Lucifer

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"Saga: buscando un nuevo hogar. P.3"

Asoma su cabeza desde el marco de la puerta, en sus manos lleva una sartén lista para cualquier cosa.

De alguna manera Charlie le convenció para cuidar al gato, por lo que había tenido que llevarlo consigo. La cosa se había comportado increíblemente bien, hasta que llegaron a la residencia Morningstar, donde el gato endemoniado había escapado y se había escondido en alguna parte de la casa.

Ahora mismo Lucifer lo estaba buscando, no podía dejarlo andar por ahí, era un riesgo para sus preciosos patitos en los que tanto había trabajado.

— Esto lo hago por Charlie, esto lo hago por Charlie... — Se repite mientras empieza a caminar de puntitas.

Entra en la sala, tratando de hacer el menos ruido posible por si el gato estaba ahí no lo fuera a descubrir.

Estaba por llegar a media sala cuando escuchó el sonido que precisamente no quería escuchar en ese momento; un mueble cayéndose.

Lucifer empieza a correr hacia su taller, rogando porque la maldita cosa no hubiera logrado colarse dentro. Pero aun a pesar de sus plegarias, sus mayores miedo se hicieron realidad.

Era como un campo de guerra, con todos sus patitos tirados en el piso. Las piernas de Lucifer no pudieron con su peso y cayó de rodillas, viendo con horror la masacre.

— ¿Patito que escupe fuego? — Lucifer habla, tomando el patito tirado en el piso. — ¡Por favor, hablame! Di algo.

Lucifer trató de reanimar al patito de goma, pero el pobre animal de plástico solo pudo dar una última pequeña llama antes de parecer por completo.

— No... no... ¡No! — Lucifer grito al techo, abrazando contra su pecho al patito escupe fuego que jamás volvería a escupir fuego.

La mirada cristalina de Lucifer vieja hasta una gran estantería caída, pero no era la estantería caída lo que estaba viendo, sino al gato que yacía sentado tranquilamente sobre el mueble.

— Tu... — Lucifer apunta con un dedo acusatorio al gato.

El gato se queda quieto sin hacer nada, pero de repente empieza a hacer arcadas, cosa que asquea al monarca. El gato luego de un rato regurgita un patito de goma destrozado, pero no era cualquier patito, era la versión patificada de Lucifer.

Al monarca le aparece un tic en el ojo.

— ¡Eres un...! — Grita, para luego lanzarle la sartén al gato.

El gato esquiva la sartén, que termina golpeando otra estantería que cede ante el golpe debido a la fuerza descomunal que Lucifer había usado. La estantería cae, regando mas patitos en el suelo que se tiñe de amarillo.

Lucifer mira con horror los patitos regados. Años de trabajo tirados a la basura por culpa de una bola de pelos malvada.

El gato mira desde lejos al monarca que parece está apunto de entrar en una crisis. No le da mucha importancia y rápidamente pierde interés. Empieza a acicalarse, cuando de la nada se ve obligado a esquivar ahora una de las estanterías. El gato se gira hacia monarca, que ahora ha cambiado y tiene tres pares de alas a sus espaldas, unos cuernos puntiagudos con una llama entre ellos y sus ojos inyectados en sangre.

— Este infierno es demasiado pequeño para los dos. — Lucifer dice, antes de abalanzarse sobre el desprevenido gato.

Una desastrosa pelea inició a medio taller. En su locura Lucifer ni siquiera se dio cuenta de que estaba destrozando aún más a sus patitos, incluso estropeando los que aún no había sido tocados por el felino.

En algún momento de la persecución Lucifer rompió una ventana, cosa que el gato aprovechó para escapar tirándose de un segundo piso y cayendo de pie. El gato entonces empezó a huir a una dirección aleatoria, mientras el monarca le lanzaba cosas desde lejos.

— ¡Te odio, Gato demonio!

[Fin del capítulo]

Energía caótica || CatalastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora