Capitulo XXXIX | La sangre del mar

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-¿A donde vas?-La voz adormilada de Jungkook me hablaba al oído mientras que sus brazos me tenían envuelta con fuerza. Solté una leve risa.

-Debo levantarme.

-Amor....aun ni siquiera sale el sol, ¿A donde vas a esta hora?-Ni siquiera abría los ojos, solo se quejaba dándome ternura.

-Debo ir a mi practica.-Sentí como se tenso y de ipso facto se incorporo abriendo los ojos, giró mi cuerpo hacia él y me observo con el ceño fruncido. Tape mis labios para no soltar una carcajada. El cabello de Jungkook estaba todo despeinado, sus mechones estaban saltados por todas partes y en la parte izquierda de su cabeza el cabello se veía aplastado por la almohada.

-___________ Mirnov.-Abrí los ojos cuando su voz ronca me asalto.-¿Que acabas de decir?-Su mano aun estaba sobre mi cintura mientras que la otra detenía su cuerpo sobre la cama.

-Jungkook.

-Mirnov.-Dios, me encanta su voz ronca.

-Ya, déjame, debo alistarme.-Quise salir de la cama pero me apretó la cintura deteniéndome.

-Si recuerdas que hace menos de un mes alguien golpeo fuertemente esta cabecita tuya y estuviste muy grave.-Fue casi una afirmación.

-Si, pero ya....

-No te atrevas a decir que ya estas bien, Mirnov.-Su voz sonaba dura, pero me enternecía de algún modo.

-Amor.....-Lleve una de mis manos hacia su mejilla para acariciarla.-Por favor, no me hagas enojar.-Elevo una ceja lleno de ironía.

-¿Enojar?, Ja.-Se tiro en la cama viendo hacia el techo.

-Amor...-Me gire hacia él y continúe acariciando su mejilla con el dorso de mis dedos.-Enserio estoy bien, ya he perdido mucha condición física necesito regresar....

-Mar.-Me detuve por la dureza de su voz, no me observaba, seguía viendo al techo.-No puedo hacer nada para detenerte, te conozco. Sin embargo, debo decirte que no estoy de acuerdo.-Ahora yo fruncí el ceño.

-No me quedare en casa a esperar por ti todo el día, Jungkook.-Me observo, ahora se veía mas tenso.

-Lo se, mar. Puedes ir a la universidad, a tomarte un cafe con Annie, ir al centro comercial o al rio Han. No me importa, pero tu salud es importante para mi.-Se sentó en la cama y con su índice se apunto al pecho.-Si no puedes comprender eso, no tengo mucho que decir.-Salió de la cama y camino hacia el baño. Seguí sus pasos con la mirada hasta que la puerta se cerro y minuto después escuche la regadera abierta.

Suspire, me deje caer en la cama y coloque una almohada sobre mi rostro gritando contra ella para sacar toda la frustración.


|......|


-Gracias, señor Oliver.-Dije luego de que me abriera la puerta para salir del auto.

-No hay problema, señorita.

-No se a que hora salga, creo que al salir puedo ir a casa en un taxi.

-Lo siento, señorita, pero el señor Jeon me ordeno que no me despegara de usted por nada del mundo, y además dejo en claro una regla muy importante.-Lo observe confundida.

-¿Cual?-Pregunte, enseguida dio cuatro pasos hacia atrás alejándose de mi, de prono sentí que podía respirar, no me di cuenta en que momento deje de hacerlo.

-Debo estar al menos a dos metros de distancia de usted.-Dijo con seriedad, pero en el fondo sabia que era una persona muy amable.-Lamento si en el pasado no respete su espacio personal.-Me hizo una reverencia.

Mía | Jeon Jungkook [ + 18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora