Capítulo 47.

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Daniel

Los días pasan lentos y cada vez son más monótonos. Siempre es lo mismo: por la mañana se llevan a Lorena a hacer pruebas y el resto del día lo pasamos turnándonos para estar en la habitación. Lleva tres semanas en come, y aunque los médicos aseguran que está mejorando, nosotros perdemos cada vez más la esperanza.

Yo llevo bastantes días sin dormir ni comer nada. Nunca pensé que una chica podría llegar a influirme tanto. Mi familia está casi más preocupada por mí que por Lorena, mi hermano Juan Carlos me llama todos los días desde Londres y mi mis padres me traen ropa limpia todos los días. En estas tres semanas no he salido del hospital más que para tomar el aire en la puerta.

He abandonado completamente mi carrera durante estos días, al igual que mi imagen y mis redes sociales. Creo que Jesús está tratando de mantener mi perfil algo activo, pero no sé cómo se le estará dando porque mi móvil se quedó sin batería al segundo día de estar aquí y no me he molestado en volver a cargarlo. La discográfico presiona cada vez más para que volvamos al trabajo y a los platós, pero Maite y Lucas están haciendo lo imposible por mantenernos al margen de los escenarios hasta que toda esta pesadilla termine. Trabajamos los cuatro juntos, somos un único equipo, tenemos que cubrirnos las espaldas mutuamente.

Ahora mismo estoy sentado en la sala de espera, luchando contra mí mismo para no cerrar los ojos. Son las doce y media de la mañana, y creo que llevo sin dormir más de setenta y dos horas.

-Daniel, cariño, duérmete -dice Maite al verme-. Te avisaré en cuanto venga el doctor.

-No quiero dormir -aseguro mirando a mi lado, encontrándome a Lucas con los ojos cerrados.

-Llevas tres días sin pegar ojo -me hace notar.

-Que no quiero dormir -digo poniéndome de pie y frotándome los ojos con fuerza.

Veo como suspira en respuesta y me dirijo al baño público del pasillo para lavarme un poco la cara y despejarme la cabeza. Al salir, me encuentro a Maite hablando con un médico, así que me voy con los mellizos y me siento a esperar noticias.

-Todo irá bien -sonríe David con seguridad-. Ya lo verás, Dani.

Marcos me dedica otra sonrisa y asiento devolviéndoles el gesto mientras veo cómo Lucas se despierta y nos mira preocupado. Antes de que pueda decir nada, Maite se acerca a nosotros y sonríe parando frente a mí.

-¿Qué te ha dicho? -me intereso impaciente.

-Va a despertarse -dice soltando alguna lágrima de alegría-. Le han hecho las pruebas esta mañana y la hemorrágea ha desaparecido completamente. Esta tarde le bajarán el suero y, si reacciona bien, despertará antes de las ocho.

-¿De verdad? -pregunta Lucas poniéndose de pie emocionado-. ¿Va a despertarse? ¿Hoy?

-Así es -dice el mismo doctor que habló conmigo hace unas semanas-. Daniel, me alegra saber que me hayas hecho caso y te hayas encargado de que el resto también lo haga -sonríe mirándome-. Que sepas que durante la prueba de hoy le hemos bajado el suero unos miligramos para ver cómo reaccionaba, y no paraba de repetir tu nombre.

-Muchísimas gracias -lloro de emoción tirándome a los brazos de ese hombre.

***

Son las seis y media de la tarde. Estamos todos impacientes esperando en el pasillo a que Lorena despierte. Maite y Manuel han pasado hace una hora para estar con ella cuando abra los ojos, el resto estamos sentados en la sala de espera o dando vueltas de un lado a otro en el pasillo.

-Dani, cariño -me llama Maite con una sonrisa desde la puerta de la habitación de Lorena-. Me parece que aquí hay alguien que está deseando verte.

Siempre Tú [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora