Me before you: La maldición de mi pasado

23 - Por favor no me dejes

— Buenos días señorita Park.

— Buenos días. —Dijo Jihyo acomodándose en su cama— Dígame.

— Le hablamos del hospital Geongsin es debido a la señora Park.

— ¿Qué pasa con ella?

— La señora se encuentra en un muy mal estado de salud, no ha querido comer recientemente, sus estudios no muestran avances.

Jihyo se incorporó.

— No puede ser. —Susurro— Entiendo.

— Pide ver a sus hijos.

— Ya veo, yo iré a verla lo más pronto posible. Puede pedirle a su doctor que me envíe los estudios.

— Por supuesto.

— Se lo agradezco mucho. —Jihyo termino la llamada— ¿Qué voy hacer ahora? —Dijo escondiendo su rostro entre las almohadas—

Mientras se perdía en sus pensamientos su teléfono comenzó a sonar nuevamente.

Al mirarlo pudo ver el nombre de Tiffany en la pantalla.

— ¿Ahora que? —Dijo volviendo a hundir su rostro en las almohadas, antes de contestar— ¿Diga?

...

— Usted no puede hacer esto.

—Señor por favor no hagamos las cosas más complicadas. —Jungkook miró a Arthur—

— Usted se irá de aquí solo y tú. —Arthur miró a Lisa— No volverás a salir, no permitiré que hagas lo que quieras.

— No puedes prohibirme nada.

— No me retes Lisa—Arthur la miró furioso—

— Adelante papá. —Contestó desafiante—

— Basta los dos. —Intervino Tiffany— Arthur calma por favor, hablemos. —Tiffany camino hasta su esposo—

— No puedo creer que haya hecho esto.

Lisa miró a Jungkook asintiendo con la cabeza, a lo que este se acercó rápidamente tomándola entre sus brazos y saliendo con ella lo más rápido posible.

— ¿Qué? ¿Qué está haciendo? —Arthur los miro— ¡Baje a mi hija ahora mismo!

Jungkook camino con Lisa en brazos rápidamente, recorriendo la sala hasta la puerta de la casa en donde Yuqi los esperaba.

— ¿Es enserio? —Dijo Yuqi sorprendida—

— Vámonos. —Le dijo Jungkook impaciente—

Yuqi asintió abriendo la puerta del auto para que Jungkook dejará a Lisa mientras ella se subía al piloto.

Jungkook dejó cuidadosamente a Lisa, para después colocarle el cinturón.

Mientras que eran alcanzados por Arthur y algunos empleados.

— ¡Jeon Jungkook! —Grito Arthur— Más le vale que deje esta tontería si no quiere atenerse a las consecuencias. ¡Y tu Lalisa!

Eres lo suficientemente mayor, compórtate de una buena vez. No puedes seguir metiendo a la gente en problemas.

Lisa desvió la mirada.

— Usted tiene razón Manoban. —Jungkook cerró la puerta— Su hija ya es lo suficientemente mayor, así que puede tomar sus propias decisiones. —Jungkook miró a Arthur ferozmente antes de entrar al auto—