Feromonas y Heroína (TEMPORADA DOS)

4

Moa pov:

-Yo...- me quedé sin saber que decir, muy conmovida y emocionada por el relato.

-Como te dije no tiene que ser ahora- me dio un apretón -Podemos esperar hasta que nos sintamos listas-

Nos besamos repetidas veces, sonriendo y susurrando un 'te amo' contra los labios de la otra pero el teléfono sonando insistentemente nos interrumpió.

-Mierda- se alejó de mí y miró la pantalla con el ceño fruncido -¿Quién se atreve a interrumpir? Ya vuelvo- me dio un beso corto y se alejó para contestar.

-Al fin te ha liberado- Yui rió y me palmeó la nuca -¿Segura que tus labios siguen existiendo?- me agarró la cara con ojo crítico.

-Cállate, nos gusta besarnos- me alejé de ella riendo.

-¿Podemos volver a jugar mamá?- mis hijos me miraron implorando.

-Quiero volver a ganarle a mami- Kenji agitó las piernas como si estuviera corriendo.

-Cuando termine de hablar por teléfono podemos preguntarle- asentí y miré en busca de Suzuka, parecía realmente molesta y movía las manos como si le recriminara a alguien, pisando fuerte como un león enjaulado.

-¿Qué habrá pasado?- Yui miró en mi dirección -Se ve furiosa-

-No lo sé- suspiré y al instante me giré al ver como casi golpeaba la pantalla y volvía a donde estábamos.

-No podremos ir a cenar- negó y se sentó a mi lado otra vez, gruñiendo y con la mandíbula tensa -Mi abuela quiere conocer a los niños hoy mismo-

Se me cayó el mundo a los pies, ¿De verdad esa mujer quería conocer a mis hijos cuando me rebajó e intentó matarme, deningrando a los niños apenas se enteró de mi embarazo?.

-No puede ser- suspiré y cerré los ojos con frustración -No quiero volver ahí, mucho menos que los niños pisen ese lugar maldito-

-Yo tampoco quiero pero ella no dio lugar a negativas- tomó mi mano y la apretó -Tenemos que ir- suspiró y acarició mis nudillos.

-Bueno- tragué el nudo que se me había formado en la garganta y miré a todos -Nos tenemos que ir y prepararnos-

-¿Para qué?- Kano frunció el ceño -La estábamos pasando bien aquí-

-Llamó la vieja- dijo Su sin entrar en detalles -Nos quiere en su casa esta noche-

-¿No que nos había dejado en paz?- Momoko suspiró y empezamos a levantar todo.

-Pero yo quería ir a McDonald's- Mayu hizo un puchero.

-En otra ocasión será mi amor, pero ahora tenemos que ponernos lindos- le ajusté la ropa.

-¿Tengo que usar esmoquin?- Kenji frunció el ceño y se cruzó de brazos -El pantalón me hace picar las piernitas-

-No así de lindos hijos- Suzuka lo levantó en brazos -Puedes ponerte los jeans y la camisa que tanto te gusta-

-¿Con las zapatillas de Cars?- la miró con ilusión mientras íbamos al auto.

-Esta vez Cars no hijo- lo puso en su sillita y le ató el cinturón -Tendrás que usar las de cuero que te compró mamá el mes pasado- 

-Bueno- hizo puchero y movió los pies.

Volvimos a casa en un silencio nada habitual y persistió cuando nos arreglamos para la maldita cena.

-No tienes que ir si te pone incómoda- besó mi hombro desnudo mientras me acomodaba la blusa sobre la falda.

-Debo ir ¿No?- la miré a través del espejo -No pienso dejarte sola y mucho menos que se le acerquen a mis hijos-