★ 𝅄 𝆬 BUTCH 4 BUTCH【 𝗛𝘂𝘀𝗸𝗲𝗿𝗥𝗮𝗱𝗶𝗼 】 𝆬 𝅄 ★

Capítulo veinte: No surprises

¿Cómo saber si arruinaste algo que tratabas por mantener?

Perdido en su letargo de pensamientos, mirando fijamente el teléfono, estaba Alastor. Desde hace días siente que algo anda mal, demasiado mal.

Ha tratado de mantener la calma, actuar como si nada en su trabajo, pero incluso Rosie se percató de su estado, y al contarle lo ocurrido, recibió el sermón de su vida.

«Pero, ¿¡Cómo se te ocurrió decirlo tan a la ligera!?» Le regañó «Alastor, ¡Ese tipo de cosas se tratan con tiempo!»

«Pero, Rosie, querida. ¡Él mismo lo pidió!» Replicó.

«Pudiste haber puesto una excusa y lentamente dar pistas!»

Bueno, el tiro le salió por la culata de la peor forma.

Pero lo enmendaría.

Ya había formulado un plan y definitivamente, no iba a desistir de él.

Tomó el teléfono con desición, marcando el número del bar en el que su pareja trabajaba, con la esperanza de que esta vez él esté de turno. Miró el reloj. Nueve y doce minutos de la noche.

Uno, dos, ¡Tres tonos!

Nadie contestó.

Impaciente y ligeramente preocupado, colgó y volvió a marcar.

Uno, dos...

—Licorería y bar "La mamada de oro", ¿Qué desea? —respondió una voz que no era ninguna conocida.

Sonaba levemente afeminada pero con esa masculinidad que lo hacía dudar de si en realidad del otro lado era una mujer la que había atendido la llamada. Un momento... ¿Dijo "La mamada de oro"? ¿Qué clase de bar se llama así? ¿Será que se equivocó de número? Bueno, esa duda se libraría después, por ahora lo que importaba era seguir con el plan.

—¿Está Husk? —preguntó.

Mas hubo silencio.

La otra persona del otro lado de la línea pareció hablar con alguien más antes de volver.

—¿Quién? —sonaba confundido o ¿Confundida? Como sea—No conozco ninguna puta que se llame así, ¿Podría ser más específico?

Se dio una bofetada mentalmente. ¿A dónde mierda había llamado? ¿Prostitutas? Oh, carajo. Debía de ser una broma. Si, seguramente era eso. Y oh, también fue algo tonto en llamarlo así. Era cierto que ese apodo únicamente lo usaba cuando ambos estaban en privado. Se aclaró la garganta con cierta vergüenza. Cuanto a agradecía que nadie pudiera verlo en este momento.

—Quise decir Henryd, el cantinero —corrigió—¿Henryd está?

Nuevamente silencio.

Un "ahhh" se escuchó por parte del contrario, que parecía saber de quién hablaba puesto que después de ello rió, volviendo a hablar con alguien en la distancia.

—¿De parte de quién? —indagó, interesado.

• 🦌😾 •

—De parte de-

—¿¡Qué coño estás haciendo con el teléfono, prostituta de quinta!? —un enojado Husk le arrebató el teléfono a Anthony, que no pudo escuchar como se llamaba ese misterioso chico que preguntó por el de cabellos negros.

El rubio estiró su mano hacia el teléfono, igualmente enojado ahora.

—¡Devuélvemelo, puto alcohólico! ¡Estaba en la parte más jugosa! —exclamó, levantándose del taburete mientras que ojiamarilo retrocedía con el teléfono de cable, mirando con recelo al travesti.