Patrick y Travis estaban recibiendo halagos de parte de la chica que era una porrista oficial de los Chiefs, ellos no conocían a la gran parte de las mujeres que la conformaban, porque era un número bastante considerable, siendo alrededor de 32 chicas, más o menos, ¿Cómo iban a saberse los nombres de cada integrante?, sin duda, los dos amigos no pasaban atentos a eso, no era un detalle que les fuese importante.
Alexa los miraba contenta, estaba platicando con dos estrellas de la NFL, sobre todo porque se encontraba mirando al enorme jugador, Kelce, ese número 87, que se veía tan alto que le erizaba los vellos, ese era su objetivo, además de que era bastante atractivo, atlético, simpático, gracioso, apuesto y muchas más cosas que le parecían como un hombre ideal, no iba a quitar el dedo del renglón en ese momento, la verdad es que se veía como un genial potencial de pareja, a pesar de saber el historial que cargaba, o el presente que tiene, un hombre casado, eso, le interesaba todavía más.
—Es una suerte que estés de vuelta en la cancha, Travis— ella mencionó, necesitaba desesperadamente hacer conversación, aunque no estaba segura de si iba a resultar, cuando se trataba de entrenar, podía notarle su cara de concentración, como si fuera un hombre malo, con esa cara tan tensa que se le ve en los juegos, un "aplasta todos", metido completamente en el juego, con las emociones a flor de piel.
—Sí, por fin, no sé si sea la última— bromeó.
—¿Qué? — ella abrió los ojos sorprendida, la declaración del jugador la dejó sin palabras, ¿Era eso cierto?, si eso era así, le molestaba mucho, porque aseguraba que Taylor tenía que ver en ello, ¿Cómo se iba a retirar uno de los mejores jugadores del equipo?
—Sí, sí, mi amigo está diciendo locuras ahora, debemos irnos, un gusto Alexa— empujó a Travis. —Debemos irnos a descansar, adiós—
—Mierda, revelé algo, ¿Verdad? — sin querer dijo aquellas palabras, no es que estuviera pensando al cien en eso, pero justamente estando hoy en el estadio todo lo tenía en la mente, debería relajarse y aprender a separar las cosas personales de su trabajo, se debía concentrar, aunque le estaba siendo bastante complicado, el tener en su mente la imagen de los niños prensados de su cuerpo con la intención de no dejarlo ir de casa, lo tenía mal, sumando el futuro bebé.
—Sí— rio. —¿A caso quieres que esa información esté en toda la red?, tonto, no la conocemos—él era un sujeto cuidadoso, no iba a ocultar nunca el hecho de que muchas mujeres se han acercado a él con intenciones sospechosas, parte de ello por ser un exitoso jugador, eso siempre podía motivar a muchas personas interesadas, su amigo era lo mismo, el carisma y la personalidad que Travis posee es un alto atrayente de las damas, nadie podía negar eso.
—Es cierto, lo siento, pero esto de estar fuera de casa no creí que fuera tan complicado, voy a llamar a Taylor—
El enorme hombre tomó sus cosas y salió del recinto, marcando a su esposa, pero ella no contestaba, ¿Pasaba algo malo?, ¿Estaría en problemas?, solo iban a ser tres días, pero ya se estaba portando como todo un obsesivo con la seguridad de ella y sobre todo de sus hijos, porque los conocía perfectamente, volvió a intentar llamarla, al menos unas ocho veces antes de subir al transporte.
—Mierda, no responde— ya se estaba estresando.
—Debe tener todo bajo control, tranquilo, será mejor que nos demos prisa— Patrick le dijo.
—Supongo que sí, de todos modos, voy a esperar un poco más para llamarla— metió su móvil a su bolsillo.
En la casa, Evie estaba despertando, de mejor humor, acercándose a su mamá que la miró dormida junto a ella, su papá no estaba, pero su mamá sí.
—Mami— le tocó la cara y le acarició el cabello.
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Eres mi juego final
FanfictionTaylor y Travis, después de un año de relación, se han convertido en padres de sus mellizos Evie y Charles, encontrándose con nuevos retos ante una paternidad bastante sorpresiva pero muy deseada, ¿Qué es lo que le depara a la famosa cantante y el j...