─𝐅𝐋𝐄𝐂𝐇𝐀𝐙𝐎.「Sasusaku」

Capítulo 1: Recién llegada

Sakura

El contínuo sonido de mi despertador ya comenzaba a irritarme. Llevo casi diez minutos con él sonando sin parar y no he querido apagarlo porque sé que si lo hago eso implica una sola cosa: debo levantarme para empezar mi primer día de escuela.

¡Y no quiero!

Por cuestiones del trabajo nuevo de mi padre tuvimos que mudarnos hace casi dos semanas. Hoy finalmente sería el día que comenzaría en esa nueva escuela llamada Konoha. Nunca había escuchado de ella, cosa que era lógica teniendo en cuenta que no vivía en esta ciudad. Pero, sea como sea, estoy muy segura de que no me irá tan bien como lo pintan siempre las películas en la TV.

Una escuela es una escuela, y eso quiere decir que en ella puedes encontrar de todo; desde matones hasta nerd —este último creo que es al que yo pertenezco. Siempre he sido tan pendiente a mis estudios que a veces me exijo demasiado—. Pero aún así, no quiero asistir hoy.

En mi opinión, no hay nada peor que el primer día de clases. Al menos cuando eres la única que empieza dos semanas después del inicio del curso.

En efecto, odio el primer día de todo. En especial de clases.

—¡Sakura! —la puerta de mi habitación se abre abruptamente y veo la figura enojada de mi madre ahí parada— ¿Pero qué esperas? Tu alarma lleva como quince minutos sonando sin parar —dice y la apaga— ¿Es que quieres llegar tarde?

Sí, supongo que eso sería incluso peor. Nueva y llegando tarde, felicidades Sakura, eres una idiota.

—¿Puedo no asistir? —pregunto con una sonrisa inocente aunque ya sé perfectamente cual será la respuesta.

—¡No! —ya sabía—. Ya hablamos sobre esto Sakura, debes ir a la escuela.

—Pero es que no quiero, odio los primeros días.

—Lo sé hija, pero escucha, luego de hoy todo será más fácil. Además, eres una Haruno, sé que puedes con esto.

Una sonrisa se pinta en mis labios— Tienes razón mamá.

Ella también sonríe—Venga, prepárate de una vez y baja a desayunar. Tu padre te llevará a la escuela.

—De acuerdo.

Cuando la puerta vuelve a cerrarse me levanto de una vez. Agarro el nuevo uniforme del perchero y me lo coloco con cuidado de no arrugarlo. Me cepillo el cabello y le aplico un poco de crema, si no quiero meterme en problemas al menos debo causar una buena impresión.

Finalmente bajo a desayunar y me encuentro a mis padres sentados en la mesa con los platos servidos.

—Buenos días hija —saluda papá con la misma emoción de siempre—. ¿Preparada para empezar la escuela?

Claro que no.

—Claro —miento y me apresuro a llenarme la boca con pan.

—Eres muy linda y simpática, seguro haces amigos a la primera.

O no.

—Seguro —respondo una vez que termino de masticar.

—Toma —me ofrece una pequeña cajita con algunas perlas pegadas.