Capítulo 25 

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Capítulo 25.

—Kuvira se te acusa de actos fascistas en contra del reino tierra, también se te acusa de homicidio en contra de 300 ciudadanos de ciudad República, por intentar destruir ciudad república y por esclavizar a varios pueblos y ciudades del reino tierra. ¿Cómo te declaras?

—Yo me declaro inocente.

—¿Te declaras inocente? No me hagas reír, puedes ser muchas cosas, pero por supuesto que no inocente, yo confiaba en ti, eras como una hija para mí, todos confiábamos en ti en que traerías paz y prosperidad al reino.

—Solo quería lo mejor para el reino, tu bien sabes en la anarquía que se sumió después de la muerte de la reina tierra. ¿Qué querías que hiciera Su?

—Que guiarás el pueblo con paz y prosperidad, no hiciste más que dejarte llevar por tus bajas pasiones, querías tomar el poder por la fuerza, sin importarte que el avatar estuviera de vuelta.

Suyin es demasiado dura conmigo, es entendible, en parte le quite al mayor de sus hijos, defraude su confianza, al entrar a su ciudad, amenazarla y al intentar tomar ciudad república por la fuerza, si ella tan sólo pudiera entender la forma en como yo veía al reino después de qué el avatar nos abandonó todos esos años, no es tan sencillo dirigir toda una nación por el camino correcto, a veces se tienen que tomar decisiones difíciles, por eso es que ella nunca quiso estar en el poder, supongo que sabía la enorme responsabilidad que es cargar con ese peso, claro que no trato de justificarme, sé que no fue correcta la forma en que traté de hacer las cosas, simplemente me dejé llevar por el miedo y por la sensación de poder que era estar al frente de un gran ejército, sólo quisiera volver el tiempo y tratar de hacer las cosas de una mejor manera. Justo ahora recuerdo cuando Su me adoptó como una más de sus hijas, me tenía tanta paciencia a la hora de enseñarme a utilizar mis habilidades de tierra control y aún más cuando me enseñó a realizar metal control, solía decirme que yo era un diamante en bruto, que sólo me hacía falta llegar con una persona que viera todos mis talentos.

—Vamos Kuvira sólo tienes que concentrarte en sentir los minerales que forman las placas de acero, están aquí dentro, no te concentres en ver el metal como algo inamovible, concéntrate en sentir todos los minerales que lo forman.— recuerdo que Su me hacía cerrar los ojos y colocar mis manos sobre el frío metal para que pudiera sentirlo desde otra perspectiva.

—¿Eres capaz de sentirlo?— claro que a mí se me dificultaba demasiado, mantenía mis ojos cerrados y sentía únicamente el metal.

—Creo que si puedo sentirlo.— apretaba mis ojos con fuerza y me esforzaba por sentir todos los minerales que lo conformaban.

—Ahora mueve esos minerales, tú puedes, no desistas, concéntrate en mover esos minerales.— inhalaba y exhalaba, manteniendo los ojos cerrados, con toda la concentración de la que fui capaz Recuerdo haber golpeado la placa de acero y haber logrado moverla.

—¡Eso felicidades! sabía que lo conseguirías.— en esos momentos abrí los ojos y pude ver que había logrado hacerle un gran agujero en el centro, quedé completamente impresionada.

—Lo... lo... lo logré...

—Por supuesto que lo lograste, sabía que tenías talento para estas cosas.

—Yo... yo... yo no sé qué decirte.... Nunca nadie antes había creído en mí.— observaba el gesto de Su que reflejaba cierta compasión y ternura, me tomó entre sus brazos dándome un abrazo reconfortable.

—Estoy segura que llegarás muy lejos, hija mía...— recuerdo con claridad esas últimas palabras que me dijo, definitivamente había ganado su confianza, era una más de la familia y ahora...

Korra x AsamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora