Histoire D'Amour

IX- Mariposas

Escuché mi celular sonar con una canción de Ariana Grande, me senté en la cama y tarde en saber dónde estaba... Una sábana suave, los rayos del sol cayendo sobre mi rostro como si quisiera brindarme calor y... Un embriagante aroma a Richard. Me levanté de la cama descalza, aturdida, aunque guiada por un apetito creciente. Salí de la habitación de Richard mientras aún me frotaba los ojos, y fuera, lo vi en la cocina preparando alguna cosa que, en aquel momento, me había sido imposible visualizar, y hasta acercarme no pude sino saborear los panqueques con el aroma dulce y frutal que me atrapó al instante, no conocía el "modo chef" de Richard, muchos menos imaginármelo escuchando "Put Your Head On My Shoulder", que estaba sonando de fondo.

Richard se giró a mirarme mientras lamía la cuchara con una mezcla que parecía ser mermelada. Sonriendo en cuanto su preciosa mirada gris se encontró con la mía —Buenos días, querida Rose.

—Buenos días, Wood— anuncié sonriendo, caminando hacia él.

Me puse a un lado de él y tome uno de los panqueques ya hechos, lo probé y sorprendentemente estaba delicioso —Quien diría que sabes cocinar— Bromee.

Richard sonrió divertido y sentí sus labios en mi cien con un beso rápido, pero dulce, sé que inmediatamente me sonroje, pero lo vi a los ojos dedicándole una sonrisa arrugando mi nariz, pero mi expresión cambio al escuchar la puerta del otro cuarto, abrirse ambos volteamos a ver salir a una chica alta, cabello negro y lizo, ojos marrones, carajo, esa era la chica que Richard beso hace un tiempo, sentí un dolor extraño en mí estómago. —Buenos días Richard, veo que ya tienes otra chica— Dijo la pelinegra acomodando su cabello.

—Ah, Mónica, ya despertaste...— El chico le respondió y pude atisbar algo de nervios en su expresión.

—¿Disculpa?— pregunté algo molesta ¿Otra chica?

—Oh preciosa, no lo tomes como un insulto— La mujer se volvió a mí —Debes estar celosa por esté hombre, pero no te lo recomiendo, cariño...

—¿Y tú quién vendrías siendo, "cariño"?— Le devolví. ¿Yo, celosa? Jamás.

—¡Scarlett! Ella es Mónica... Mónica ella es Scarlett— Richard se apresuró a presentarnos, antes de que cualquier cosa pudiese pasar. Mónica se sentó en el desayunador y me estiro la mano sonriendo algo burlona. ¿Tengo que darle la mano?  No me daba la suficiente confianza.

—Tengo que ir a cambiarme— murmuré, ignorando a la chica y caminé hacia al cuarto, cerré la puerta y suspiré incomoda, me senté en la cama soy una tonta, ¿Por qué no la salude? ¿De verdad estaba así de celosa?

Tocaron la puerta, lo que me sorprendió ligeramente pues Richard asomo un poco la cabeza por la pequeña apertura —¿Puedo pasar?— solicitó el chico.

—Es tu cuarto— mencioné antes de que entrara y cerrara la puerta, se sentó a lado mío y me miro fijamente, pude ver sus pupilas ligeramente dilatadas, algo le preocupaba.

—Te lo puedo explicar camino a la escuela— Dijo Richard sin apartar la mirada. Estaba viendo mis manos nerviosa y confundida, no con él, porque con William nunca sentí celos, pero algo no me daba confianza con Mónica, suspire y me pare de la cama.

—Tengo que cambiarme— dije volteándolo a ver por fin, Richard se paró y fue a su armario.

—Ten, hace frío— Me ofreció una de sus sudaderas de la escuela. Dudé en tomarla, pero claramente estaba helando allá afuera y no quería tener un resfriado en ese momento.

Estábamos en camino hacia la escuela en su auto, Richard tenía el camino a la carretera y yo me perdí mirando por la ventana.

—Los padres de Mónica están casi en quiebra, entonces hablaron con mis padres y como tengo los mejores papás del mundo dijeron "Deberían hacerse pareja y después casarlos" entonces nos forzaron a vivir juntos— explicó sin que le dijera algo yo primero, Richard suspiró al terminar de hablar.