Mastermind | NamJin || BOOK 3#

Seven. Empezando sus movidas curiosas

Namjoon suelta un profundo respiro y palmea la cabeza del hombre que jadea, lo hace un par de veces más, tratándolo como a un perro. Recoge un poco la pierna e inclina a un lado—. ¿Todo bien?

Junghwa da un bufido, severamente fastidiado y aún más cuando Namjoon lo coge del rostro, acercándolo, pero sin permitir que lo bese. Curiosamente, no ha podido hacer eso con él: están teniendo sexo y aun así, es como si marca el límite en juntar los labios. Él es joven, es un hombre naturalmente bello y sabe que lo es. Por eso, fue tan sencillo para él seducir a Junghwa y ahora, después del acto, tener la certeza de que lo convenció de que lo ayude.

Más convencido de lo que ya lo tenía.

Esto es solo una forma de dejarlo como una certeza.

No es como que le moleste mostrarle el video donde tienen sexo y dejarlo mal parado iniciando una bola de nieve sin control, apoyando a las víctimas de abuso que lo están denunciando y quieren que vaya preso.

De hecho, es algo que piensa hacer una vez Junghwa cumpla su propósito legal. Luego, lo necesita como una ficha mejor preparada. Una que pueda moverse libremente por el tablero. Similar a Matthew y Wonho.

—Parece que alguien está muy viejo. Solo aguanta dos veces. —mofa Namjoon y de inmediato, tiene una mano en el cuello y al hombre presionado entre sus piernas.

Namjoon se burla indiscreto. Complacido de ser el centro de atención y sin pensar en nada más al respecto.

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—La verdad... nada de lo que he podido probar, es estable según los programas—anuncia Wonho rascándose la cabeza—. Es un poco complicado trabajar sin nada con qué probar esto. Incluso puede variar dependiendo de la persona a la que se le aplique. —Añade el químico pensativo. Namjoon balancea al pierna de adelante a atrás.

Hizo alrededor de veinte formulas, Wonho logró estabilizarlas todas, lo cual es su trabajo. Namjoon apenas tiene tiempo para pensar en las posibilidades. Su tiempo libre también se gasta en lo mismo, por lo que Wonho es quien perfecciona los detalles de todo lo que hace el genio.

Y tienen bastante tiempo trabajando en lo mismo: perfeccionar lo que podría a hacer Altered o por el contrario, una especie de sustancia que haga Altered de forma temporal. Namjoon le llama droga directamente. Es lo que será después de todo. Así piensa comerciarla eventualmente.

—Depende mucho de cómo se adapte al material genético nuevo—murmura fastidiado, Namjoon apoya la frente en su dedo índice, viendo de reojo la pantallas con sus variantes—. Hay que probarlo lo más pronto posible. De otra forma, no vamos a avanzar jamás con el proyecto.

—Ya veo... ¿Va a llamar por voluntarios?

Namjoon da una risa burlista, negando con la cabeza y enderezándose en su asiento.

—En lo absoluto. No pienso gastar dinero en algo tan volátil y peligroso. Legalizarlo sería tener a un equipo de abogados interminables que nada me asegura que no se pongan en contra mía—Matthew balancea la cabeza, eso es muy cierto, por desgracia—, lo que tengo en mente es mucho más sencillo... espero que no resulten ser muy buenos de corazón y ponerse en contra de esto—burla Namjoon con una mano en el pecho. El par se da un vistazo nervioso, pensando una opción que parece ser la única—. Después de todo, también es necesario probar las armas con objetivos móviles y pensantes.

—Sí... ¿Lo va a probar en nosotros? —pregunta Matthew. Namjoon suelta una carcajada, poniéndose de pie.

—Por supuesto que no. Eso sería desperdiciar mentes demasiado útiles—Matthew suelta aire, aliviado. Con Namjoon nunca se sabe. Ha demostrado ser un hombre sobradamente extraño—, pero hay mentes menos brillantes que no serán extrañas en lo absoluto. —Su sonrisa es torcida, cínica y casi maligna en opinión de ambos.