* Hueler: Forma coloquial de decir "Oler" / Reñamoza: Quisquillosa - problemática / Canalón: hueco - hoyo / Anidar: Acomodarse
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Todo quedó cuadrado entre los cuatro.
Al haber aparecido su tía Ismenia y con la necesidad de marcharse no solo huyendo de Abel y lo que anhelaba su terco corazón; sino además de Jesús Pulgarín que continuaba buscándola, se preparó su marcha a Medellín. Ismenia de mil amores estuvo dispuesta a recibirla, incluso con sus dos tesoros bajo el brazo. Vivirían con ella en su casa de dos pisos en el barrio La América, y luego de un tiempo instalados y con sus niños en un nuevo colegio, Paulina buscaría un trabajo para mantenerse.
¿La fecha para marcharse? La madrugada del tres de enero, pues Tito tenía que esperar un cargamento para traer al pueblo de Don Matías desde Medellín, y él sería quien los llevaría de vuelta. Eso también le daría tiempo a Paulina para prepararlo todo. No le había dicho aún a Jero y Emi porque la idea era marcharse sin que nadie más que el padre Luis lo supiera, y sabía que si su hija se daba cuenta armaría un drama no queriendo alejarse de su nuevo padre adoptivo. Ella también se había encariñado tanto del padre Abel, que darle tiempo a que se hiciera a la idea de que no lo volvería a ver, sería un golpe tremendo y la mataría. Y bastante sufría ya ella misma, para saber que de forma inconsciente le haría más daño a su hija.
Tito los llevaría en la parte delantera de su jaula y los dejaría sanos y salvos solo en manos de la tía. Esa era la orden de Milena. Hasta que él no se cerciorara que de verdad se quedaban los tres en buenas manos no se podría marchar. A Abel no se le diría media palabra y ya que él llegaría el dos de enero tarde en la noche, quizás cuando ella y los niños durmieran, no sospecharía nada. Tendría el batacazo de que ya no estaban, al despertar y por una carta que ella le dejaría con Luis. No era valiente para despedidas, y más si eran unas que ya no valían la pena.
¿Para qué llorar cuando igual se fuera o no, no estarían juntos?
Ella reharía su vida con sus hijos lejos de Jesús y lejos de él, y Abel podría continuar con su ministerio en paz.
No le debía nada a nadie.
Pero fácil era decirlo más que hacerlo.
Miró al suelo por el que caminaba, mientras bajaban la pendiente de la finquita de Mile, donde esperarían uno de los moto taxi que los regresara al pueblo. El brazo de su amiga rodeándole los hombros.
—... Solo imagínate esto, yo yendo a pasar navidades contigo en Medellín. Vendrás aquí cuando gustes. Estarás en toda la ciudad. Dicen que es preciosa y llena de mucho progreso. Y que en agosto, es precioso ver unas fiestas que celebran que se llama la feria de las flores.
Emilia y Jerónimo más adelante iban tomados de la mano, jugando al veo, veo.
—Estarás con tu tía. Ya quisiera yo ver ese reencuentro. ¿No te pone feliz?
Se detuvieron en la portada, y ante su silencio, Milena la hizo girarse de los hombros. Sus ojos estaban empañados y le temblaba el labio. Podía esconderle todo a los demás, menos a su mejor amiga.
—Mi negra—susurró—ay no, mi negra. No te me pongas así—la abrazó—creí que te hacía feliz volver a ver a tu tía.
Lloró contra su hombro, aferrándola fuerte, como si fuera una tabla de salvación; luchando por no hundirse en la tristeza.
—Y me alegra mucho verla. Porque de niña muchas veces malamente deseé que ella fuese mi mamá y no Amalia.
La hizo mirarla.
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ENTRE LA CRUZ Y EL CORAZÓN (COMPLETA)
RomanceNoche. Oscura y silenciosa noche. Sin saber si con el favor de ese Dios que ella no conoce, o guiada por el diablo... Paulina se ha valido de ella para huir de su casita de campo en Belmira, Antioquia con sus dos pequeños de seis y diez años, lejos...