Pecado

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El Padre Ackerman se encontraba en el confesionario, su rostro serio y sereno. Hacía días que no veía a Hange. Desde que se fue con su tía y su prometido, un vacío se había instalado en el corazón del padre.

De repente, la puerta del confesionario se abrió y una señora mayor se retiró. En su lugar, una figura familiar se sentó, ocultando su rostro en la oscuridad. La voz de Hange, temblorosa y llena de emoción, llenó la pequeña habitación:

- Bendígame padre, porque he pecado.

Un silencio se apoderó del espacio. El padre Ackerman, sorprendido por la inesperada confesión, no sabía cómo responder. Finalmente, con voz calmada, dijo:

- Hijo mía, dime tus pecados y Dios te absolverá.

Hange tomó aire y con un hilo de voz, susurró:

- Estoy enamorada de usted.

El corazón del padre Ackerman dio un vuelco. La confesión de Hange lo había conmocionado profundamente. Un sentimiento prohibido, una mezcla de deseo y culpa, se apoderó de él.

- Hija mía, el amor que sientes es un amor imposible. Yo soy un sacerdote, he dedicado mi vida a Dios. No puedo corresponder a tus sentimientos, estas comprometida con él.

-Mi corazón y mi cabeza están unidos, yo no amo a ese hombre, mi alma es suya. No puedo olvidar nuestro beso.

- Tu alma es de Dios -Replico en tono serio-

- Sí es de tu dios, entonces dile que quieres mi alma, porque mi corazón ya es tuyo.

- Hange no vayas en contra de dios

- Yo solo estoy siendo sincera padre Ackerman, no estoy mintiendo sobre mis emociones, yo lo amo, yo lo deseo, quiero una vida contigo. Si por eso me voy al infierno me iré.

- No puedo Hange, no podemos. No puedes tenerme...

- Entonces me voy a casar y me mudaré de aquí.

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Carta a Erwin

Querido Padre Erwin:

Me alegra recibir noticias suyas. Le escribo para informarle que todo marcha bien en el orfanato. Sin embargo, hay algo que me atormenta y necesito confesarle con sinceridad. No puedo seguir fingiendo un amor que no siento. He llegado a la conclusión de que no puedo casarme con mi prometido. Mi corazón no le pertenece. Mis sentimientos por el Padre Ackerman son cada vez más fuertes. No puedo negar la conexión que siento con él. Sé que esto puede ser difícil de comprender, pero es la verdad que anida en mi corazón.

Espero que pueda comprender mi situación y la decisión que he tomado. Sé que esto puede generar controversia, pero no puedo vivir una mentira.

Con respeto y afecto

Hange

P.D. Le ruego que mantenga esta información en confidencialidad por el momento.

Carta a Hange

Querida y apreciada amiga

Es bueno saber que esta todo bien con los niños y niñas. Tus emociones las entiendo, pero Hange puedes tener al hombre que deseas ¿Por que quieres robar a un hombre de Dios? El Padre Ackerman ha dedicado su vida a la iglesia, y una relación con él podría poner en riesgo su fe y su posición.

EL PADRE ACKERMAN Y LA SEÑORITA ZOËDonde viven las historias. Descúbrelo ahora