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Capitulo 1

Eran aproximadamente las seis de la tarde,por fin mi horario de trabajo había terminado. Luego de un buen rato acomodando las mesas , sillas y bebidas. Por fin podría disfrutar de una dulce taza de té mientras veía mi programa favorito. De hecho pensaba irme sin cobrar el  dinero de este mes, pero no podía ni aunque lo hubiera querido,ya que casualmente mañana tendría que pagar mi alquiler.

La vida del pobre.

El día de hoy no fue tan duro como los anteriores. Siempre tenía que ser yo quién le tocara hacer el trabajo duro. De igual forma me era necesario porque sí necesitaba el dinero.

Entre Deanna y yo , habíamos hecho demasiado esta tarde, dejando todo como nuevo.

__¿Ya te vas?  __le pregunto a Deanna mientras terminaba de limpiar los vasos de bebida__¿Y por qué por la puerta trasera?

Ella parecío desconcertada por mis preguntas,y eso me resultó un tanto extraño. Deanna y yo nos conocimos hace dos años,en una de esas discos como todas unas adolescentes aficionadas a esa vida. Mis padres adoptivos no podían seguir manteniendo mis necesidades por la baja situación económica que estaban comenzando a vivir. Entonces gracias a Deanna es que hoy en día puede mantenerme (no del todo) pero sí lo necesario.

__Sí mhm...voy a botar la basura y ya de paso me marcho¿no tienes nada más que hacer,o sí?

__No,ya termino aquí y me marcho __dicho eso hace un ademán para abandonarme pero no sin antes haber escuchado mis advertencias__Ten cuidado  ahí fuera,ya sabes cómo están las calles.

__Sí ,querida madre.No te preocupes.

Y así fue. Seguí con el propósito de terminar de una vez.

Cuando por fin todo pareció estár en orden voy al lavado para mojar un poco mi rostro con agua fría. Luego de unos minutos dejo mi delantal colgado en su sitio, para luego ir hacia la oficina de mi jefe.

Él no era uno de esos señores de la tercera edad,al contrario. No sabía mucho de él, aunque lleve tiempo trabajando aquí, sólo lo veo cuando recibo mi dinero de cada mes, pero no siempre,ya que la mayoría de veces Deanna lo hacía por mi.Por lo que mi compañera me contaba tenía aproximadamente los treinta y dos años. Y sí que era antipático.

Con cuidado voy al pasillo donde está dicha oficina y me sorprendió al ver su puerta entreabierta,cosa que no era normal porque permanecía las veinticuatro horas del día cerrada.Ni siquiera teníamos permitido entrar ahí para al menos limpiarla.

Sin prestarle mucha atención entro sin ningún tipo de preocupación.

Ay dios, pero si al menos alguien me hubiera dicho que mis ojos estarían obligados a ver esta escena perdería mi dinero sin pensarlo más de dos veces.

Mi dicho jefe estaba sentado en una de las esquinas de la mesa. Su camisa estaba hecha un desastre y su corbata exageradamente desarreglada.

Y ahí estaba,la última persona en este mundo que la vería capaz de hacer algo así. Deanna. Tenía alguno de su botones desabrochados . Su cabello era sosteniendo por las fuertes manos de dicho hombre mientras introducía su miembro en sus labios ,una y otra vez.

Ahora entendía todo. Ella nunca me había dicho para quedarse hasta tarde,y mucho menos se había asignado la tarea de botar la basura. Y ni siquiera había cogido nada para disimular su mentira.

Para su suerte fui imbécil y no me di cuenta.

Estaba  paralizada,no pude mover un sólo músculo al menos para marcharme.

Pero ya no me haría falta porque cuando Deanna elevó su mirada no tardó en encontrarme.
El espanto en su rostro era evidente, incluso podía jurar que todo lo que había sentido ya no está. Desapareció por arte de magia.