Cap 12. Tuor por Cambridge.

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(Septiembre del 2018)

CAMERON

West, ¿qué te pasa? ¿Estás dormido?—me reclama mi profesor y jefe. Estaba en el restaurante haciendo un turno; mi especialidad eran los postres, pero no me podía concentrar.

Me tenía pensativo la insoportable mocosa. Estas semanas había sido amable con ella, y por supuesto, la regla de causa y efecto: ella había cambiado su manera de comportarse conmigo.

Me ofrecí a acompañarla a comprar un escritorio para sus trabajos, y acepté que lo pusiera en la terraza. Ella acomodó el lugar de manera genial, e incluso ahora la terraza se veía mucho mejor.

Ya en las mañanas no me sacaba la lengua, ahora me dedicaba una linda sonrisa, o a veces lo hacía, pero por juego.

En las tardes, antes de ir al restaurante y luego de llegar de la empresa donde hago las prácticas o de mis clases de finanzas, compartimos un rato juntos. Estamos viendo una serie de suspenso en Netflix, es nueva y nos gusta mucho.

Otras veces le ayudo con sus trabajos o jugamos a cartas, dominó o Monopoly. Aunque la verdad, nunca había hecho esto con una chica, descubrí que juega muy bien videojuegos, y es una gran rival. La verdad, el tiempo se hace corto cuando estoy con ella.

Era fin de semana, pero me molesta cuando sale con sus amigos. Hay un chico que la llama mucho, un tal Aiden; y hoy precisamente tenían una salida de amigos, pues había leído su mensaje sobre la notificación que le llegó mientras traía unos snacks para ver la serie.

«Seattle, paso por ti a las siete, ponte linda. 😘»

Así le dice este chico. No dejaba de pensar en qué estarían haciendo, pues ya eran las 8:20 PM y sabía muy bien que aún no estaba en casa.

Esta era una de las razones por las cuales no podía concentrarme. Max me había llamado para preguntar por ella, pues cuando llegó a casa no estaba.

Debo dejar de pensar en la mocosa fastidiosa, es una chiquilla. "Además, yo, Cameron West, no me enamoro; solo follo chicas," me digo a mí mismo.

Cuando vuelvo a casa sobre las 11 de la noche, lo primero que hago es tocar su puerta, pero no está. No puedo preguntarle a Max, salió de fiesta, yo debería estar con él en este instante, pero la ira me consume.

En realidad, no sé dónde podría estar. No me he molestado en pedirle su número de teléfono ni sus redes sociales.

Algo resignado, decido esperar. Busco un whisky y me lo bebo en la sala, a la espera de la fastidiosa.

Veía el reloj; ya había pasado más de una hora. No hay señal de ella. ¿Será que piensa amanecer en su fiestita? "Pero me va a oír."

Caminaba de un lado a otro de la sala, e incluso ya mis recorridos incluían la terraza. No la había vuelto a besar desde hacía más de un mes y medio, cuando solo me había dedicado a ser su amigo, pero mis sueños eran constantes, sobre todo la parte donde la follaba.

2:30 AM. El reloj marcaba.

Me despierto en el mueble de la sala, donde me había quedado dormido aún esperándola. Siento cómo pasa el seguro y se abre el cerrojo.

Entra despacio, sin hacer mucho ruido. No prende las luces y planea ir directamente a su habitación, pero de inmediato le digo:

—¿Estas son horas de llegar a tu casa, Maya Parker?— Estoy enojado. Me levanto y voy a enfrentarla. Ella enciende la luz y puede ver mi rostro, desfigurado por la ira.

Prácticamente, esta chiquilla saboteó mi fin de semana de sexo. Lo peor es que ya lo tenía de costumbre: sabotear mis salidas, pues cuando sabía que saldría, no hacía más que esperar furioso en casa. De inmediato teníamos una especie de discusión, aunque al día siguiente siempre me disculpaba con postres, desayunos o helados.

Ella me ve y sonríe.

Mmm, lo siento, papi, no vi lo tarde que era—me dice y se dirige a su habitación, pero yo estoy furioso.

Es muy en serio, Maya Parker, y no soy tu papá—le contesto, pero ella no es muy tranquila que digamos.

Ah, no, Cameron, entonces, ¿Qué eres?—me pregunta y sigue su camino hacia su habitación.

Yo también me hacía esta misma pregunta. ¿Qué era Maya Parker en mi vida? ¿La simple hermanita de mi mejor amigo?

Efectivamente, como ya había dicho, le hice desayuno a la fastidiosa: waffles con frutas, helado, salsa y su adorado jugo de naranja.

Cuando sale de su habitación y ve el desayuno, me sonríe, pues puse una pequeña nota que decía: "Lo siento, mocosa." Después de comer juntos y hablar sobre quién creemos que será el asesino en la serie, ella termina y viene hacia mí. Me da un beso en la mejilla y me agradece:

Gracias, Cam, estaba delicioso—dice, besándome. Muaaa... Volteo rápido, niego y le tomo un mechón de su cabello.

Así no, mocosa, así—y le planto un beso apasionado.

Luego la suelto y hago como si no hubiera pasado nada. Ella se queda con la boca abierta. Hacía más de un mes que no la besaba, prácticamente desde que habíamos iniciado nuestra amistad, el día que la ayudé con las fichas. No lo había vuelto a hacer, pero hoy no aguanté y sentí la necesidad.

Después de un rato, se me ocurre una idea.

Mocosa, ¿en qué universidades piensas aplicar? ¿Ya decidiste qué vas a estudiar?—le pregunto, y ella me mira pensativa.

Me ve, suspira y dice:

Más o menos, apenas estoy viendo opciones. Lo más seguro es que me vaya a Estados Unidos.

Suspiro.

—¿Y ya pensaste en la posibilidad de aplicar aquí, en Cambridge?—le digo, y ella sonríe y niega al mismo tiempo.

En realidad, mis padres me lo sugirieron, pero lo que quieren es que esté lejos de ellos y de sus perfectas vidas—me contesta, y yo sonrío.

Vamos, alístate. Quiero llevarte a un sitio que te gustará—le digo y entro a mi habitación. 30 minutos después, llegamos a la Universidad de Cambridge.

—¿Esto? ¿Me has traído a conocer Cambridge?—me pregunta, pero sonrío y niego.

Ya la conocías—ella niega, y yo sonrío. Esta chiquilla me trae alegría y frescura a mi vida.

No te traigo exactamente para la universidad—le digo, y ella me mira expectante, más aún porque trajimos algunos snacks y refrescos.

Ven por aquí. Llegamos a Scudamore's Mill Lane Punting Station, donde se realizan tours en canoa o batea por los ocho famosos colegios de Cambridge.

Ella está sonriente, pues los jardines y las fachadas de los colegios son hermosos.
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FUERA DE LIMITES "Rendido ante Tí"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora