Cap.5

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Era otro día en el palacio, y cada vez faltaba menos para la "boda real del año". El príncipe Louis y el príncipe Harry contraerían matrimonio el día 28 de septiembre, y los dos reyes estaban decididos a hacer de ese día una celebración inolvidable. Planeaban una fiesta grandiosa, una que sería recordada en los libros de historia como un evento legendario.

Louis y Harry estaban cansados de las largas y tediosas conversaciones sobre los preparativos de la boda. Ambos ansiaban escapar de las formalidades y simplemente disfrutar de un momento de tranquilidad juntos. Soñaban con pasear por el bello jardín del palacio, compartir risas y confidencias lejos de las miradas y los protocolos reales.

—Louis, ¿y si nos escapamos a dar un paseo por el jardín? —susurró Harry, acercándose a él con una sonrisa traviesa.

Louis rió, encantado por la idea de escapar de la opresiva atmósfera del palacio. Asintió y se levantó lentamente, sintiendo el corazón latir con emoción ante la perspectiva de un momento de libertad junto a Harry.

Una vez fuera de las paredes del palacio, Louis y Harry se sumergieron en la serenidad del jardín. El aire fresco y el aroma de las flores aliviaron sus preocupaciones, y pronto se encontraron riendo y compartiendo confidencias como dos amigos de toda la vida.

—Casi sentía que moría allí adentro. Esto de casarse y no poder tomar decisiones sobre tu propia boda es increíblemente estresante, ¿no crees? —comentó Louis, mirando a Harry con una mezcla de alivio y complicidad.
Harry asintió, comprendiendo completamente los sentimientos de Louis.

—Sí, nunca imaginé que sería así cuando pensaba en mi propia boda. Pero es lo que nos ha tocado, ¿verdad? —dijo Harry, acercándose a Louis y tomando su mano con ternura.

—. Tranquilo, estaremos bien. Podremos superar esto juntos.
Louis sonrió, sintiendo el calor reconfortante de la mano de Harry en la suya. Se sonrojó ligeramente ante el elogio de Harry y desvió la mirada, sintiendo una nueva oleada de emociones que lo invadían.

—Gracias, Harry. Eres un chico increíblemente dulce —respondió Louis, mientras continuaban caminando juntos por el jardín.

Durante horas, Louis y Harry disfrutaron de la compañía del otro, compartiendo risas, bromas y confidencias. En aquel momento de paz y tranquilidad, encontraron consuelo el uno en el otro, fortaleciendo su vínculo y alimentando la esperanza de que, juntos, podrían superar cualquier desafío que la vida les presentara.

A medida que Louis y Harry continuaban su paseo por el jardín, la conexión entre ellos parecía intensificarse con cada paso. Las risas se mezclaban con miradas cómplices y sonrisas coquetas, y un sentimiento cálido y reconfortante los envolvía.

De repente, mientras estaban bajo la sombra de un majestuoso árbol centenario, Louis se detuvo y se giró hacia Harry, con el corazón latiendo con fuerza en el pecho.

—Harry, hay algo que quiero hacer —dijo Louis, su voz apenas un susurro cargado de emoción.

Harry lo miró con curiosidad, notando la seriedad en sus ojos azules. Una chispa de anticipación se encendió en su pecho mientras esperaba a ver qué tenía planeado Louis.
Sin decir una palabra más, Louis se acercó lentamente a Harry, su mano temblando ligeramente mientras alcanzaba la mejilla de Harry con ternura. Sus ojos se encontraron, y en ese momento, todo el mundo parecía desvanecerse a su alrededor, dejando solo a ellos dos inmersos en un mundo propio.

Y entonces, sin pensarlo dos veces, Louis inclinó la cabeza y capturó los labios de Harry en un beso tierno pero apasionado. El tiempo se detuvo mientras se sumergían en la dulzura del momento, dejando que la magia del amor los envolviera por completo.

The song of the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora