Capítulo 39

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  Vistió elegante y bien arreglado. Peinó su cabello hacia atrás y aplicó perfume. Condujo por las calles a tempranas horas de la mañana para poder darle un vistazo a su negocio. Después de algunas semanas de trabajo, ya todo estaba prácticamente listo.

— Realmente se ve bien.

— ¿Qué puesto tendré?

Lo miró con diversión — ¿Cuál puesto quieres?

— Ninguno. Pronto debo volver a Vancouver. Sin embargo, un porcentaje de ganancias estaría bien.

— 10% y me estoy arriesgando.

— Hecho — estrecharon manos — de todos modos fue divertido encargarme de la obra y será más divertido recibir dinero en mi cuenta.

— Gracias — suspiró mirando lo hermoso que había quedado su negocio — tengo que irme. La última vez que vine, Jeon me rastreó.

— Si que lo traes loco.

— Puede ser — giró sobre sus pies para salir, seguido de Taehyung. Se despidieron y cada uno tomó su camino. Al llegar a Titancom, Jimin se percató de que Jungkook aún no había llegado. Se dispuso a hacer su trabajo mientras esperaba enfocado en completar sus tareas y responsabilidades diarias. Revisaba informes, respondía correos electrónicos y organizaba documentos importantes. Sin embargo, algo lo inquietaba: su jefe no había aparecido en todo el día.

A medida que trataba de concentrarse en su trabajo, la ausencia del pelinegro comenzaba a generar preocupación en él. No tenía mensajes ni llamadas y no había dejado nada dicho en recepción.

A las seis de la tarde , Jimin recibió una solicitud urgente relacionada a un asunto importante de la empresa. Rápidamente, dejó su escritorio y salió de la oficina para hacer frente a la situación. La llamada requería que se reuniera con un proveedor clave para solucionar un problema que había surgido y que afectaba al negocio.

Mientras se encontraba en la reunión, pasó más de una hora antes de que pudiera regresar a la oficina. Al entrar, notó que el ambiente estaba cargado de tensión. Se acercó a la recepción donde la chica de administración parecía visiblemente preocupada.

— ¿Qué sucede? ¿Por qué todos tienen esa cara?

— El señor Jeon llegó hace un rato y está muy agitado. Parece que algo no salió como esperaba en un negocio importante y está bastante molesto. Escuché decir que algunos inversionistas declinaron sus ofertas — comentó mientras recogía sus cosas. Ya la mayoría estaba preparándose para irse a sus casas.

La noticia golpeó al rubio, reforzando su inquietud anterior. Sabía que Jungkook invertía mucho en los proyectos de la empresa y cualquier contratiempo lo afectaba profundamente. Por eso debía hacer algo...

Subió hasta el piso dónde estaban sus lugares de trabajo y caminó despacio hasta quedar de frente con la puerta del mayor. Jimin entró en la oficina,
cerciorándose de que todos se hubiesen ido y cerró las puertas detrás de él. Los ojos de su jefe viajaron por su cuerpo, diciendo todo lo que el más bajo ya sabía. Rodó su silla hacia atrás y abrió
el botón de su pantalón, dispuesto a
liberar su falo y estimularlo frente a los ojos del rubio. Este, caminó hasta su lugar y se colocó de rodillas entre sus piernas — Sé que a sido un día difícil para ti — dijo con esa voz suave que al mayor le encantaba — por eso estoy aquí, dispuesto a que liberes tus cargas y frustraciones en mi garganta. Que tu malestar fluya a medida de que tu semen caliente se deslice por mi boca y puedas sentirte liberado. No importa que no sea martes. Tienes vía libre para usarme.

El más bajo pasó la lengua desde sus
bolas grandes y cargadas hasta la
punta hinchada que escurría líquido
transparente. Desde su posición, no
apartaba el contacto visual con su
mayor, dándole a entender que él tenía el dominio de todo. Engulló su glande con calma y fue bajando, deleitándose con el tamaño, mientras lo llevaba cada vez más profundo. Jeon le acarició el cabello y lo comenzó a guiar, haciendo
que lo tragara más. Para Jimin, el
pene de su jefe era el más delicioso
manjar y no se cansaría nunca de
probarlo y beberlo.

When no ones sees' - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora