El Mafioso Y El Stripper [Adapt./PinSon]

🔸Cap. 34

Perth despertó temprano amando lo que vio al abrir sus ojos, el rostro angelical de su chico. A pesar de tener que levantarse se dió el tiempo de observar tremenda belleza que tenía frente a él; no solo era una cara y un cuerpo bonito, no. Saint era el chico que le inspiraba a tratar de ser mejor persona, era el hombre que le hacía feliz, el único hombre con el que fue más allá de una noche, más allá del sexo. Saint era su mayor miedo, el amor de su vida, su perdición.

Perth sonrió cuando, al levantarse, sintió la pierna de Saint sobre su cintura. Saint tenía la costumbre de apoyar una pierna sobre la cintura del otro mientras dormían. Como no estaban tapados con la sábana, Perth acarició la larga pierna tatuada de Saint, ascendiendo hasta su cintura desnuda. Saint solo llevaba un diminuto short, según sus propias palabras, "era cómodo para dormir". Después de observarlo un momento más, Perth quitó lentamente la pierna que reposaba sobre su cuerpo y la acomodó en la cama.

Miró la hora y maldijo de inmediato. Caminó al otro lado de la cama, donde su hijo Chris aún dormía. Tuvo que moverlo suavemente y susurrarle que tenía que levantarse para ir a la escuela. Aunque Chris tenía una niñera, él decidió ayudar a su hijo a prepararse a tiempo, para que Ohm lo llevara personalmente a la escuela.

Luego, Perth se preparó para ir a la empresa. En todo ese tiempo, Saint solo había cambiado de posición, y al pelinegro le pareció extraño, pero entendible. Saint siempre era madrugador para encargarse de su hijo, pero en esta ocasión no, lo cual era entendible ya que había salido de su trabajo a las cuatro de la madrugada. Ya listo, dejó unas cosas al lado de la cama, dio un beso en la frente de Saint y se marchó.

Tenía que ir a la empresa, aunque tenía todo el personal capacitado para manejar su empresa de manera correcta y legal, como fundador, era él la imagen de la empresa y el empresario. Tenía que cerrar y abrir negocios, además de tomar decisiones importantes, hace días que había ordenado realizar entrevistas de trabajo para buscar un nuevo presidente para otra empresa que había fundado. Tenía juntas que requerían su presencia y otros asuntos similares, pero aún así esperaba estar en casa temprano.

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– Jefe le aseguro que la muerte de Not tiene que ver con Perth Tanapon.

– ¡Pruebas Korapat, pruebas! –pidió el jefe de Nanon, frustrado ante la insistencia de su agente.

– No las tengo –suspiró bajando su mirada.

Su jefe alzó sus cejas y sus manos esperando alguna justificación.

– Jefe, me lo dice mi instinto.. sé que tiene algo que ver –respondió Nanon.

– ¿Su instinto, Korapat? –preguntó con una sonrisa, mientras daba un sorbo a su café– Agentes y policías están muriendo en las calles haciendo su trabajo, ¿Y usted sigue sus instintos?

Nanon apretó sus puños.

– No sé cómo llegó a ser agente del FBI siguiendo sus instintos, pero créame que yo no llegué a ser su superior siguiendo mis instintos. Debería buscar un caso real, no uno basado en instintos. Fuera de mi oficina –ordenó el superior.

Nanon bufó molesto y salió de la oficina dando un portazo. Iba a seguir investigando por su cuenta.

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Saint se despertó, ya había descansado lo suficiente, se saltó el desayuno y almuerzo, pero con respecto al sueño y cansancio estaba en perfectas condiciones.

Algo al lado de la cama llamó su atención, era una rosa blanca, unas llaves y una nota.

"Sr. Suppapong, por órdenes de su servidor el Sr. Tanapon, tiene prohibido ir a trabajar a la empresa el día de hoy, aunque ciertamente la ausencia será castigada. Dejando las formalidades, te amo. Por cierto, lo que abren las llaves lo verás al asomarte a la ventana y es tu regalo de el día del padre."