21.

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—Chicos, no podemos— Beverly habló.

—Te lo dije, Bill— Richie se levantó del suelo —Te lo dije, no quiero morir, es tu culpa, me golpeaste la cara, me hiciste caminar por agua asquerosa, me trajiste a dónde los drogadictos viven, y ahora... Tendré que matar a este maldito payaso— dijo mientras tomaba un bate de béisbol. Eso fue suficiente para que ESO soltará a Bill y comenzara a acercarse a Richie.

—¡BIENVENIDO AL CLUB DE PERDEDORES, PERRA!— Richie golpeó al payaso causando que retrocediera.

Mike intentó golpearlo pero unas manos que salían de la boca del payaso lo detuvieron, Patrick corrió y golpeó aquellas manos con un tubo, el rostro del payaso cambió a aquel de la mujer del cuadro y observó a Stan para después correr hacia el, Stan con todas sus fuerzas lo golpeó. El payaso comenzó a perseguir a Mike y Ben le enterró uno de los fierros justo en la espalda. La cabeza del payaso se convirtió en una momia y con sus vendas comenzó a rodear la cabeza de Ben, Jade tomó una cadena y comenzó a golpear al payaso haciendo que soltara a Ben, todos se acercaron e hicieron lo mismo con diferentes objetos, ahí estaban todos juntos, golpeando al payaso que los había estado aterrorizando por tanto tiempo.

Todos rodeaban al payaso, que ya estaba en el suelo debido a Los golpes de los jóvenes, mientras los chicos lo golpeaban, ESO comenzó a transformarse en cada uno de los miedos de los jóvenes presentes, su mirada se posó sobre Eddie, quien estaba de rodillas frente a él y rápidamente se transformó en aquél enfermo al que le temía.

ESO, en esa forma vomitó sobre Eddie, cosa que le dió al chico el coraje suficiente y no quedarse paralizado como anteriormente lo había hecho da que veía a ese enfermo —¡TE MATARÉ— gritó el niño para después patear el rostro del payaso haciendo que se transformara ahora en el padre de Beverly —Hola Bevvie... ¿Aún eres mi niña?— la joven gritó para después enterrarle un tubo al payaso justo en la boca, la cara del padre de Beverly comenzó a descarapelarse, dejando ver el verdadero rostro del payaso.

ESO comenzó a retorcerse con furia descontrolada, sus movimientos espasmódicos y grotescos hacían que el suelo a su alrededor temblara. Beverly, con el rostro empapado en sudor y miedo, retrocedió un par de pasos, todavía agarrando con fuerza el fierro que había incrustado en la boca del payaso.

Jade corrió hacia Beverly y la tomó del brazo, tirando de ella hacia atrás para ponerla a salvo de los movimientos erráticos del payaso. Beverly, aunque temblorosa, permitió que su amiga la alejara, aun sosteniendo el fierro como un escudo improvisado.

—¡Apártate!— gritó Jade, y con una fuerza que desmentía su tamaño, levantó otro tubo de metal y lo blandió con toda su potencia contra la cabeza del payaso. El golpe resonó en la oscura estancia como un trueno, y el payaso se tambaleó, sus ojos inyectados en sangre buscaban a su nueva atacante.

ESO abrió la boca, sus dientes eran afilados y estaban brillando con una luz siniestra, y lanzó un rugido que hizo eco en las paredes. Jade apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que el payaso se abalanzara hacia ella con sus fauces abiertas con la intención de devorarla.

De repente, un estruendo ensordecedor llenó el aire. Un disparo. Pennywise se detuvo en seco, su cuerpo nuevamente comenzó a convulsionar mientras gritaba que mataría a todos. Jade giró la cabeza justo a tiempo para ver a Patrick de pie junto a la pila de objetos pertenecientes a las víctimas del payaso mientras sostenía una pistola con ambas manos. El cañón aún humeaba. —La encontré aquí tirada— dijo al ver la expresión de los chicos. Patrick bajó la pistola y corrió hacia ella. Los chicos se acercaron al payaso al ver como este en el suelo, comenzaba a retroceder.

Bill se acercó a este mientras el payaso sonreía de una manera aterradora —Por eso no mataste a Beverly ni a Jade cuando tuviste la oportunidad— habló el joven —Ellas no tenían miedo... y tampoco nosotros te tenemos miedo, ya no— el payaso seguía escupiendo agua de la boca —Ahora... tú eres el que tiene miedo porque te vas a morir de hambre— en un movimiento ágil el payaso dio una voltereta hacia atrás, entrando en una tubería, la mitad de su cuerpo estaba visible pues se estaba aferrando con sus manos a la orilla.

Prejudices (Patrick Hockstetter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora