Travis estaba estacionando el auto, al llegar a la mansión de Selena Gomez, sería una noche de chicas y bebés, así que los dejaría dormir ahí, mientras él se iba, posiblemente a casa para dormir, ¿Dónde estaba el Travis que aprovecharía el tiempo para irse de fiesta?, sin duda, no aparecería ahora, mucho menos sin Taylor junto a él.
—¡Ross! — Evie gritaba.
Kelce volvió a molestarse.
—Nena, no quiero quitar tu emoción al ver a Ross, pero papi se está enojando— dijo Taylor riendo.
—Mami— Charles estaba mareado.
La rubia volteó a ver la parte trasera del auto. —Lo siento mucho, ya paramos aquí, te sentirás mejor tan solo entremos—
Travis y Taylor bajaron del auto, la rubia abrió la puerta trasera, para sacar a un Charlie algo aturdido por el viaje, definitivamente, viajar no iba a ser lo suyo sin la ayuda de los analgésicos que controlan los malestares, Kelce, sacó a Evie, quien pataleaba demasiado inquieta.
—Evie, en serio, hoy me tienes preocupado— la vio muy inquieta.
En la entrada, Mandy estaba esperándolos. —¡Hola! — estaba contenta por verlos, hace muchos meses que no veía a los hijos de Taylor. —Dios, no puedo creer lo que estoy viendo— dijo sentimental.
—Mami— Charles se enganchó de los brazos de su mamá y no planeaba salir pronto de ahí.
—Hola Mandy— Taylor la saludó con un abrazo. —Ha pasado mucho tiempo, ¿No? —
El verla con sus hijos le generaba un sentimiento. —Adelante, pasen—
—Yo me regresaré, ¿Está bien?, tendré una charla con Ross en el auto antes de eso— miró que su amigo se acercaba.
—Está bien— Taylor entendió que probablemente él tenía ganas de hablar con un hombre que ya fuese padre, como él, debía tener muchos miedos al respecto con la sorpresiva noticia de que sería papá.
—Charles, hombrecito— Travis besó la cabeza de su hijo. —Espero que te sientas mejor, confío en que vas a portarte bien, te amo— sacudió su cabello. —Evie, nena, por favor, solo no incendies algo— besó su mejilla. —Te amo—
—Ay, Travis— Taylor miraba a su esposo, ante el último comentario a su hija, sabía que era broma, y la verdad, es que se le hacía tierno, la manera en que Travis miraba a sus hijos y se despedía de ellos la derretía.
Fuera de la privacidad de su casa, Travis se contenía demasiado, pero estando en la de Selena, sabía que podía tocar el vientre de su esposa sin que nada malo pudiera pasar. —Espero que te portes bien también, bebé—
Taylor se sintió demasiado sensible en ese momento, pero iba a ahorrarse las lágrimas para otro momento, debía ver a su amiga primero y saber que todo estaba bien con ella. —Te veremos mañana— besó a su esposo. —Te amo—
—Si te sientes mínimamente mal, estaré aquí si me llamas— la besó. —Te amo—
Ross los saludó. —Hola—
—¡Ross! — Evie le habló contenta.
—Vaya— Travis se hizo el ofendido.
—Será mejor que entre— dijo Taylor riendo, un Travis celoso le daba risa, podía imaginar en un futuro cuando Evie hablara con los niños lo que iba a suceder.
Travis bajó a Evie, no creía conveniente que Taylor cargara a los dos niños, ya pesaban demasiado.
—Vamos a ver a Sel— Taylor les decía a sus hijos.
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Eres mi juego final
FanfictionTaylor y Travis, después de un año de relación, se han convertido en padres de sus mellizos Evie y Charles, encontrándose con nuevos retos ante una paternidad bastante sorpresiva pero muy deseada, ¿Qué es lo que le depara a la famosa cantante y el j...