Ya quería escribir algo así, pero por el último capítulo del manga (261) no pude evitarlo.
Contiene spoilers y algunas cosas cambiadas/inventadas.
Lamento las faltas de ortografía, lo estuve escribiendo en el día.
Traigan sus pañuelos.
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-No puedo creer que perdieras contra Sukuna.
-No puedo creer que te confiarías.
Nanami y Geto se mantenían a su lado, no era la primera vez que los escuchaba decir esas cosas.
Parecen incrédulos al comprobar que es él. Cómo si tuvieran que asimilar que algo malo va a pasar, o ya está ocurriendo, de solo tenerlo con ellos.
¿Cuánto tiempo llevaba ahí?
Había aparecido en un parpadeo, como si su yo adolescente tan solo estuviese descansado en una de las sillas del aeropuerto.
Abrió los ojos y se asombro al sentir la calma en todo su ser, ya estaba rodeado de sus amigos y solo se mantenía ahí desde su llegada.
Todas las leyendas sobre un cielo o un infierno estaban borrosas, el lugar parecía darle la oportunidad de elegir sobre reencarnar o seguir ahí.
Miraba sus manos sin ningún daño y sus amigos que le regresaban la mirada con un poco de compasión. Su reflejo estaba intacto y los rasguños de la pelea anterior estaban esparcidos en la nada.
Una pelea anterior...
¿Con quién?
No, ni siquiera puede mentirse a sí mismo, lo recuerda perfectamente a pesar de ya no sentir el dolor de sus golpes o el desgaste de su cuerpo ante sus técnicas. Esas marcas en el cuerpo de Megumi y como se había burlado de él como si con eso fuera a detenerse en atacarlo.
Esa maldición que se había instalado en el cuerpo de cierto chico y ahora andaba libre sin ningún remordimiento ante el daño que provocaba.
No esperaba menos del Rey de las maldiciones.
No le costó demasiado asimilarlo, era evidente cuál sería su final por más que intentará convencerse en que ganaría uno a uno. Solo para llevarse la sorpresa de que aquello era un tres contra uno.
El daño que dejó en su cuerpo parece insuficiente y él solo puede quedarse sentado a la espera de ver a más personas llegar hasta allá.
Gojo Satoru había muerto.
Y curiosamente parecía tranquilo.
Por dentro, el saber que había fallado le estaba provocando ansiedad y la idea de haberlo dejado solo le hace enojar.
Yuuji está peleando y él solo puede quedarse a esperar.
Sus puños se aprietan, incluso si acabo con los altos mandos y sabe que tiene la ayuda de Yuta o de su hermano Choso. No es suficiente para que se mantenga tranquilo.
Él debería estar a su lado, debería haber acabado con todo cuando tuvo oportunidad y haberse llevado la carga al más allá.
Todo lo que prometieron los días anteriores ahora se había terminado, esas cenas y esos cumpleaños que prometieron pasar juntos ya no serían posibles.
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Hacía el Norte•Goyuu
Short StoryGojo perdió la batalla con Sukuna, está en el aeropuerto y mira por una pantalla lo que pasa con sus alumnos. Con sus amigos. Con su Yuuji.