* Verse o parecer un Repollo: Esponjado - el atuendo la hace ver grande y gorda / Hacer barra: Apoyar - animar - ser fan - shippear
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Tres vestidos se probó en total cuando Milena fue a verla, y solo el último fue el que le gustó. El que su amiga usara cuando se había casado. Con un escote en el pecho y larguísimo. Ese fue el que eligió. Los demás la habían hecho ver como un merengue de pastelería, o un repollo, pero el último...
NOTA DE AUTORA: EL VESTIDO DE PAO
Se miró delante del espejo de su cuarto con el puesto. Su amiga sentada en la cama, y los pequeños ya habiendo vuelto de clases, en el primer piso jugando con Figgaro.
—Te queda mejor que a mí, cuando yo lo usé en mi boda.
—Estoy segura de que te debiste ver preciosa con él, Mile—alisó el largo de la falda—¿de verdad no te molesta prestármelo?
Ella negó.
—Lo llevaré a casa para lavarlo junto con los guantes de encaje que debes llevar y el velo. Pero estaré encantada de que lo uses. Se desperdicia en el arcón de mi madre allá en la finca.
—Gracias entonces.
Su amiga había llegado casi a las cuatro de la tarde y después de que Luis la acompañara hasta su cuarto – Abel no había regresado aún – habían llevado a cabo la faena de vestirla. Ahora eran casi las cinco treinta y la decisión tomada. Se quedaría con ese para recibir sus sacramentos.
Mile sorbió por la nariz.
—Pareces una hermosa novia. Me muero por ver la cara de... ¡Padre, buenas tardes!—su amiga se puso súbitamente de pie, muy seria, y ella miró a la puerta que antes estaba entornada.
Allí de pie, mudo y casi pálido como un fantasma, estaba Abel, contemplándola de arriba abajo. El reflejo del sol en el espejo haciéndola resplandecer ligeramente.
—Estaba... acabo de llegar y...—parpadeó completamente sorprendido—oí ruido aquí y me asomé.
Milena sonrió mirando de uno a otro, y Pao rogó que no fuese a hacer algún comentario impertinente.
—Pase. Traje unos vestidos para que Paulina se midiera, ya que va a hacer la primera comunión el ocho de diciembre—él terminó de entrar.
—¿Ese es el que se pondrá?—ella solo afirmó, viéndolo por el reflejo del espejo, detrás de ella—está muy bonito.
—Era mi vestido de bodas, padre. ¿Verdad que parece una novia?—él no les contestó y solo hizo un ligero asentimiento—perdón si me metí en la casa cural sin permiso.
—No pasa nada... ¿Milena?
—Sí, padre.
—Eres bienvenida si es para ayudar a Paulina.
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ENTRE LA CRUZ Y EL CORAZÓN (COMPLETA)
RomanceNoche. Oscura y silenciosa noche. Sin saber si con el favor de ese Dios que ella no conoce, o guiada por el diablo... Paulina se ha valido de ella para huir de su casita de campo en Belmira, Antioquia con sus dos pequeños de seis y diez años, lejos...