de entrenamiento de la academia, no solo era absurdamente completo, era lo suficientemente sencillo para que niños de cinco años pudieran empezar a aplicarlo.
Si alguien se pregunta porque en la serie esto no se ve reflejado no tengo ni idea, pero joder, como alguien que estuvo interesado en ser docente ese manual es como el santo grial de los estudios, era como si... Bueno mejor dejo de babear mentalmente por el manual y me centro en mi trabajo.
—Sasuke.— el Uchiha me lanzó una mirada que prometía dolor. Si no fuera un niño de seis años me hubiera intimidado —Voy suponer que no quieres hablar de lo sucedido. No sé los detalles, pero solo diré esto. Si quieres compañeros de entrenamiento, Naruto y yo estamos disponible.— antes de que pudiera rechazar mi oferta añadi —Entrenar solo lo único que provoca es perpetuar errores que se pueden solucionar al hacerlo junto a otras personas.
El niño chasqueó la lengua molesto.
—Esta tarde después de acabar las clases.
Sonreí y asentí antes de sentarme al lado de Sasuke, Naruto se sentó a mi lado. Tener a los dos futuros ninjas más poderosos del mundo a mi lado era algo bastante motivador.
La chica y el chico a los que les quitamos el lugar nos miraron molestos pero rápidamente se sentaron en el lugar que habíamos dejado libre.
- - -
Desde antes de entrar a la Academia, que digo, desde que empecé a caminar que me he dedicado a entrenar mi cuerpo y reflejos. Cuando me hice amigo de Naruto y empezamos a entrenar juntos nos dedicamos a hacer combates de entrenamientos. Pero ahora que se nos ha unido Sasuke es fácil darse cuenta de las diferencias entre un genio y alguien normal.
Ni Naruto ni yo podemos siquiera golpear a Sasuke. Pensaba que el proyecto de EMOtivo nos despreciaría y nos diría que estaba perdiendo el tiempo. Pero parece que comprendió que estábamos al comienzo de la academia y ninguno pertenecemos a un clan, por lo que solo dijo...
—Necesitais más entrenamiento. Vamos, quinta ronda.
Sonreí molesto, iba a golpearle tan fuerte que le sacaría uno o dos dientes, mientras que Naruto gruño de una forma casi animal y juraría que vi sus ojos destellar en naranja.

ESTÁS LEYENDO
Yo en Naruto
FanfictionSi, he cometido el gran pecado del fanfiction. Pero creo que le he dado un giro bastante orginal. Leed para verlo. Prota no chetado. No hay alteraciones sin sentido en el canon. Esto es solo una forma de satisfacer mis ideas y deseos.