Sólo Él - Daichi Sawamura

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Yuki Yoshiwaka, es una chica joven, de cabello negro y ojos marrones muy oscuros. De estatura mediana, no era ni muy baja, ni muy alta, midiendo 1.72.
Se encontraba recién despertando, y estirándose en su cama.

Recientemente se había mudado desde Tokio a Miyagi, fue por decisión propia, era un lugar tranquilo para vivir, y sus padres la dejaron irse. Pero, no vino sola, la acompañaban sus 2 mejores amigas.

Asami Ichinose, una rubia de pelo corto con grandes ojos azules, de baja estatura, muy hiperactiva y alegre.

Kurumi Shinomiya, una pelirroja lacia de ojos verdes como esmeraldas con lentes, alta, tranquila y siempre relajada.

Hoy era su primer día en Karasuno, luego de una mañana alborotada por ser inicio de clases, se encontraban caminando por las calles de Miyagi, hablando de temas triviales.

Al llegar las miradas no tardaron en posarse en aquellas 3 jóvenes que recién ingresaban a primer año, se dirigieron a su salón luego de pasar por la sala de profesores.

Luego de varias presentaciones entre sus compañeros, llegó la hora del almuerzo. Sacaron su comida y empezaron a comer.

--- ¡Es genial aquí! --- dijo Asami emocionada.

--- Meh, lo normal --- habló Kurumi --- ¿Y a ti Yuki? ¿Qué te parece?

--- Me da igual, espero encontrar un club decente --- dijo Yuki terminandose su almuerzo.

--- ¿Y si volvemos a jugar volley? --- preguntó Asami sonriendo, un silencio incómodo se formó. Kurumi le lanzó una mirada fulminante.

--- Ustedes pueden ir si quieren, yo buscaré otra cosa que hacer, no me interesa la verdad --- rompió el silencio Yuki.

--- Si no es contigo, no. Ya lo sabes, te esperaremos hasta que te sientas lista para volver --- dijo Kurumi y le sonrió.

--- Yuki-chan, anímate, estamos en otro lugar, aca nadie nos conoce, ¿Por qué no pruebas que tal?, ya ha pasado un año desde ese día --- preguntó Asami mientras tomaba de los hombros a su amiga y hacía un puchero.

--- Cambia esa cara, me das asco. Pero lo pensaré --- dijo Yuki mientras intentaba alejar a la rubia que la abrazaba y asentía con todas sus fuerzas. Kurumi no pudo evitar reírse ante esa escena.

El timbre sonó por lo cual cada una volvió a sus asientos y continuaron con sus clases. Mientras Yuki escribía sus apuntes vio de reojo un chico pelinaranja viendo emocionado un papel donde decía Club de Volley de Karasuno, lo miro curiosa y siguió con lo suyo.

Sonó el timbre de salida, las chicas empezaron a guardar sus cosas y dirigirse a la salida, cuando iban por el pasillo pasaron por una puerta que llevaba al gimnasio de volley, o eso creían al escuchar el ruido que los zapatos hacían al rechinar con el suelo de madera, y los pelotazos que iban con fuerza hacia el piso. Las 3 miraron para aquella dirección con cierta nostalgia, Yuki miró su muñeca derecha, donde tenía una cicatriz muy notoria, y empezó a recordar aquel día.

Flashback

Era la final de un torneo importante, el equipo de Yuki iba ganando 17 a 6, estaban dándolo todo. Yuki de 17 iba anotando 8 puntos, estaba totalmente encendida, los relatores no paraban de alagarla, por ser la jugadora completa que es, ya que sin importar la posición, siempre anotaba y cumplía con lo que tenía que hacer.

Ahora mismo se encontraba enfrente, su compañera sacó y el otro equipo pudo recibir y estaba por rematar. Rápidamente Yuki junto Kurumi, fueron a bloquear, cosa que lograron, pero Yuki se resbaló, por lo que cayó apoyando su mano mal, por lo que se quebró.

Todo el estadio quedó sorprendido, sus compañeras se asustaron y rapidamente pidieron ayuda, Yuki no paraba de llorar, no se sabe si por el dolor de su muñeca, o porque no iba a poder jugar esa final, ni por un largo tiempo.

Luego de una operación la cual no salió tan bien ya que de 6 meses que no iba a jugar pasaron 12, y aparte le dejaron una cicatriz bastante considerable. Yuki no paraba de pensar en una cosa, quería jugar, pero tenía miedo, miedo de volver a caer.

Fin del flashback.

Apretó su puño y camino hacia la salida, seguida rápidamente de sus amigas. Una vez llegaron a casa se pusieron a ordenar las últimas cajas que quedaban de la mudanza. De una de las cajas Asami sacó una pelota de Volley, y empezó a jugar, se le unió Kurumi, y por último Yuki. Habían olvidado la última vez que habían jugado juntas, riendo y tonteando. Las 3 cayeron exhaustas en el sillón.

Asami se paró de golpe, por lo que las otras 2 la miraron curiosa.

--- Yuki-chan, tengo una idea --- Dijo sonriendo y con las manos en su cadera.

--- ¿Con que saldrás ahora? --- dijo Kurumi levantando una ceja.

--- Ya dilo --- dijo Yuki cruzándose de brazos.

--- Entremos al club de Volley, antes que digas nada, ¿tu miedo es caer verdad?, ¿y si directamente no saltas? --- Las dos chicas se miraron entre ellas, y alzaron las cejas.

--- Callate mejor y anda a pegarte un baño --- dijo Kurumi riendo.

--- Espera, es mala idea, pero tampoco tan mala --- Dijo Yuki con una sonrisa. Kurumi no creía lo que escuchaba, y Asami no paraba de saltar euforicamente.

Estaba decidido, el tridente de oro, iba a regresar, no serían las mismas que antes, quizás nunca iban a volver a ser las leyendas que eran, ¿o sí?. Estan en otro lugar, y estarian en otro equipo, tendrían nuevas compañeras, era un nuevo comienzo.

Continuara...