Joaquín es un chico de 15 años. Es alto, flaco, atlético, un poco guapo, pero a la vez tímido que estudiaba en un colegio donde no tenía muchos amigos (como para no decir que no tenía ninguno) y donde lo molestaban todos los chicos (y también chicas) que se sentían envidiados de él primero por su alto nivel socio-económico y por su cuerpo, que era muy fuerte. Joaquín, durante las clases, se sentía muy solo, sabía que le era difícil hacer amigos debido a que no le gustaba lo que a ellos les podía gustar, él era más maduro, leía noticias, le gustaba la natación, pero a ninguno de los chicos de su colegio le gustaba, ya que ellos eran más inmaduros y jugaban videojuegos o escuchaban música, cosas que no le iban a Joaquín.
Un día en clases de inglés, a Joaquín le informaron que una nueva profesora los iba a enseñar ya que el anterior profesor se había retirado. Su nombre era Carmina, tenía 25 años y recién terminó sus estudios 2 años atrás, por lo que era profesional. A Joaquín le dio igual cuando la vio y se preocupó de que sea mala y al final repruebe el curso de inglés. Carmina tenía la misma estatura y peso de Joaquín, tenía piel color blanca pero no tanto, cabello castaño largo, ojos marrones y la verdad para todo el colegio era muy linda de rostro y de cuerpo.
Al principio a Joaquín le empezó a desagradar Carmina ya que siempre lo ignoraba y le ponía bajas calificaciones, pero Joaquín sabía que no debía desaprobar inglés y empezó a esmerarse en ese curso. Empezó a presentar sus tareas, a sacar altas notas en los exámenes y la profesora Carmina se dio cuenta de eso, lo que hizo que lo felicitara en varias ocasiones.
Cuando llegó el día del examen final de inglés, Joaquín se sentía nervioso de que no lo aprobara, pero se acordaba de todo lo estudiado en clase. La profesora Carmina empezó a entregar los exámenes y cuando le entregó a Joaquín, ella le sonrió y lo miró unos segundos, lo que dejó a Joaquín un poco extrañado. Mientras desarrollaba el examen, a Joaquín se le acabó la tinta de su lapicero, lo que lo puso más nervioso aún, pero la profesora Carmina lo vio y le prestó el suyo que no estaba utilizando. Cuando terminó el examen, la profesora les dijo que volvieran dentro de 2 horas para ver los resultados, pero Joaquín espero verlos el día siguiente. Ese día, la profesora Carmina mencionó todos los resultados, pero excepto el de Joaquín. Apenas terminó de decir todos los resultados, dijo: "Pero hubo un examen que me sorprendió bastante más que la persona que lo desarrolló, que creo que debemos felicitar, es el de Joaquín, que obtuvo 94/100 preguntas correctas y
demostró que se puede mejorar en este curso, ya que al principio no sacaba altas notas, espero que ustedes aprendan de él". Joaquín de pronto tenía ganas de ir contra la profesora y callarle la boca porque no quería ser "avergonzado" en frente de todos diciendo su esmero en el examen, ya que luego lo molestarían robándole sus cosas o pintando sus libros o cuadernos por la envidia.Sus compañeros no dijeron nada, algunos lo miraron con sorpresa, otros con enojo, pero la profesora lo miro con una sonrisa hermosa, de esas que es mostrando los dientes (que los tenía muy cuidados) y él también sonrió un poco, aún sentía nervios. Cuando todos los chicos se fueron, la profesora Carmina le pidió que se quede un momento en el salón a solas con ella. Carmina le dijo: "Quería que te quedes porque en serio me sorprendió tu examen, nunca había tenido un alumno con un alto nivel de inglés como tú, y eso que empezaste mal". Joaquín solo dijo: "Ah bueno, en realidad yo empecé a esforzarme un poco después de que usted llegó, no quería desaprobar". Ella le dijo:" jaja que lindo, yo tampoco sabía mucho inglés, pero mejor me esforcé como tú" y le tocó la nariz. Luego dijo: "Eh bueno, ya puedes retirarte" lo abrazó y lo felicitó de nuevo. Joaquín sintió su suave cuerpo envuelto en un abrigo color negro y su cabello ondulado en capas de un olor hermoso y fe
menino, tanto que no quería soltarse de ella.Después de clases, y de sufrir las molestias que le causaron sus compañeros, por fin regresó a casa. Mientras caminaba hacia su departamento, se acordó de que no le devolvió el lapicero a la profesora que le había prestado en el examen, por lo que se dijo que le devolvería el día siguiente, el último día de clases. Cuando dobló a la esquina, se dio cuenta que adelante caminaba la profesora Carmina. Él se sorprendió, pero mucho más cuando dobló a la portería del edificio en donde él vivía. Joaquín corrió hacia ella gritando su nombre, Carmina lo escuchó y se sorprendió. Cuando él llegó, le dijo: "Profesora, olvidó su lapicero" ella se rio y dijo: "Espera, ¿Viniste solo para devolverme mi lapicero?" él dijo: "En realidad, yo vivo aquí" ella dijo: "Qué?? En serio?? jaja que coincidencia, en qué departamento??" él dijo: "el 704″ ella dijo: "yo en el 706, justo al frente! Pero nunca supiste que yo era tu vecina? nunca me viste?" él dijo: "La verdad no profesora, e
s que yo llego más tarde al cole" ella dijo: "vaya, vivimos prácticamente juntos jajaja, oye y que tal si me acompañas un rato a mi departamento, quisiera hablar un poco contigo" él dijo: "Oh, eh está bien, pero luego tengo que ordenar mi cuarto así que..." ella lo interrumpió: "No te preocupes, solo un rato" y subieron al depa de Carmina.
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Joaquín y Carmina, amor sin límites.
RomanceUna historia real que pone en primer lugar al amor sobre todas las cosas, incluyendo la edad.