Pregnancy | Mick Schumacher x Esteban Ocon

Único.

Adap. Créditos a @Namchos ^^

Mick permanecía sentado sobre el inodoro con la tapa abajo, mordiendo sus uñas con nerviosismo y casi llorando mientras pensaba. 

Cinco.

Fueron cinco prubas positivas cuando hizo la primera imaginó que podría ser un error, la segunda lo puso un poco nervioso, pero confió en su suerte. Para la cuarta tenía mucho miedo y en la quinta casi lloró de nervios, miedo y tal vez felicidad.

Aunque la felicidad, nerviosismo y lo que fuera que en su corazón estaba sintiendo en ese momento, fue opacado por el miedo. 

Tan solo tenía 24 años y recién se había casado hace menos de un año; esto no era adecuado, aún faltaba tiempo para graduarse, para abrir su restaurante y su esposo... Oh, Esteban.

¿Qué pasaba si Esteban no quería un bebé?

Aun si no estaba listo, no planeaba abortar, era su bebé después de todo. No importaban sus pensamientos anteriores, él no mataría al fruto de su amor con Esteban, no se desharía de ese pequeño.

Así que con decisión, aceptó que aun si Esteban rechazaba a su bebé, él lo amaría y protegería con todo su ser, pero realmente esperaba que la respuesta de Esteban no fuera negativa.

Después de un rato de analizar las cosas, de aceptar todo e incluso ilusionarse con la idea de un pequeño parecido a Esteban, la linda sonrisa del francés y sus ojos celestes. Decidió aseguararse haciendo análisis sanguíneos, no quería decirle a Esteban la noticia sin estar cien por ciento seguro.

¿Pero cómo iría? 

Que Esteban lo llevara no era una opción, un taxi no. Esteban decía que el conductor podría enamorarse y raptarlo, le parecía gracioso, aunque se sabía que al francés no. Manejar él mismo... Ni siquiera debería pensar en eso, la última vez que lo hizo casi atropella a alguien.

Llamar a Lewis... Mucho menos.

Llamar a Lewis implicaría que él llame a George, que llame a George implicaría que llame a todos los demás y por último aparecer todos en su casa con regalos para un babyshower y quién sabe cuantas barbaridades más.

Conocía muy bien esa manada de amigos que se cargaban Esteban y él.

Mick no deseaba que Esteban se enterara por alguien más,  eso era algo privado, algo que deberían hablar solo ellos.

Así que reunió todo el valor  que no sabía que tenía y se levantó decididó, le diría, aun si no era seguro, era mejor a que Esteban se molestara por no decirle antes.

Con pasos lentos se dirigió a la habitación que compartía con su ahora esposo, la misma que compartían desde que se mudaron siendo novios, tratando de no hacer mucho ruido para ni despertarlo, abrió la puerta.

Lo cuál es ilógico, porque iba a despertarlo, pero bueno, así es Mick Schumacher.

Se sentó con delicadeza en la cama y observó a su esposo aún dormido, con sus gatunos ojos cerrados, sus pestañas rozando un poco su rostro, sus rosados y delgados labios entreabiertos, el cabello hecho un hermoso desastre, para Mick era simplemente perfecto.